Ciudad

Rodrigo Lagarini: “Que me hayan quitado un ojo, me da más ganas de seguir luchando contra la desigualdad”

El 22 de octubre, el estudiante penquista Rodrigo Lagarini perdió la vista a causa de una lacrimógena, pero no su conciencia social. Aseguró que seguirá peleando para que las condiciones cambien en Chile.

Por: Mauro Álvarez 07 de Noviembre 2019
Fotografía: Carolina Echagüe M.

“A veces el destino te pone en el lugar preciso, equivocado o no, eso es parte del destino y se tiene que aceptar tal y cómo se presenta”. Estas palabras, llenas de sabiduría y serenidad, que parecen pronunciadas por un veterano, pertenecen en realidad a un joven de sólo 24. Se trata de Rodrigo Lagarini, estudiante de pedagogía en Educación Física y parte de una compañía teatral, que el 22 de octubre a causa de una lacrimógena disparada directamente a su cara, perdió de forma permanente la visión de su ojo derecho, en calle Maipú con Paicaví.

Si bien el diagnóstico: estallido de globo ocular y fractura de piso orbitario, lo afectó notoriamente, no le quitó su alegría. Esto porque él ya sabe lo que es vivir con una discapacidad: nació con microtia total en su oído izquierdo, por lo que sólo escucha por el derecho.

Si bien se reconoce como un joven privilegiado, cuenta que tiene una veta social muy arraigada, que nació por “la Mary”, su nana desde hace 16 años y de los amigos que ha conocido con el pasar de los años. “Ella es mi mejor amiga, me cuida desde que tengo ocho años y mis amigos, de diferentes realidades sociales, son mi motor para querer que las cosas cambien en este país”, señala.

Hijo de dos profesores, además, es artista circense en el colectivo “Teatro La Callejera”, compañía que lleva dos años en Concepción. “Hemos trabajado en el Sename y escuelas de alto porcentaje de vulnerabilidad, también, en la calle, donde llevamos nuestro arte para que todos tengan la posibilidad de verlo”, agrega.

– ¿Cómo viviste ese 22 de octubre?

– Yo estaba con mi polola ese día, como se dice “sapeando” lo que estaba pasando, en ese momento había gente tirando piedras en el lugar, eran muy pocos. Se empezó a acercar un contingente de Carabineros en el zorrillo, cuando me llega el disparo de una bomba lacrimógena directamente a mi cara, a quemarropa. No divisé lo que estaba pasando, fue todo muy rápido (…), llegaron 10 personas a asistirme, me hicieron presión en el ojo, me pusieron agua y suero, luego un parche y me llevaron a urgencia del Hospital Regional. Carabineros salió arrancando, asumo que por el miedo a ser identificados. Mi polola estaba en calle Carrera, la llamaron y llegó, y gracias a un auto particular me trasladaron al hospital, fue una situación muy confusa, yo sólo oía los comentarios, no podía ver nada.

– ¿Tu vida cambió mucho a partir de ese momento? ¿Cómo estas ahora?

– Mi vida se afectó, hoy choco con las paredes, con las personas, estoy viviendo el proceso de lo que significa perder la vista, ya que afecta la profundidad ver sólo por un ojo. Ahora estoy adaptándome, mi carrera ayuda bastante, me estoy moviendo de a poco, esa es la mejor terapia, no dejar de hacer cosas. Tengo fotofobia ahora, sobre todo, en la mañana y en la noche, pero la gente que ha perdido la vista, me cuenta que es normal, así que en eso estoy, aceptando mi nueva realidad.

Ya no puedo ir a las marchas, así que estoy dando la pelea desde redes sociales y a través de los medios de comunicación.

– Participaste con tu testimonio en la Comisión de Derechos Humanos. ¿Cómo viviste ese momento?

– Con mucho nerviosismo, pero he recibido muchas felicitaciones de personas de todo Chile. El mensaje que dí me nació del corazón, lo que cautivó a mucha gente. La gente está muy agradecida de mis palabras, con un mensaje muy potente y certero de lo que se está viviendo. El mensaje de Carabineros que se ajusta a los procedimientos no es verdadero. Si no fuera por lo celulares y mi apellido, lo que se está viviendo estaría oculto.

– ¿Cómo ves tu vida, de aquí en adelante?

– De forma muy optimista, adaptándome a vivir sólo con un ojo. Hay gente que la pagó mucho más cara. Estoy agradecido de la vida que sólo sea uno de mis ojos, lo que es una gran ventaja. Yo nací con una microtia total en el oído izquierdo, por lo que ya sé lo que es vivir con una discapacidad, si no fuera por eso, quizás estaría llorando, pero que me hayan quitado un ojo, más ganas me dan de seguir luchando, porque lo que estamos pidiendo como sociedad es lo justo para todos, porque no es justo que los grandes grupos económicos concentren la riqueza, eso no es correcto, hay mucha desigualdad en Chile, algo que tiene que cambiar.

– ¿De dónde viene tu conciencia social?

– Esto viene desde el momento de haber sido criado por una nana, porque ella es del pueblo, algo que me ha llevado a interiorizarme desde pequeño que existe una cruda realidad en el país, con los años me ha contado su vida, hemos llorado juntos, incluso, porque es muy fuerte la desigualdad social, como también a través de la música, específicamente el rap, que me ha enseñado mucho y mi trabajo con el colectivo, trabajando con los niños del Sename y escuelas vulnerables.

– Conociendo la realidad de esos niños, ¿entiendes el enojo de jóvenes marginados que participan en destrozos y saqueos?

– Sí, totalmente. Si bien no la comparto, entiendo su rabia y que quieran quemar y tirar piedras, porque hay un sentimiento de frustración en ellos. Hay jóvenes que han salido del Sename insertos en las manifestaciones, ¿Quién más vulnerado que un niño Sename? Su realidad es tremenda, no han tenido oportunidades que muchos de nosotros sí. Al cumplir 18 ya están con la etiqueta de vulnerabilidad, con pocas o nulas posibilidades de surgir, entonces, ¿qué se les puede pedir? Son hijos del mal sistema que vivimos como país.

– Volviendo al 22 de octubre, ¿te arrepientes de haber estado ahí?

– No, yo creo que lo que pasó es por algo, ese momento que me separé de mi polola, si bien yo no soy creyente, lo siento como una misión de la vida. El haber llegado a la comisión de DD.HH. no creo que haya sido una casualidad, que la gente me haya dado buenos mensajes, me dio una responsabilidad para con la sociedad y si me tengo que transformar en el estandarte de todos quienes perdieron la vista, démosle, porque el o los responsables deben pagar con cárcel, porque en nuestro país, con este movimiento, se está violando los derechos humanos tal y como se dio en Dictadura.

– ¿Cómo te sientes ahora?

– He recibido mucho cariño, es triste lo que me pasó, sí, pero es muy lindo que todo el cariño que he entregado a través del arte callejero, se retribuya. No he tenido tiempo para estar triste, recibo todo con gratitud. Al principio dije: “primero una oreja al nacer, ahora un ojo”, pero filo todo pasa por algo, pienso que alguna misión tengo con todo lo que me ha pasado, si es que tengo que llegar a la ONU para representar a todos, lo hago feliz.

Etiquetas