Actores políticos y sociales de la región manifestaron que todo lo dicho demuestra “la desconexión de la élite”. Además, exigieron un cambio al sistema de ahorro previsional.
Uno de los temas que se ha tomado la agenda social durante el último año es todo lo que sucede y sucederá con el Ahorro de Fondos Previsionales (AFP). El sistema, que fue instaurado durante la dictadura militar, ha sido cuestionado por las pérdidas constantes de los cotizantes, porque los trabajadores no ven reflejados sus imposiciones en sus ahorros y porque se ha tenido que echar mano a esos fondos para tratar de solucionar, en algo, la crisis económica generada tras el estallido social y la pandemia.
Esta semana, la presidenta de las AFP, Alejandra Cox, generó una gran polémica con dos frases: “una persona que hoy día tiene 25 años sepa que la probabilidad que pueda pensionarse a los 65 es cero” y “Nicanor Parra trabajó hasta los 103 años. Tenemos que potenciarnos como activos mientras la salud nos permita”.
Las declaraciones molestaron a muchos, a través de las redes sociales, tanto que luego se disculpó por las molestias que pudo provocar a la clase trabajadora.
Pero, surgieron varias interrogantes, principalmente, orientadas a la desconexión del empresariado con la clase trabajadora y las distintas entidades de previsión con sus cotizantes.
Manuel Rodríguez, sociólogo y con gran experiencia en política, dijo que “estas declaraciones son el reconocimiento explícito del fracaso de un sistema como el de las AFP. Dejan en evidencia de que, al término de la vida laboral normada por las administradoras, la mayoría recibe pensiones miserables”.
Agregó que esta condición acreditada obliga a los pensionados a continuar trabajando. “Si aceptamos este criterio de la ejecutiva de la asociación de las AFP, y debemos seguir trabajando hasta los 100 años, entonces no se justifica la existencia de este deficiente y fracasado sistema”.
Leonardo Gutiérrez, sociólogo y presidente regional del Frvs, señaló que esta situación pasa por la total desconexión de la élite con el mundo real. “Esto es brutal. Plantear una brutalidad como esta es desconocer la realidad de los trabajadores. La declaración tiene un sesgo ideológico que busca sólo defender a las AFP y su fracasada fórmula de pensiones”, dijo.
Criticó la frase sobre la jubilación hasta los 100 años y preguntó: “¿Quién podría jubilar a esa edad? Hay trabajadores que realizan tareas pesadas, sin condiciones laborales adecuadas y con bajos sueldos. Obviamente, hay un sesgo de clase. Este sistema ya fracasó. Después de 40 años las pensiones ya son miserables. Hay que avanzar a un modelo integral que garantice una pensión básica universal superior a la línea de la pobreza”.
Con este sistema de pensiones, los más perjudicados han sido los trabajadores que han visto cómo sus ahorros no han rentado en el tiempo.
Lorena Lobos, presidenta de la Anef Biobío y candidata a constituyente por el Distrito 20, manifestó que la élite chilena “jamás se ha conectado en lo social. Los intereses y motivaciones de las AFP tienen que ver con el mercado y como ese mercado se convierte en capital. Hoy, el objetivo de las AFP es favorecer al mercado de capitales y ser combustible de dinero para los grandes grupos económicos. No cumple con el objetivo de pagar buenas pensiones, que era una de sus ideas iniciales”, explicó.
Sobre cómo se puede mejorar este sistema, la dirigente sindical indicó que si hubiese voluntad política para cambiar las cosas “no se opondrían a los retiros que han sido tabla de salvación para la clase media o bajarían los años sobre los que se calculan las pensiones. Con esto, las pensiones mejorarían en un 25% de inmediato Si pretendemos pensar en seguridad social, debemos enfocarnos en que sean dignas y estén de acuerdo con la cantidad de años trabajados, hay que cambiar el lenguaje, porque es imposible ligar esto solo con el aporte individual”, dijo.
Desde el mundo político, también hubo críticas a los dichos de Alejandra Cox. El senador Alejandro Navarro (PRO), fue enfático en señalar que “desde las AFP insisten que para subir las pensiones hay que elevar la edad de jubilación de las mujeres a 65 años y de los hombres a 70 años. La industria que ella representa no hace esfuerzo alguno y quieren seguir manejando los recursos de todos los chilenos. Llegó la hora de terminar con las AFP y a proteger los fondos de los trabajadores, que siempre estarán a disposición de ellos para un cuarto, quinto o sexto retiro, pero que contribuirán a pensiones dignas iguales al sueldo mínimo como base garantizada”.
En tanto, el diputado del Distrito 20, Leonidas Romero (RN), expresó que “desgraciadamente, estas son opiniones de personas que viven en un mundo paralelo, que no tienen necesidad y que no se han visto afectadas por el estallido social y la pandemia. Algunos viven fuera del país y otros viviendo en el país tienen una realidad muy distinta a la gran mayoría de los chilenos. Yo valoraría que personas como ella sigan disfrutando de su plata con la boca cerrada porque le hacen mucho daño a la gente humilde y necesitada. Esto es apagar el incendio con bencina y aumenta la rabia de la del chileno”, dijo.
Agregó que el sistema debe tener un cambio radical. “Debemos generar un nuevo sistema que permita optimizar recursos y dé un buen trato a nuestros trabajadores al momento de jubilar”.