Hasta la tarde de ayer la emergencia continuaba. Brigadistas vieron a una persona haciendo focos, la que se desplazaba rápidamente en una moto. Las zonas pobladas siguen en alerta.
El incendio que comenzó el lunes entre Penco y Tomé se extendió hasta la jornada del jueves, consumiendo más de mil hectáreas de bosque y matorrales, haciendo peligrar diversas zonas pobladas.
Se habla de intencionalidad, situación que habría sido presenciada por brigadistas en las últimas horas.
En ese contexto, ni la llegada del avión Hércules, tras la solicitud de Conaf Biobío, logró controlar el avance que ha mantenido a la zona en alerta roja.
Durante la tarde las flamas bordearon casas del sector San José, situación monitoreada por el alcalde Víctor Hugo Figueroa y en San Luis, la primera autoridad comunal de Tomé, Ivonne Rivas, llamaba a evacuar preventivamente ante la cercanía del siniestro. “La situación es muy crítica”, advirtió.
Mientras tanto, el humo era visible desde diversos puntos del Gran Concepción y la estela inundaba el norte de Ñuble en comunas como Coelemu, donde se registró un foco en el cerro La Picota durante la tarde del miércoles ( con apoyo aéreo de Arauco) y en la noche otro en el sector Calabozo, situación atendida por los voluntarios de bomberos.
“Son 450 personas las que han trabajado en el día de hoy para controlar el incendio”, subrayó en el anochecer del miércoles el alcalde Víctor Hugo Figueroa.
Horas después el Departamento de Educación de Tomé declaró: “Debido al incendio forestal que afecta a parte de nuestra comuna (…) se suspende el retorno presencial por este jueves 4 y este viernes 4 de marzo en las escuelas San Carlitos, Millahue, Coroney, Lloicura, El Espino, San Antonio y Rafael.
Durante la noche se supo que en una cantera habría explosivos, pero que se encontraban bien resguardados para evitar el contacto con las llamas.
A las nueve y media de la mañana del jueves, Conaf Biobío hizo un primer reporte. Los Coihues II: superficie afectada estimada en 800 hectáreas. Incendio activo en distintos puntos. “En el lugar continúan trabajando recursos de Conaf, Arauco y bomberos de distintas compañías”, detallaron.
Y ya en la tarde, el director Francisco Pozo aseguraba que “ las condiciones en relación al día de ayer están mucho más calmas”.
Añadió que el apoyo de la empresa forestal, bomberos junto a Conaf han sido clave para tratar de controlar la situación.
“Siguen habiendo puntos activos. El incendio no está controlado. Tampoco está contenido y estamos trabajando en eso”, precisó Pozo.
Durante el transcurso un nuevo foco afectó al sector de San José. “Se está trabajando. Hay un sector de alrededor de 11 hectáreas. Estamos viendo cómo se controla”, indicó Pozo en el centro de mando.
Un factor que jugó en contra fue la vaguada costera. “Si bien por un lado nos baja la temperatura, nos impide tener todos nuestros recursos aéreos. Entonces el incendio puede avanzar y esperemos que se despeje para sacar todos los recursos y tener hoy día controlado este incendio”, aclaró Pozo.
De ahí que en las primeras horas solo brigadistas y voluntarios de bomberos pudiera actuar. Una aeronave de Arauco logró hacer un par de lanzamientos en la cola del incendio.
Es así como los puntos activos se concentraron en los sectores cuatro y cinco, sin amenazas de viviendas, hasta ese minuto.
Tras el llamado de Radio Agua Marina de Tomé, la comunidad dio muestras de apoyo mediante la entrega de alimentos y agua embotellada a bomberos en el cuartel general.
“Recalcar que este incendio no ha terminado. Al contrario, necesitamos mucha agua, bebidas isotónicas o energéticas como también barras de cereal”, solicitó el Superintendente del Cuerpo de Bomberos tomecino, Alejandro Mattas.
El director de Conaf Biobío, Francisco Pozo, confirmó que personal presenció directamente la intencionalidad en esta emergencia.
“Nuestros brigadistas vieron a una persona que andaba en una moto prendiendo fuego”, reveló la autoridad regional.
Recordó que también que en una de las jornadas de combate al fuego se presenció que a dos kilómetros apareció otro incendio a contra viento, el que fue rápidamente controlado.
“Claramente hay una intencionalidad”, sentenció Pozo. Al cierre de esta edición el siniestro seguía activo y en pleno desarrollo.