Cinco comunas de la región ya retrocedieron a Fase 3 y el equipo de proyecciones de la U. de Concepción prevé que el resto de la región llegará a esos niveles en estos días. Eso sí, habría menos copamiento de camas críticas, gracias a vacunas.
En el centro de Concepción se hace evidente el cambio de fase en el plan paso a paso. Ha sido así desde que en marzo de 2020, arribó a la Región del Biobío el primer caso de Covid 19, dando inicio local a la pandemia.
La ciudad respira hoy un ritmo relativamente normal. Se ve mucha gente en las veredas, en las micros, en los restaurantes con y sin terraza.
Lo anterior, claro, se debe a que la mayor parte de la región está en Fase 4, o de apertura inicial. Esto es, se puede ir a comer, al cine, a museos, a clases, siempre y cuando se cumpla con un aforo determinado por el Ministerio de Salud, y las personas porten su pase de movilidad.
Al menos ese es el escenario en la capital de la región.
Porque esta semana la cantidad de comunas que retrocedió a Fase 3, llegó a 5. Son pocas, Biobío tiene 33 en total, pero las cifras apuntan a un alza generalizada de los contagios que plantee un escenarios similar al de la Región Metropolitana en dos o tres semanas más.
Esto es, que la región completa vuelva a Fase 3.
La curva en la zona, ya no va la baja.
La seremi de Salud reportó el viernes 159 nuevos casos, así que los activos suman 622. Como esto es sobre un total de 6.022 test PCR realizados, la positividad está en torno al 2%.
¿Qué significan estos números?
Según el equipo de Proyecciones Covid-19 Universidad de Concepción, liderado por el Dr. Guillermo Cabrera, que es además Director de la Unidad de Ciencia de Datos del Departamento de Ingeniería Informática, significa que el promedio de casos nuevos diarios será de 106 en la Región del Biobío.
El total nacional, de 2.300.
“Es un alza significativa, esta semana deberíamos llegar a los 10 casos por cien mil habitantes, lo que se entiende por nivel crítico”; asegura Cabrera.
Con dos olas de contagios a cuestas, la Región del Biobío puede imaginarse bastante bien de qué se habla cuando se habla de un alza en los contagios.
Restricciones a la movilidad, retroceso en el plan paso a paso, y en última instancia, la intolerable cuarentena.
Pero esta tercera ola, que recién comienza a empinarse, tiene algunas diferencias con las dos primeras.
De partida, es la ola que corresponde a la variante Delta del Sars Covid 19.
Se trata de una versión más contagiosa que las anteriores. Esto es, un virus más hábil para saltar de persona a persona, gracias a pequeños cambios en su genoma que hacen más fácil que infecte las células humanas.
La Universidad de Concepción probó recientemente un método para detectarla en plazo más reducido que el procedimiento habitual.
Felipe Zúñiga, docente del Departamento de Bioquímica Clínica e Inmunología de esta facultad, cuenta que el sistema logra este resultado debido a que simplifica enormemente el proceso.
“Usamos una fórmula que implica identificar sólo la mutación Delta, a través de un PCR que dura una hora y media”, explica.
“Lo hacemos identificando específicamente si están presentes dos mutaciones, que son las que entregan la clasificación de variante Delta”, aclara.
El esquema partió a mediados de octubre, y ya ha permitido detectar 10 casos delta entre 4.000 muestras que se le han enviado.
Hay otra fórmula para entender el alcance del Delta, y es el análisis de aguas servidas que realizan 30 comunas del Biobío.
La iniciativa, coordinada por el Ministerio de Ciencia y ejecutada por la U. Católica de la Santísima Concepción, testea periódicamente el alcantarillado en distintos puntos.
El resultado del último informe, es que hay presencia de la variante Delta en 10 comunas. Un tercio de la región.
Esta variante más contagiosa, junto al relajo de las restricciones después de las vacaciones de septiembre, explican el alza.
