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Biobío con cifras en rojo: ¿quién tiene la responsabilidad?

Desde el inicio de la pandemia, la Región nunca estuvo peor en cuanto a casos diarios, activos y fallecidos. ¿Por qué se llegó a esto? ¿Errores del gobierno? ¿La gente se relajó? Proyecciones auguran un escenario aún más grave para los siguentes meses.

Por: Carlos Campos 12 de Diciembre 2020
Fotografía: Isidoro Valenzuela

El 9 de marzo Biobío confirmó su primer caso de Covid-19. A poco más de 9 meses de aquel día, en la Región se contabilizan casi 40 mil contagios totales, cientos de hospitalizados, más de 2 mil casos activos y una cifra de muertos que ya bordea los 700.

En marzo, abril y mayo parecía que se venía el mundo encima. De golpe hubo que encerrarse y la casa asomó como el lugar más seguro para evadir un virus que no hacía tanto daño como ahora donde, a diferencia de esos meses, las calles lucen repletas.

Pese a tener 6,5 millones menos de habitantes en relación a la región Metropolitana, Biobío hoy está a un paso de ser la zona con mayor cantidad de casos activos en el país. ¿Qué pasó? ¿Por qué a esta altura del año Biobío vive tamaña crisis? ¿Quiénes son los responsables del delicado momento sanitario de la Región?

Análisis local

“Sin duda que la pandemia no se está manejando bien. Las medidas son confusas y contradictorias. Se restringen libertades de movilidad, pero a la vez se abren las fronteras. No se entiende. Uno acá hace trazabilidad con los casos que llegan al hospital, pero a esas personas que llegan del extranjero, ¿se les somete a todos los controles que corresponden? La PCR tiene hasta un 30% de falsos negativos, lo que representa que hasta 30 de cada 100 personas pueden tener covid cuando su resultado sale negativo”, expresó Marta Werner, jefa de la Unidad de Epidemiología del Hospital Regional de Concepción.

Guillermo Cabrera es director del Equipo de Proyecciones Covid-19 de la UdeC, cuyo trabajo ha sido uno de los más certeros. “Hace un mes, proyectábamos que iba a ocurrir lo que ocurrió la semana pasada. Los contagios van siguiendo nuestras proyecciones y, si no se hace nada, seguirán aumentando. De acuerdo a nuestro modelo, los datos de esta semana superan la proyección que hicimos, lo que quiere decir que la tasa de contagios ha empeorado”.

A nivel político, hay dardos para todos lados. En esa línea, el alcalde de Chiguayante, Antonio Rivas, dijo que “hay desinterés por enfrentar este problema con un gobierno que no quiere gobernar. La gente no le cree a esas cuentas que el ministro da sentado en televisión. Sacaron a un ministro de una impresionante soberbia y pusieron a otro que es más bien un locutor de programa de televisión. Ese descrédito a las autoridades lleva a la desobediencia”.

Patricio Kuhn, intendente del Biobío desde hace menos de un mes tras la salida de Sergio Giacaman, comentó que “no creo que haya uno o varios culpables. El coronavirus es una enfermedad para la que nadie en el mundo estaba totalmente preparado, ejemplo de ello es que los países más desarrollados han tenido complicaciones en su manejo. Siempre hay cosas que se pueden mejorar desde las autoridades o de la ciudadanía. Lo importante para enfrentarla es la unidad”.

El alcalde de Hualqui, Ricardo Fuentes, comentó al respecto que “la responsabilidad es compartida. El autocontrol es la única forma de hacer que las cifras bajen, pero hay un porcentaje de la población que no atiende medidas y hace oídos sordos. Esos son los que trasladan los contagios y generan brotes. El gobierno debe mantener liderazgo con una voz clara, precisa y con la autoridad necesaria. Pero eso no lo vemos y, por ello, la gente no respeta las reglas”.

A su vez, Henry Campos, alcalde de Talcahuano, aseguró que “ni el Estado, ni gobierno ni los alcaldes andamos contagiando. Acá es la gente quien se contagia si no cumple las medidas sanitarias básicas. Nadie se contagia porque sí o porque el Estado lo quiso, sino que por las medidas que incluso se han relajado dentro de las familias. Es cosa de ver cualquier Instagram o red social de gente que vive en Santiago, donde arman tremendas fiestas. Por esa irresponsabilidad y el poco cuidado los han pasado a Fase 2”.

¿Hay colaboración?

