La destruida estructura de Sodimac, que fue incendiada el lunes en el contexto de las manifestaciones, no sólo dejó una triste postal en Concepción que impresionó a la zona, sino también una oportunidad de trabajo para los recolectores y venta de chatarra.
María Irribarra, que trabaja junto a su marido en venta de metales, contó que hace varios días quisieron entrar al lugar a sacar la chatarra, pero que Carabineros no los había dejado entrar, pues en el interior había un cajero automático que debían retirar. “Ahora ya lo sacaron y nos dejaron sacar fierros para vender, lo que nos permitirá tener para comer, porque en estos días trabajar ha estado muy difícil”.
Como Irribarra en el lugar habían más de 20 personas, todos recolectores y vendedores de material, que intentaban rescatar lo poco y nada que quedaba de la estructura de Sodimac.
Y si bien, el incendio del local comercial generó una oportunidad de negocio para algunos penquistas y propicia la limpieza del lugar para su posterior reconstrucción, podría generar un riesgo en las personas que están trabajando con material de oxicorte para extraer los fierros, pues el techo de la empresa de materiales de construcción se encuentra muy dañado y con sectores a punto de derrumbarse.
Sin embargo, los comerciantes de chatarra se mostraron confiados en que eso no sucederá. “Estamos cortando, pero las zonas que vemos que no son peligrosas y que no son de estructura base”, comentó Juan Solís mientras junto a su padre, José, cortaban unos pilares del lugar.