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Sename: las dudas tras fracaso de Nuevo Amanecer

Tras la baja de la segunda licitación, quedaron en nada seis años de trabajo y $80 millones destinados al diseño del recinto. Los niños que ahí viven siguen esperando.

Por: Carolina Abello 24 de Junio 2018
Fotografía: Carolina Echagüe M.

Todo de nuevo. Seis años de trabajo destinados en reconstruir el Centro de Reparación Especializada de Administración Directa (Cread) Nuevo Amanecer quedaron en nada, tras la decisión del Sename Nacional de revocar la segunda licitación destinada a reconstruir el recinto, que data de 1960, y que alberga a niños y adolescentes enviados a ese lugar por medidas de protección decretadas por los Tribunales de Familia.

Faltaban apenas 6 días para que se cerrara la licitación, cuando en el portal de Mercado Público, apareció un documento de la Dirección de Arquitectura del Ministerio de obras Públicas, fechado el 11 de junio, que ratificó lo que ya había adelantado Diario Concepción en mayo de este año: la Dirección Nacional del Sename ordenó detener el segundo proceso de licitación del centro de protección de niños Nuevo Amanecer, “dado que no responde a los nuevos lineamientos técnicos de la institución”.

Pocas pistas había sobre cuáles serían aquellos lineamientos, pues en la Región la información escaseaba. Quedaba entonces remitirse a una entrevista que en mayo dio a La Tercera, la actual directora nacional de Sename, Susana Tonda, quien aseguró que “se requiere con urgencia un cambio en el modelo, ya que este sistema masivo que sustenta el trabajo de estos centros debe llegar a su fin, para avanzar a un modelo de cuidados residenciales de tipo familiar. Es decir, casas donde no vivan decenas de niños, sino 15 como máximo, con equipos especializados que aborden las graves vulneraciones de los niños, para que puedan normalizar sus vidas lo más posible”.

En Bío Bío, finalmente, las explicaciones sobre lo ocurrido las entregó el director regional (s) del Servicio, Patricio Muñoz, quien explicó que “el Sename está en un proceso de cambio del modelo de residencias de protección, para transformarlo en uno de tipo familiar, que ha tenido buenos resultados a nivel internacional. El objetivo es que las residencias sean más pequeñas, para 12 a 15 niños como máximo, con nuevos estándares de infraestructura. Esta modalidad implica nuevas orientaciones técnicas y su implementación requiere propiedades que respondan a esos nuevos estándares”.

Raphael Sierra P.

El seremi de Justicia, Sergio Vallejos, explicó que “la forma de intervención de los menores vulnerados va a cambiar. Ya no serán estos grandes centros despersonalizados, sino que lo que se pretende es construir residencias familiares. Eso implica que no haya más de 15 niños por residencia, con personal especializado, y esto implica cambiar toda la estructura de estos centros antiguos a estos centros familiares”.

Sin embargo, aún no hay claridad sobre cómo se ejecutará este cambio en el modelo, ni plazos, ni en qué lugares estarán emplazadas las nuevas residencias.

Por esto, el seremi de Justicia ya se reunió con su par de Bienes Nacionales, el pasado 11 de junio, para buscar lugares que cumplan estos requisitos. En específico, lo que solicitaron fue un terreno en Concepción de entre 400 a 500 metros cuadrados para albergar a niños y niñas, para instalar una residencia familiar, lo que ya se está buscando.

Además, el Sename cuenta con el terreno donde está emplazado el Nuevo Amanecer, ubicado en avenida Andalién 780, en el sector Bellavista, el que es propiedad del Fisco, y está entregado a Justicia.

Y por último, están los montos que habían sido destinados a la reconstrucción del recinto, los que ascienden a $3.546.108, de los cuales $1.832.258 serían destinados por el Ministerio de Justicia, y $1.713.850, por el Fondo Nacional de Desarrollo Regional (Fndr).

Pero, ¿podrían usarse estos fondos para comprar inmuebles que cumplan los nuevos requisitos proyectados por el Servicio Nacional de Menores?

El presidente de la comisión de Hacienda del Consejo Regional (Core), Jaime Vásquez, indicó que para una reasignación de los dineros, debe existir una autorización del intendente Jorge Ulloa.

“Nosotros no tenemos la facultad para recuperar esos recursos, sino que es algo exclusivo del Ejecutivo. Es el intendente quien puede definir eso, el Core sólo puede pedir una revisión de la ejecución de los proyectos”.

Desde la Intendencia, comentaron que el intendente Jorge Ulloa se encuentra abierto a reasignar estos dineros, pero que Bienes Nacionales tendría algún terreno disponible para ser reasignado al Sename.

Los cambios de criterio del Servicio en cuanto a los centros de Protección no han sido comunicados a los dirigentes de las asociaciones de funcionarios, lo que los tiene inquietos, ya que no saben cómo se trabajará desde ahora.

Pedro Marileo, director nacional de la Asociación de Funcionarios de Sename (Afuse), precisó que la situación “a nosotros como dirigentes nos mantiene en alerta y atentos a todo lo que se quiere implementar, esperamos que la autoridad nos convoque para transparentar todo lo que quieren realizar, no podemos trabajar bajo incertidumbres. Estamos para colaborar en todo, pero con franqueza, la estabilidad laboral de los trabajadores es nuestro piso para conversar y estamos disponibles”.

El centro que no fue

Seis años perdidos y $80 millones pagados en el diseño de un centro que nunca se construirá, son las principales consecuencias de la decisiones tomadas por las autoridades a cargo de velar por el cuidado de los niños a cargo del Estado.

