Según datos entregados por la Onemi, 388 establecimientos educacionales se encuentran en áreas de riesgo ante un eventual tsunami. De estos últimos, 144 se encuentran en la Región del Bío Bío y 50 de ellos en Talcahuano, convirtiéndose en la segunda comuna del país más amenazada después de Iquique.
Sergio Camus, Seremi de Educación del Bío Bío, manifestó que al considerar la “cota 30” que fijó la Onemi, muchas de las ciudades costeras de la región corren peligro. Tras descartar la posibilidad del traslado de los edificios en zonas riesgosas, consideró que “lo que tenemos que hacer es generar un cultura de prevención y de constante preparación”. En esa línea, desde la comuna puerto, han potenciado la educación de los vecinos.
“Si nosotros analizamos los eventos ocurridos el 27 de febrero del año 2010, éstos no ocurrían desde el 60, por lo que muchas generaciones no tenían consciencia de lo que era estar expuesto a un terremoto o a un tsunami“, declaró el alcalde de Talcahuano, Henry Campos, quien agrego que “por lo tanto, hay que mantener viva la memoria y ese recuerdo”.
En relación a lo anterior, tras el 27-F, el municipio chorero creó que el Departamento de Gestión de Riesgos. Éste último, a través de folletos y actividades dinámicas, se enseña a tomar conciencia en los colegios: reconocer los tipos de movimientos telúricos y qué hacer en caso de evacuar.
El jefe del Departamento, Boris Sáez, destacó que, antes de hablar de amenazas, desastres o consecuencias negativas, se les explica que “la tierra está viva” y que esta vida se manifiesta a través de los terremotos.
Por lo tanto, se le inculca a los menores que “lo que es malo es que estemos mal preparados en el caso de que haya un terremoto y/o un tsunami“. A partir de ese conocimiento, afirmó Sáez, “los niños empiezan a involucrarse”.