Ensaladas, lentejas y carbonada. Ese ha sido el menú que en tres ocasiones distintas ha entregado un grupo de estudiantes de la carrera de Nutrición y Dietética UdeC a transeúntes del centro de Concepción. La idea es aportar desde sus conocimientos, de manera gratuita, a las personas que trabajan y transitan por el centro, así como a quienes participan de las movilizaciones de estas últimas semanas.
El grupo de unas 20 estudiantes, más 10 profesores que apoyan con financiamiento y logística, se encuentra desarrollando esta actividad desde hace tres semanas. Se organizaron en una asamblea, para decidir cuál era la mejor forma de participar en el movimiento social. Para ellas, la respuesta fue clara: debían aportar con sus conocimientos, en algo fundamental para las personas, es decir, a través de la alimentación.
“Esto nos ha servido como acercamiento a la comunidad. Ahora no andamos con uniforme, pero nos preguntan de dónde somos y cuando decimos que de Nutrición, nos empiezan a preguntar cosas. Uno a veces ayuda con un simple consejo, también demostrando que comer saludable no es caro, que se puede hacer un buen plato con cosas sencillas”, explicó Macarena Vargas, estudiante de cuarto año.
Es por ello que, en una de estas jornadas en Plaza de Tribunales, las jóvenes decidieron elaborar un menú saludable con distintas ensaladas, más porotos negros. Alrededor de ellas, personas de distintas edades y que en ese momento se encuentran en el lugar por diversos motivos, aprovechan de hacer un alto para comer.
Fue el caso de Marcela García, que se encontraba en un trámite personal. “Pensaba que había que pagar, pero me dijeron que se podía cooperar con alimentos, así que le pediré a mi hijo que venga a dejarles algo”, dijo, y alabó la organización de las estudiantes. “Es bueno que hagan esto, lo que está pasando a nivel país es terrible”, comentó, al tiempo que señaló que una de sus principales preocupaciones es el tema de las pensiones.
Para las estudiantes, esta iniciativa les ha significado nuevas rutinas, como organizarse para ir a la Vega Monumental por los alimentos, o reunirse a picar y pelar las verduras. Los profesores también se han unido a estas tareas. Macarena cuenta que, en esta última jornada, los docentes aportaron con fuentes para dejar los alimentos y también con su trabajo desde temprano para hacer posibles los almuerzos.
En cuanto a la recepción del público, señaló que ha sido muy positiva. “El primer día hicimos lentejas y nos demoramos en cocinar porque no llegaba el gas. Después terminamos de cocinar y había una fila enorme, la comida nos duró como 10 minutos”, contó.