Según Cabrera, la subida en el nivel de contagios llegará a crítico esta semana.
“La provincia de Concepción, particularmente debido a la cantidad de casos en Hualqui, Concepción y Chiguayante, va a llegar a más de 10 casos por cada cien mil habitantes”, señala.
“Pero ojo, porque hay un desfase. El número de contagiados, se expresa en ocupación de camas críticas en un lapso de dos semanas. Y en la cifra de fallecidos, en torno a un mes después. Aun no vemos esa correlación, pero viene”, advierte.
El alza en los contagios significó, durante las dos primeras olas álgidas de la pandemia, una situación crítica en los servicios de salud del país.
A nivel local -y nacional, pues el sistema de camas críticas es integrado- se llegó a hablar de cómo disponer del último cupo.
La región debió triplicar su número de camas complejas, y sumar equipos de trabajo a cada una de ellas.
Hace un mes, con el fin del estado de emergencia, se procedió a desarmar este sistema.
Y justo ahora viene la tercera ola.
Desde el Hospital Regional, miran este panorama con una mezcla de preocupación…. y tranquilidad.
El director del recinto, doctor Carlos Ortega, relata que “a medida que fue avanzando el proceso de vacunación, y que se fue controlando la pandemia, empezamos a descomplejizar las camas críticas, pero siempre hemos mantenido un nivel de camas suficiente, incluso más que antes de la pandemia, previendo un eventual rebrote”.
El director del principal componente en la red de atención contra el Covid de la región, cuenta que “si bien es cierto, hay un incremento de los casos en forma progresiva después de las fiestas patrias, este incremento no ha redundado en mayores hospitalizaciones en la UCI, este número se ha mantenido estable”.
¿Por qué sucede esto? Basta ver la cifra de hospitalizados hoy en el Hospital Regional, que hoy tiene en cama crítica a cinco personas.
“Cuatro de ellas no tienen vacunas”, expone Ortega,
“Hay un porcentaje importante de personas, sobre todo jóvenes, que no se han vacunado”, cuenta.
Leonila Ferreira, jefe médica de la Unidad de Paciente Crítico, expresa que “claramente, los únicos pacientes que estamos recibiendo corresponden al grupo de riesgo de los no vacunados”.
“Nosotros nuestras camas de la UPC mantienen un aumento en el número total en relación a lo que teníamos previo a la pandemia. Pero, lo que hemos venido observando es un claro descenso en el número de pacientes Covid, en este momento, tenemos cinco hospitalizados, de los cuales cuatro no tienen vacuna”, cuenta.
“En el país, hay más de 1,2 millones de personas no vacunadas, así que debiéramos seguir recibiendo pacientes”, afirma.
Para el doctor Ortega, la situación no llegará a la altura de la primera o segunda ola de pandemia, cuando todas las comunas de la provincia pasaron a cuarentena.
“Nosotros estamos viviendo un proceso parecido al de Reino Unido o Israel, que vieron un aumento de casos, pero esto no significó un aumento de casos graves o conectados a ventilación mecánica”, explica.
“Es posible que esta ola no impacte en las camas críticas que tenía en otras fases de la pandemia. Y nosotros, que estamos en un plan de descomplejización, tenemos al mismo tiempo preparado el de complejización, que significa que podemos sumar camas”, previene.
La Región del Biobío está a punto de alcanzar la meta de cobertura que se planteó el Ministerio de Salud al comienzo de la campaña de inmunización Covid.
A la fecha, la zona es de las regiones con más cobertura a nivel nacional, con un 94%.
Pero, si se hace el desglose de las cifras que entrega la Dirección de Estadisticas e Información en Salud del Minsal, el DEIS, resulta que la población menor de 40 años no cumple la meta, y que la población entre 40 y 49 años, está bajo el primerdio.
Este grupo concentra a las personas sin ninguna dosis.