Tratamiento y prevención enfrenta nuevos objetivos no sólo en la población adolescente, donde es la segunda causa de muerte, sino particularmente en adultos mayores que tienen las más altas tasas de mortalidad.
Daniela Macchiavello
El suicidio causa más muertes en el mundo que las guerras. Cada 40 segundos en alguna parte del globo terráqueo, una persona muere por esta causa.
En Chile, alrededor de 1800 personas se suicidan cada año, siendo las regiones Metropolitana, del Bío Bío y Valparaíso las que concentran el 55% de estos decesos, con 671, 205 y 203, respectivamente, siendo el ahorcamiento, el envenenamiento y las armas de fuego los mecanismos más utilizados en Chile.
Si bien en los últimos años, el país ha logrado reducir, aunque parcialmente, las cifras, la situación continúa siendo preocupante. A nivel regional, los registros son dispares en las distintas provincias y comunas. Así lo detalló Cecilia Soto, jefa del departamento de Salud Pública de la Seremi de Salud del Bío Bío. “La mortalidad en la Región en el último año fue de 8,22 por cada 100 mil habitantes. En la provincia de Concepción fue de 6 por cada 100 mil habitantes, en Arauco de 8,7, en Bío Bío de 10 y en Ñuble de 9”.
Soto participó en el seminario “Detección de Riesgo de Suicidio y primera respuesta” realizado recientemente por la carrera de Psicología de la Universidad Andrés Bello, Unab. En ese contexto, la especialista detalló que la prevención se debe abordar con una mirada territorial. “No es lo mismo trabajar en Concepción que en Los Ángeles”, recalcó.
Asimismo, indicó las cifras varían por comuna y citó como ejemplo a Alto Bío Bío, que tiene una tasa de 19 muertes por cada 100 mil habitantes. “No basta una mirada profesional sino también territorial”, agregó la especialista.
Si bien es cierto el foco del trabajo en prevención del suicidio se ha centrado en el trabajo con adolescentes, no es este grupo el que concentra la mayor estadística.
María Paz Araya, asesora departamento de Salud Mental de la Subsecretaría de Salud Pública, que fue parte de los expositores de la actividad Unab, dio a conocer algunas cifras relevantes en cuanto a la distribución etaria de las muertes por suicidio. La mayor parte no está en los adolescentes, sino en el adulto mayor.
En el caso de los más jóvenes, el problema está en que se trata de la segunda causa de muerte en este grupo, después de los accidentes. La tasa en jóvenes entre los 10 y 14 años es de 1,7 muertes por cada 100 mil habitantes y la del grupo de 15 a 19 años es de 8,1.
En los adultos mayores la cifra alcanza los 20,4. “Siempre el cuidado de los adultos mayores ha estado muy centrado en las enfermedades físicas, pero la salud mental ha estado muy descuidada y hay mucho que hacer”, reconoció la especialista.
María José Millán, académica Unab y organizadora del encuentro, destacó que el objetivo de esta actividad era precisamente generar un “impacto importante en el cuidado de la salud mental de la población usuaria del sistema público de salud de toda la Región del Bío Bío y aportar al perfil de egreso los estudiantes de la carrera de psicología”.
Esto precisamente pensando en desafíos futuros como un adecuado tratamiento para el grupo de adulto mayor que será clave en la reducción de tasas a nivel nacional, y considerando que en la zona no están totalmente implementadas las iniciativas de prevención y tratamiento, como, por ejemplo, el sistema de vigilancia de conducta suicida.
El seminario contó con la presencia de destacados psicólogos y psiquiatras entre ellos Mario Valdivia, Ariel Durán y Miguel Medel.