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La oportunidad que representa la Covid-19 para el planeta

Por: Mauro Álvarez 06 de Junio 2020
Fotografía: Archivo

Académicos explican los beneficios que representa para la biodiversidad el confinamiento ante la pandemia, lo que derivó, por ejemplo, en la disminución de emisiones de dióxido de carbono y avistamiento de especies en áreas urbanas.

Menos emisiones de CO2 de lo que se tenga registro en la historia, es parte de los que también ha dejado la pandemia Covid-19 en el mundo, lo que ha mejorado considerablemente la calidad del aire y el medio ambiente en general.

Si bien el coronavirus ha sido algo terrible para la vida humana, especialistas en el área medioambiental explicaron a Diario Concepción, que igual significó un beneficio para la biodiversidad, no sólo presente en Chile, sino en el mundo. Lo anterior, tras el Día Mundial del Medio Ambiente conmemorado ayer.

Especies que antes no vislumbrábamos están volviendo a áreas que habían abandonado, a su vez, han bajado los niveles de energía, disminuyendo la contaminación atmosférica de ciudades colapsadas, todo esto gracias al confinamiento generado por coronavirus.

“Si bien es complejo decir que la pandemia ha tenido ventajas sobre el planeta, hemos visto que ha mejorado bastante el medio ambiente, lo que nos hace dar cuenta de la relación negativa con él”, manifestó el profesor emérito de la Facultad de Ciencias Ambientales y parte del Eula UdeC, Dr. Óscar Parra.

Alejandro San Martín, académico Unab y Magister en Gestión Ambiental por la Usach, argumentó que, a pesar de haber bajado las emisiones de CO2, no lo han hecho las concentraciones de este en la atmósfera, “lo que nos lleva a pensar que para ver un cambio y terminar con el efecto invernadero y el calentamiento global, se requiere de décadas de emisiones sustancialmente menores que las de hoy, por lo que lo que está pasando ahora es un paréntesis”.

Lo anterior, explicó San Martín, porque “luego se retomará la senda de crecimiento sucio y las emisiones volverán a subir en los años siguientes. Sin embargo, si algo positivo podemos extraer de este período es darnos cuenta de que es nuestro sistema económico y forma de vida, el que genera grandes emisiones de gases de efecto invernadero y de que sí podemos pensar en construir una economía distinta”.

Un cambio de vida

Las mejoras se podrían lograr desconcentrando las grandes ciudades, recalcó el profesor Parra de la UdeC. “Las intervenciones que hemos hecho sobre la naturaleza nos han hecho tener cada día una calidad de vida mucho más compleja y esto tiene un montón de enfoques como, por ejemplo, Chile tiene una diversidad enorme de territorio, uno de los más ricos del mundo y sólo estamos concentrados en mayor medida en las metrópolis”, comentó.

Lugares como la Reserva de Nonguén y los Humedales presentes en la zona han experimentado cambios estos meses, “algo que también pasa en el radio urbano, especies que antes no veíamos en las ciudades han vuelto a aparecer, donde hay menos visitas a los espacios de biodiversidad, producto del confinamiento en los hogares”, indicó el profesor emérito de la UdeC.

Lo anterior, añadió el profesor Óscar Parra, “porque ha disminuido la concentración de vehículos, hay más silencio y se ha mejorado la calidad del aire, lo que ayudará a mejorar la calidad de vida de la gente, una vez que salgamos de esta pandemia. Nos servirá para darnos cuenta que hay que distribuir la población y sacarla de Santiago y las otras ciudades grandes”.

Martín Sanzana, de Red de Humedales Bío Bío, aseguró que los ecosistemas tienen un poder de resiliencia muy grande y tienden a regenerarse, algo que la sociedad ha subestimado. “Es por ello que estamos tan susceptibles al virus, ya que al destruir los ambientes biodiversos nos volvemos presa fácil de las enfermedades, por lo que, si no aprendemos ahora, las próximas generaciones tendrán problemas mucho peores”.

Opinión que comparte el académico Alejandro San Martín, “si luego de la pandemia volvemos a nuestras vidas y negocios tal como antes, entonces, estos efectos serán sólo de corto plazo, mientras que, si se producen cambios estructurales, es posible que los efectos sean de más largo plazo. Tanto las autoridades como los ciudadanos debemos darnos cuenta de que la Covid-19, además de una tragedia social y económica, representa una oportunidad de volver a crecer de una manera más sustentable, de modo que las ayudas y estímulos deberían ir prioritariamente a los sectores que aportan en sustentabilidad y no a sectores que sean grandes emisores de CO2 y de contaminantes locales”.

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