Durante la tarde ayer, se realizó la primera reunión entre la Superintendencia de Servicios Sanitarios, Aguas San Pedro y Essbio para definir un cronograma.
Gonzalo Henríquez
A fines del año pasado y como una medida preventiva, la planta de captación La Mochita se vio obligada a cerrar su planta de producción de agua potable, luego que un camión cargado con petróleo volcara en la ruta de la madera, contaminando el río Bío Bío.
Es el último evento conocido que obligó a tomar una medida de esta naturaleza en la Región. No obstante aquello, y ante lo ocurrido en Osorno, el jueves se ofició a Essbio y Aguas San Pedro que, a partir de la próxima semana, se realizará una fiscalización específica para conocer los eventuales riesgos de que algo similar ocurra en la Región.
El jefe de la oficina regional de la Superintendencia de Servicios Sanitarios, Rodrigo Riquelme, explicó que son plantas de similar naturaleza a la de Osorno, es decir, con captaciones superficiales y/o de fuentes únicas, las que se han definido como prioritarias para este proceso. Para ello, cinco funcionarios de la S.S.S. se desplegarán en la zona para tales efectos.
“Los mayores riesgos en esta región son, más bien, frente a eventos naturales, de lluvia intensa, que aumenta el nivel de turbiedad, pero las plantas están diseñadas para abatir esos riesgos de turbiedad. Lo otro es verificar que se cumpla con la norma de fierro y manganeso que puedan existir en el agua potable”, dijo Riquelme.
“La primera en ser fiscalizada será La Mochita, que es la que abastece al Gran Concepción en su totalidad, para luego seguir con las plantas de Lebu, Los Álamos, Lota, Coronel, Tomé y Los Ángeles que tienen captación superficial, aunque no en ese orden necesariamente”, agregó.
Algunos de los puntos que serán evaluados son que las plantas estén operando correctamente, que tengan equipos de respaldo, que cuenten con los stock necesarios de desinfectantes, cloración de acuerdo a la norma, pero el objetivo principal en esta ocasión es evaluar el riesgo dentro de la planta, particularmente, el riesgo de contaminación por hidrocarburos. Una vez realizado esto, se entregará el primer informe al nivel central la semana subsiguiente.
Consultada la primera sanitaria que será objeto de esta fiscalización, a través de un comunicado, señalaron que “Essbio asume como compromiso estratégico la mitigación proactiva del riesgo de desastres naturales o situaciones de fuerza mayor (…) y de materializarse un determinado riesgo, la empresa desplegará al máximo sus capacidades, para minimizar los impactos y restablecer el servicio cuanto antes”, señalaron.
Para ello, Essbio desarrolla planes de emergencia y protocolos de monitoreo. “Uno de ellos es abordar el derrame de hidrocarburos que establece el actuar operacional y comunicacional del personal de planta y corporativo, basándose en los niveles de alerta definidos por la compañía. Allí, se detalla el nivel de coordinación con autoridades, servicios de emergencia y con la comunidad, a quienes llamamos a denunciar cualquier sospecha que implique una contaminación por este motivo”, comunicó Essbio.
“Si la situación lo exige, Essbio cuenta con un stock de estanques móviles que se pondrá a disposición de los clientes y comunidades en caso de que se deba detener la producción de agua potable”, concluye en su declaración.