En lo que va del año, se han combatido 10 incendios en la zona. Corma llama a la prevención.
Un 64% menos de superficies forestales se han visto afectadas por incendios forestales en la temporada 2018-2019, en la macrozona dependiente de las empresas socias de la Corporación Chilena de la Madera, Corma.
De ellas, un 46% han sido en terreno de terceros, explicó el presidente del gremio, Juan José Ugarte, desde julio del año pasado al 15 de enero de 2019, es decir, 619 hectáreas frente a 1.740 del periodo anterior (2017-2018), desde la Región de Maule a la Araucanía.
En lo que respecta al Bío Bío, desde julio a la fecha, se han registrado 319 incendios, 10 sólo en lo que va del año, cinco extinguidos y cinco controlados.
Lo anterior, a través de un trabajo mancomunado, entre privados, gobierno y los vecinos de los sectores afectados. Para ello, actuaron 28 brigadas terrestres, 3 helicópteros y 6 aviones que acabaron con las llamas.
Siendo el de mayor envergadura, el ocurrido el 3 de enero, en el sector de Santa Juana, específicamente, a la altura del kilómetro 69 de la Ruta de la Madera, donde se registraron 3 focos, con un total de 64 hectáreas arrasadas.
Otra de las situaciones preocupantes, explicó Ugarte, es que se han registrado ataques a torres de observación y vigilancia de incendios, que ponen en riesgo a la población cercana.
Debido a esto, es importante los trabajos preventivos con las comunidades aledañas a la vegetación, con el fin de crear planes de acción mancomunados, tanto con Corma como con Conaf, precisó el presidente del gremio de la madera.
“No hay que bajar la guardia y debemos redoblar los esfuerzos de prevención, porque están pronosticados días de altas temperaturas, baja humedad y vientos considerables”, precisó.
Uno de los factores claves para la disminución del daño es la mejor preparación del sector, para lo que Corma, actualmente, está trabajando en prevención, en silvicultura preventiva y con más de 300 comités vecinales, en 73 comunas de las regiones más propensas a incendios forestales, con una inversión histórica de 85 millones de pesos.
“Hemos desarrollado una estrategia de tratar de llegar rápido a los focos, para lo que es muy relevante las torres de detección para despachar rápido los mecanismos de acción. El trabajo en equipo, la coordinación y el protocolo de comando unificado es clave para controlar emergencias”, señaló el presidente del departamento de Prevención y Protección de la Corporación, Ramón Figueroa.
En cuanto al trabajo de coordinación y preparación, este tardó dos años en ser implementado con las comunidades, con el que se buscó crear conciencia que el trabajo preventivo es necesario, teniendo en cuenta que el 99% de los incendios forestales es por causas humanas, precisó el coordinador de Red Comunitaria de Corma, Héctor Jorquera.
“Uno de los aprendizajes que dejó el mega incendio del 2017 es que si bien las empresas tienen una alta efectividad en combatir el fuego en los predios, las comunidades no estaban bien preparadas. Hemos hecho el mayor esfuerzo en el país, es así como pasamos de 60 labores preventivas a más de 400 con las comunidades”, explicó.
Con respecto a si las comunidades han tomado conciencia que la prevención es el único camino para frenar los incendios forestales, Jorquera sostuvo que si bien las comunidades han avanzado, se debe crear conciencia que el peligro está fuera de sus casas.
“El esfuerzo que estamos haciendo es que las personas limpien las zonas de interfaz, también que detecten la cercanía de los árboles con el tendido eléctrico y que tengan medidas de coordinación con los vecinos, para tener claro medidas de escape seguras, en caso que el fuego sea inminente, algo que es fundamental”, añadió.