La intervención laparoscópica efectuada con “Da Vinci” es una de las tres cirugías realizadas con esta tecnología.
“Tengo tres hijos, tres nietos, soy dueña de casa y estoy feliz de ser la primera persona en regiones que es operada por un robot”, parece un comentario perteneciente a un guión de ciencia ficción, pero es la declaración de Ángela Lagos hace poco más de una semana.
La paciente de 52 años ingresó a pabellón en la Clínica Universitaria Concepción para realizarse un neoimplante ureteral bilateral y salió de allí haciendo historia como la primera persona atendida por cirugía robótica fuera de Santiago.
Octavio Castillo, urólogo especialista en cirugía laparoscópica y robótica, es fundador del primer establecimiento de este tipo en el país y hoy trabaja en la CUC, junto a su equipo, acercando las intervenciones con robot a los pacientes de la Región.
Todo es gracias a la llegada de “Da Vinci”, nombre del sistema quirúrgico robótico que llegó a fines de febrero al centro de salud. La inversión, que supera los 2 millones de dólares, posiciona a la CUC como primer establecimiento, tanto público como privado, en emplear esta tecnología.
La máquina está compuesta por dos módulos de cuatro brazos, permite operar al paciente mediante la técnica de laparoscopía. Es controlada por el cirujano a través de una consola similar a un joystick, a unos cuatro metros de distancia de la mesa de operaciones.
El robot “permite al cirujano mayor precisión, además de mejorar visión 3D y HD al momento de proceder, asegurando mejores resultados que la cirugía laparoscópica, ya que no tiene algunas de sus limitaciones de movimiento y la visión del campo quirúrgico mejora considerablemente”, comentó el especialista.
Dentro de los beneficios del uso de “Da Vinci” se encuentran la disminución del sangrado y reducción del dolor postoperatorio para el paciente. Además, a la tecnología de última generación, se le atribuyen una cirugía de histerectomía y una de nefrectomía.