En octubre de 2012, la dirección regional de Sename, encabezada en ese tiempo por Verónica Núñez, anunció con bombos y platillos anuncian la inversión de 2.020.800.000 millones de pesos, para la reposición del Centro Nuevo Amanecer.

Los recursos para esta inversión provenían del Fondo Nacional de Desarrollo Regional (Fndr), y contemplaba el desarrollo de la etapa de diseño completa. Posteriormente, vendría la demolición de las actuales dependencias y después se ejecutarán las obras civiles del proyecto, finalizando con la compra del equipamiento que requería la reposición de ese recinto.

Se construirían 3.157.4 metros cuadrados, donde se edificarían y se reordenarían todas las obras exteriores, como piscina, canchas de juegos, circuito de trote, ciclovía y multicanchas.

El proyecto era urgente, porque el recinto fue abierto en 1966, muchos años antes de la creación del Sename (1979). El 28 de diciembre de 1995, Sename asumió en forma directa la administración de ese centro.

Sin embargo, del anuncio han pasado seis años y en el lugar nunca se instaló una sola piedra, pese a que debió haber estado listo en 2017.

En diciembre de 2014, estaba todo listo para que se realizara el diseño e incluso se hicieron las gestiones con el alcalde Álvaro Ortiz para que facilitara un colegio donde llevar a los niños mientras se reconstruía el recinto.

Sin embargo, durante la administración encabezada por Rina Oñate en el Sename, no hubo avances en la construcción del centro.

Las primeras alertas que indicaban el retraso en el recinto aparecieron en el informe de la comisión de Sename de la Cámara de Diputados en 2017, cuando el diputado René Saffirio aseguró que “el servicio viene hace un par de años gestionando la reposición del centro Nuevo Amanecer, que consideraba casas para segregar, y para lo cual el gobierno regional aportaba más de mil millones. Pero Hacienda bajó esto del presupuesto respectivo, del exploratorio, y hoy eso no viene en el presupuesto, por lo tanto, el centro seguirá funcionando como ha funcionado hasta ahora, con las dependencias que tiene”.

Archivo

En ese entonces, desde la Dirección Regional del Servicio se indicó que el proyecto seguía en pie. Se aseguró que el diseño ya está listo, pero que superaba el monto inicial indicado por el Gore, por lo que se solicitó un aumento de presupuesto a la Dirección Nacional, el que les fue concedido, por lo que se tiene que realizar una modificación del gobierno original, por lo que en un mes y medio más estarían en condiciones de llamar a licitación para su ejecución.

Pero nada era tan sencillo como parecía: recién el 12 de junio de 2014, dos años después de que el Core adjudicara los recursos para el proyecto, la empresa Guixe Arquitectos, se adjudicaron una consultoría del proyecto por $80 millones.

Ahí se complicó todo, porque la empresa emitió un presupuesto referencial, que aumentaba el monto aprobado por el Gore de $2.020 millones a $3.904 millones, una diferencia de $1.785.825.000.

Desde diciembre de 2014 hasta junio de 2017, no hubo novedades sobre el proyecto, hasta que la entonces directora nacional de Sename, Solange Huerta, informó al entonces intendente Rodrigo Díaz que sería el Sename el encargado de entregar el monto restante, el que ya estaba incluido en la partida presupuestaria de 2018.

Pero tras la publicación del presupuesto, se conoció que apenas $410 millones para la reposición del Centro y que la diferencia de lo comprometido estará en el presupuesto del año 2019. Es decir, el proyecto sólo cuenta con $2430 millones para llamar a licitación, un poco más de la mitad de lo que cuesta el centro, ya que según la información que el Sename había entregado al Core, el costo total del centro, incluyendo equipamiento, es de $4.108 millones de pesos.

Así, en esas condiciones, se llamó a la primera licitación, la que quedó desierta en febrero de 2018. Pasó un gobierno completo y los niños siguieron esperando.

Y en marzo de este año, se abrió la segunda licitación, la que debía cerrarse el 20 de junio, y que fue revocada por la Dirección Nacional, tras el cambio en los lineamientos técnicos de la institución.

Un centro de 1960

Los dirigentes de Afuse, consultados en agosto de 2017 por Diario Concepción, ya habían adelantado sus temores con respecto al diseño del Nuevo Amanecer, tal como estaba planteado antes de su revocación: el centro estaría compuesto por cuatro casas: dos de 18 niños, una de 12 y una de 6, lo que no era concordante con el nuevo sistema que imperará una vez que se divida el Sename, en dos servicios, uno de Responsabilidad Juvenil y Protección, donde se esperaba trabajar con recintos más pequeños o ubicando con familias a los menores derivados al servicio por medidas de protección, información que ya se conocía en 2017.

Fue la presidenta nacional de Afuse, Alicia del Basto, la que aseguró en esa fecha que no había preocupación en el Servicio por elaborar los proyectos pensando en el futuro.

Más aún, cuando un mes antes, la dirigenta había visitado el recinto de la avenida Andalién, donde hay cerca de 40 niños y adolescentes entre los 6 y los 17 años.

Sin embargo, al recinto llegan ese tipo de niños, pero también los menores de 14 años, que son inimputables ante la ley, y que no pueden ser trasladados a centros del sector de justicia. Esa mezcla de niños es la que genera problemas en el recinto, como peleas y ataques a los mismos funcionarios. Los adolescentes se suben a los techos del recinto y escapan.

En mayo de este año, en la Auditoría Social realizada al Sename, encargada por la actual administración de Gobierno, se reveló que el centro no cuenta con el sello Verde de la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC), para calefón y llave de gas. El recinto es de madera, tiene continuas fallas en sus servicios e incluso han tenido plagas de ratones. Ahí seguirán esperando los niños, hasta que las autoridades decidan qué hacer con ellos.

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