Los balnearios no habilitados para el baño poseen condiciones oceanográficas inseguras como fuertes corrientes, fondos disparejos o exceso de roquerío.
 

Daniela Salgado Parra
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Las altas temperaturas invitan a las personas a pasar sus días en las zonas costeras de la Región. En el Bío Bío existen 91 playas de las que sólo 16 están aptas para el baño, según datos de la Dirección General del Territorio Marítimo y de Marina Mercante (Directemar).

Una de las habilitadas es la playa Bellavista de Tomé, que se ha convertido en una de las más destacadas y concurridas del Gran Concepción gracias a sus bondadosas postales. 

Sumado a la anterior, las playas El Morro y Dichato son las únicas tres aptas de un total de ocho del sector que comprende desde Punta de Parra a Dichato.

A la escueta cifra, San Pedro de la Paz suma cuatro balnearios, al igual que Penco y Lirquén. Lota y Coronel aportan dos playas.

"La declaración de playa Apta para el Baño, está determinada por las condiciones naturales de ésta y por el equipamiento de seguridad", señalaron desde la seremi de Salud. Dentro de los requisitos de seguridad está la integración de personal capacitado para resguardar a los bañistas, o sea, presencia de salvavidas.

Las declaradas No Aptas para el Baño, son aquellas que presentan condiciones oceanográficas inseguras como por ejemplo, fuertes corrientes y oleajes, fondos disparejos o exceso de roquerío. 

Lenga a pesar de ser un destino obligado para los turistas por su gastronomía, ninguna de sus playas cuentan con el permiso, lo que se repite en Talcahuano y Cobquecura.

La instalación de letreros o banderas; rojas de no aptas y verdes de aptas, es responsabilidad de los municipios. 

Además de dicha señalización, el teniente primero, Jorge de la Fuente de Directemar Talcahuano, apela a la autoprotección, pero por sobre todo el cuidado de los padres a sus hijos. "Cada persona debe tener la capacidad para detectar el peligro y evitarlo de forma consciente. Los padres deben tomar todas las medidas necesarias de seguridad ya que son los niños y jóvenes de entre 9 y 18 años, los que registran mayores accidentes. 

Directemar mantiene un número durante el año, y en especial en la época estival, para las emergencias marítimas; el 137. Lo que permite, mediante el oportuno y correcto uso, salvar vida. 

Además, acercándose a las nuevas plataformas, la institución creó una aplicación "Playas Habilitadas", software gratuito para iOS y Android el que permite conocer cuáles son las de la Región.