Ayer el pequeño Benjamín recibió oficialmente el aparato ortopédico, especialmente diseñado para él por un equipo de Ingeniería Civil Biomédica UdeC.
 

Tania Merino Macchiavello
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Benjamín tiene 9 años y nació sin parte de su mano izquierda, condición que le dificulta sostener un objeto o ejercer presión sobre él. Sin embargo, estas funciones pueden serle devueltas a través del uso de una prótesis como la diseñada especialmente para él por un grupo de estudiantes de Ingeniería de la Universidad de Concepción, liderados por el profesor asociado de Ingeniería Civil Biomédica, Pablo Aqueveque.

La mano, impresa a través de tecnología 3D, busca entregar mayor autonomía al pequeño, además de reforzar su autoestima y seguridad al enfrentarse a nuevas tareas y personas, además de ofrecerle mayor autonomía.

"Yo creí que nunca iba a poder hacer algo así", dice Benjamín al sujetar un vaso. El estudiante del colegio La Asunción de Talcahuano , explica que, tras un período de dos semanas de adaptación a la nueva mano, ha podido jugar con una pequeña pelota y hacer actividades que antes le eran imposible. Se declara "feliz".

Lo mismo que su padre, Rodrigo Salinas". El cambio en Benjamín ha sido inmenso, el no se imaginó en un futuro cercano tener una mano, por ello es que llegamos a la universidad buscando una solución rápida y no muy costosa".

La realidad de este niño de Hualpén no es distinta a la de 120 niños y jóvenes de Teletón en todo el país, que cumplen con el diagnóstico de amputación parcial de mano y que cuentan características médicas como movilidad, que facilitan el proceso de implantación de la prótesis que, básicamente, requiere de un manejo hidráulico para el agarre. 

El instituto de Rehabilitación, recién este año comenzó con el trabajo de implementación de un equipo para prótesis 3D y se encuentra en etapa de prueba y desarrollo. 

Existe además un amplio número de personas que nacieron sin o que han perdido parte importante del brazo, más allá de la muñeca, y que requiere de aparatos de mayor complejidad, pues implica el uso de sistemas electrónicos que permitan generar los impulsos y movimientos. 

En eso, precisamente, trabaja actualmente el equipo de ingeniería UdeC, prestando colaboración a la Teletón para el diseño de esta nueva pieza ortopédica.

Se trata de una labor en que la principal complejidad está en el diseño de la pieza, debido a que los costos de impresión (sin contemplar el precio de la impresora que ronda los $6 millones) son de alrededor de $5 mil, en el caso de una prótesis como la diseñada para Benjamín.

Pablo Aqueveque contó que el acercamiento a Benjamín se produjo de forma casual, al ser el niño compañero de colegio del hijo de un funcionario de la casa de estudios. 

El equipo lo completan, además, los estudiantes Marcos Burgos (en la imagen junto a Benjamín), Claudio Huaiqueo y Stephanie Yañez.

Burgos comenta que entre los planes del team está además entregar una nueva prótesis al niño que le permita aplicar mayor fuerza de modo que, entre otras cosas, pueda sostener el manubrio de una bicicleta. 

Para esto, ya hicieron un molde del muñón de Benjamín, impreso también en 3D, de modo que esta nueva pieza pueda calzar perfecto con la anatomía del niño.

La gracia de la impresión 3D, que desde hace unos seis años viene tomando fuerza dentro de las soluciones es que reduce los costos respecto de una prótesis convencional, que en su mayoría son importadas y requieren de inversiones superiores al millón de pesos. Además, distinto al trabajo de los artesanos en ortopedia, requiere sólo de unas horas para su elaboración. Son cerca de 27 horas las requeridas para dar cuerpo a estos artefactos, dependiendo de su complejidad. En el caso de la prótesis de Benjamín fue impresa en sólo tres. 

El grupo de estudiantes había participado antes en otros proyectos de este tipo, en conjunto con el Centro de Rehabilitación Oral e Implantología, Crai, de la misma casa de estudios, siendo éste el primer proyecto abordado completamente por el grupo de alumnos y su profesor.