Biobío recién pasó los 100 contagios diarios el 28 de mayo, donde hasta ese momento eran 10 los fallecidos. Sin ningún tipo de cuarentenas y los cordones sanitarios como estandarte, el encierro voluntario de millones de ciudadanos daba resultados positivos. El escenario actual marca todo lo contrario: un alza en los fallecidos, casos diarios y activos, parece no amedrentar a muchos que, más allá de tener que por obligación retornar a trabajar, viven el día a día con aparente normalidad. ¿Ha sido el comportamiento ciudadano el adecuado? ¿Hay relajo? “No ha apoyado mucho la gente y eso se evidencia en la gran cantidad de incumplimientos por fiscalización. Sólo en los últimos tres días en Los Ángeles, por ejemplo, había 217 sumarios sanitarios. Eso indica que no hay responsabilidad en el autocuidado”, manifestó la jefa de la Unidad de Salud Pública de la seremi de Salud, Cecilia Soto.

“Hoy tenemos un relajo importante de la población y eso se ve en la calle. Al principio nos asustamos todos, porque no sabíamos el comportamiento del virus, pero tanto tiempo encerrados genera gran aburrimiento. El problema de hoy es que se bajó la guardia en los fines de semana y los cumpleaños. Tenemos más de un 70% de los contagios que se están dando en reuniones familiares. No se están respetando las medidas”, sostuvo Henry Campos.

Su par de Chiguayante, Antonio Rivas, aseguró al respecto que “yo todavía tengo gente en la comuna que hace fiestas y asados en los pasajes. Ni siquiera en la casa, sino que en plena calle. La gente sigue circulando con soltura en pleno toque de queda. Los vecinos no atienden las recomendaciones que son necesarias y buenas, sino que hacen su vida normal. Tendremos un aumento en los contagios, ya que cada vez las autoridades están más deslegitimadas. Y digo están, porque los alcaldes gozamos de un buen aprecio”.

Hoy se cumplen 279 días desde el primer caso de Covid-19 en Biobío. Sobre el comportamiento ciudadano, el intendente de la Región dijo que “yo no hablaría de relajo, reconocería un cansancio de la gente. Han sido meses muy agotadores para todos, principalmente para la ciudadanía y sobre todo para los trabajadores de la salud que día a día arriesgan sus vidas por nosotros. Ninguna medida será efectiva sin el compromiso de la ciudadanía, y por ello tenemos que trabajar para que la gente se vuelva a cuidar como lo hizo en un principio de la pandemia.

La epidemióloga Marta Werner indicó que “el grueso de las personas que han llegado a nuestro hospital, se ha infectado en contextos de reuniones familiares o con amigos. ¿Dónde más se expone la gente? En los traslados, y he visto como la gente viaja apretada en las micros para que el toque de queda no los pille. El hospital es un reflejo de lo que ocurre en la comunidad, y las hospitalizaciones han aumentado con furor”.

Centralismo

Nada que no se haya visto antes, pero lo que ocurrió en la víspera del pasado 18 de septiembre entre el ex intendente Sergio Giacaman y el ministro de Salud, Enrique Paris, fue la evidencia de la desconexión que hay en torno a las regiones desde la capital. “¿Nuestra voz es escuchada? Yo creo que sí. Muchas de las determinaciones que se han tomado, sino casi todas, han sido por recomendación de las autoridades locales”, aseguró Patricio Kuhn.

El intendente del Biobío añadió al respecto que “prueba de que es escuchada nuestra voz, es que el Gobierno del Presidente Sebastián Piñera ha tomado en cuenta la voz de la gente que trabaja en la región del Biobío en determinaciones anteriores de la pandemia de influencia nacional”.

Henry Campos, dijo que “cuando Santiago estaba mal, parecía que todo Chile estaba mal, pero cuando Santiago se empezó a liberar, las regiones cayeron en una situación más compleja. En los matinales se daba a entender que las cosas ya estaban bien y esa percepción distorsionó la realidad. No se mostró lo crudo de la pandemia en el Biobío”.

En esa misma línea, los alcaldes a lo largo de todo el país, han sido de los más activos exigiendo un mejor control de la pandemia. “Hoy, con este virus, se ve que el centralismo opera para todo, incluso el del propio Concepción que nos afecta a otras comunas, ya que el seremi debe obedecer al ministro y no se escuchan las otras realidades. Parece que sólo el ministerio tiene la palabra, pero nosotros vemos cosas distintas. El Gran Concepción tiene una movilidad homogénea, por lo que cuando se declara cuarentena debería ser en todas las comunas de forma simultánea”, afirmó Ricardo Fuentes, alcalde de Hualqui.

¿Otras medidas?

Hoy la Región vive, por lejos, su peor momento. ¿Cómo salir de esto? ¿Son las cuarentenas la única solución? ¿Qué otras fórmulas hay para disminuir los contagios? En Concepción, por ejemplo, desde el 21 de noviembre se adelantó para las 20 horas el toque de queda, una medida que está lejos de generar consenso. “Disminuyó un poco la movilidad, pero han aumentado más rápido los casos. O sea, no surtió el efecto adecuado”, aseguró el director del Equipo de Proyecciones Covid-19 de la U. de Concepción, Guillermo Cabrera, agregando que “se empiezan a tomar decisiones cuando estamos saturados”.

