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La realidad de la Educación Pública en Biobío a cuatro años de la llegada de Andalién Sur

La pandemia de Covid-19 trajo consigo una baja sostenida en las matrículas, que golpeó fuertemente a las escuelas y liceos no pagados. Fortalecer el sistema, es el motor que lleva adelante la institucionalidad, la que no está exenta de críticas.

Por: Mauro Álvarez 13 de Diciembre 2021
Fotografía: Contexto.

La nueva Educación Pública, se transformó en una de las reformas más trascendentales en el área educativa, pues desde su entrada en vigencia, hace ya cuatro años, quitó a los municipios la tarea de sostener a las escuelas y liceos del país, traspasando esta responsabilidad a los Servicios Locales de Educación.

Estos servicios que actúan de sostenedores de los establecimientos públicos (11 a nivel nacional), en el caso del Biobío recae en el Servicio Local de Educación Pública Andalién Sur, a cargo de las comunas de: Concepción, Chiguayante, Hualqui y Florida, con 17.448 estudiantes, desde la etapa inicial a enseñanza media.

Fortalecer la educación

Con el propósito de desarrollar una estrategia nacional, se elaboró la hoja de ruta para fortalecer la educación para los próximos siete años.

“Después de un trabajo participativo de dos años logramos aprobar la Primera Estrategia Nacional de Educación Pública. Ésta es y será nuestra hoja de ruta. Líneas de acción e iniciativas que nos permitirán tener puesta la mirada en el desarrollo de habilidades y competencias del Siglo XXI para cada uno de nuestros niños, niñas y jóvenes” aseguró la directora de Educación Pública, Alejandra Grebe.

Lo anterior significa todo un desafío, considerando que se debe fortalecer la inclusión, la identidad y sello territorial con un foco en mejorar la calidad de la educación y la participación de las comunidades educativas, sobre todo tras enfrentar una pandemia y las bajas matriculas en las escuelas y liceos a nivel nacional.

En el caso del Biobío, debido al avance de la Covid-19 la Región debió enfrentar este 2021 que, 2.340 estudiantes desertaran de la escolaridad, de los cuales 1.244 son hombres y 1.097 mujeres. Siendo Primero Medio, el curso con mayores bajas en el sistema educativo (453), según detalló el Ministerio de Educación.

Uno de los liceos afectados y que depende de Andalién Sur, es el emblemático Liceo Enrique Molina, el cual sufrió una baja sostenida en las matrículas, bajando de 40 alumnos a 20 o 25 en algunos niveles, lo que respondería a la estigmatización y el ser sólo para hombres, algo no acorde a los tiempos actuales.

“El Liceo tiene la infraestructura y una calidad docente de primer nivel, además, ofrece desde útiles escolares hasta uniformes, por tanto, tiene todas las condiciones para ofrecer una educación de calidad. Sin embargo, los paros estudiantiles y docentes, movilizaciones válidas, por cierto, llevó a que con los años fueran bajando progresivamente las matrículas, porque se generó una mala fama”, detalló el docente del Enrique Molina, quien prefirió hacer reserva de su nombre.

Agregó que, “la realidad en la baja estudiantil, se acrecentó con la llegada de la pandemia, con 20 a 25 estudiantes por curso, por lo que este año se están llevando a cabo mesas de trabajo para que este pase a ser mixto y así revertir la mala realidad que tenemos como liceo público”.

No hay avances

Desde el Colegio de Profesores del Biobío, el presidente de la colectividad, Jorge Barriga dijo tener una visión bastante crítica de la realidad escolar que tiene la Región, ya que a su juicio la llegada del Servicio Local de Educación Andalién Sur no vino a solucionar los problemas de la educación pública.

“Hemos sido bastantes críticos con la Ley misma y la implementación, porque sigue existiendo un abandono de la educación pública, al no invertirse en recursos. En ese sentido, dimos la pelea para que no se implementaran dos nuevos servicios locales, ante la experiencia con Andalién Sur, porque no se fortaleció nada, además, hubo despidos masivos de muchos docentes y asistentes de la educación cuando se implementó el sistema en la Región”, enfatizó Jorge Barriga.

Sobre el caso del Enrique Molina, liceo tradicionalmente de hombres, desde su fundación en 1823, el dirigente de los profesores comentó que el transformarlo en mixto, sería una buena alternativa para aumentar las matrículas.

“El que existan colegios de sólo hombres o mujeres, es del siglo pasado, la educación debe girar a lo que se nos viene como sociedad, un mundo globalizado donde el hombre y la mujer, deben saber vivir y compartir y eso lo da una educación no sectaria”, enfatizó.

La directora de Educación Pública, Alejandra Grebe, detalló que los procesos siguen mejorando y permitirán un mejor traspaso, y un mayor fortalecimiento de los Servicios Locales de Educación, cuando se implementen los que faltan (se espera llegar a 59 en el país).

“Debemos ser capaces de generar una educación que sea capaz de abordar la diferenciación, inclusión y equidad que hoy nos demandan nuestras comunidades educativas. La tarea es grande e importante y fundamental para lograr todos los desafíos que esta nueva institucionalidad nos plantea. Esto es tarea de todos y debe ser un compromiso país”, afirmó.

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