A casi un año de la tragedia en el Sanatorio Alemán, el abogado Rafael Poblete, representante de la viuda de uno de los trabajadores fallecidos en la explosión y de las madres de ocho niños que estaban internados en la UCI Pediátrica el día de la explosión, criticó el actuar de la Fiscalía, que aún no ha realizado formalizaciones en este caso.
“Vemos con preocupación la demora que ha tenido la Fiscalía Regional en dar una señal a la opinión pública en este caso. Nos llama la atención que teniendo en mano las sanciones de la Superintendencia de Electricidad y Combustibles y de la seremi de Salud no se decidan a formalizar”, dijo el profesional.
Carolyn Ortega tenía hospitalizada a su hija Isidora (8) el día de la explosión.
“La Fiscalía no nos ha citado par conocer nuestros relatos, saber en qué condiciones estamos. A mi hija me la dieron de alta en un estacionamiento, yo la saqué de ahí, ayudé a niños a salir, pedí autorización a Bomberos para entrar a buscar la ficha de mi hija y un medicamento de Martín, que después murió. Se me cayó un techo encima y quedé con lesiones. Dejamos a nuestros niños en una clínica donde deberían entregarlos en perfectas condiciones y no así. A mí sólo me han llamado para que cancele la cuenta de la clínica, lo que no pienso hacer. De la Fiscalía tampoco nos ha contactado y deberían tener nuestro relato”, fustigó.
Susana Pérez estaba en la clínica con su hijo de dos años, quien había sido operado de la cadera y estaba enyesado de la cintura hacia abajo.
“Fue horroroso. Fue un zumbido, una nube blanca y yo quedé inconsciente, tirada en el piso. Cuando reaccioné, mi guagua estaba llena de vidrios, de la pieza no quedaba nada y nos sacaron los carabineros. Nos querellamos porque algo así no puede quedar en el olvido. Aquí hubo errores graves, que no deberían cometerse”.