La jefa de la Unidad de epidemiología del Hospital Regional, Marta Werner, expresó que “seamos súper sinceros, una cuarentena no nos ayudó. Yo pienso, ¿cómo no va a haber flexibilidad en el horario de salida de los trabajadores para no generar colapso? Es increíble que a nivel de transporte no se den reglas básicas como que hoy, por ejemplo, ninguna persona vaya de pie. Nadie vela porque en los buses se cumpla el distanciamiento. Todo el mundo anda corriendo para que el toque de queda no los pille”.

Y a nivel político, ¿qué propuestas hay? “Los días de cuarentena no hay control, entra y sale gente, circulando una enorme cantidad de vehículos, ¿de qué forma funciona la comisaría virtual y cómo se consiguen los salvoconductos?”, dijo el alcalde de Hualqui. Antonio Rivas recalcó que “la locomoción colectiva es un punto de contagio de mucha gente, pero el ministerio de transportes está distante de una estrategia que no existe, de participar y controlar en que se cumplan los aforos dentro de la locomoción”.

Henry Campos, sostuvo que “no tengo antecedentes científicos ni un estudio para corroborar que en el transporte público tengamos más contagios o no. Evidentemente uno ve mayor aglomeración y, lo que uno pudiese pedir como autoridad, es más responsabilidad a las empresas para que modifiquen los horarios de salida de sus trabajadores. La medida más efectiva en Biobío han sido las cuarentenas, porque los casos han bajado considerablemente”.

La fiscalización

Es uno de los cuestionamientos principales a nivel país. ¿Se vela realmente por el respeto al cumplimiento de las medidas sanitarias? El intendente Patricio Kuhn aseguró que “en Biobío hay más de dos mil fiscalizaciones al día entre cuarentenas y toque de queda, así que creo que fiscalización hay. ¿Se puede mejorar? Es probable y hemos estado trabajando en estrategias para que ello ocurra. No podemos tener un fiscalizador para cada persona, se requiere compromiso de toda la ciudadanía”.

Henry Campos, comentó que “he hecho saber esa crítica en la mesa Covid y en otras esferas del gobierno. Estamos con relajada fiscalización de cuarentenas y toques de queda. La primera vez que se aplicó cuarentena en fase 2 salió mucha policía para resguardar el cumplimiento, pero hoy no se ve la misma intensidad”.

El alcalde de Hualqui, Ricardo Fuentes, manifestó que “Carabineros no hace controles ni detenciones. Las multas son tan bajas, que a la gente le da lo mismo volver a incidir. Tienen que haber sanciones que a la gente la hagan pensar en no cometer las mismas faltas. Este país es muy permisivo. Se perdió el respeto y la autoridad a la institucionalidad”.

Antonio Rivas, aseveró sobre tal ítem que “en un sistema democrático, las fuerzas de armada y orden, obedecen al liderazgo político y eso es lo que aquí no se ve. Tenemos una declaración mentirosa de cuarentenas, que sólo tienen externalidades negativas. Con buenas medidas, pudimos pasar de fase 2 a fase 3, pero hoy estamos tiritando por volver a fase 1”.

Duras proyecciones

Si hoy el escenario es grave, ¿qué se espera para los próximos meses? Guillermo Cabrera, director del Equipo de Proyecciones Covid-19 de la UdeC, expuso que “seguramente en enero las tasas de contagio van a empeorar aún más, ¿y por qué? Porque se abrieron las fronteras. El problema que tienen en Europa con la segunda ola, es que aparecieron nuevas cepas. Entonces, lo que estamos haciendo ahora, es dejar que esas nuevas cepas entren. O sea, si no se hace nada, esto empeorará aún más y la segunda ola será muy fuerte, similar a la de Europa, que fue más fuerte que la primera”.

En esa misma línea, ¿se calculan cifras en Biobío de aquí a un par de semanas? Cabrera aseguró que “estos modelos matemáticos usan supuestos y, el más importante para proyectar, es que la gente se seguirá comportando como hasta ahora. Si tomas en consideración eso, de aquí a febrero tendríamos un peak muy alto, con el doble de casos activos que tenemos ahora. Y lo actual ya es grave. Esperemos que esto cambie, que nos pongan en cuarentena y no lleguemos a esas cifras”.

Y la respuesta hospitalaria en cuanto a camas, ¿dará abasto? La jefa de la Unidad de Epidemiología del Hospital Regional, Marta Werner, afirmó que “la respuesta está, y si no, habrá regiones vecinas que darán soporte. El punto es otro. No hemos logrado dimensionar esto, ¿qué le respondemos a la cantidad de personas que fallecieron por otra enfermedad y no tuvieron acceso a un tratamiento?

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