La instancia, coordinada por Senda, logró que no se registraran incidentes de gravedad, como ocurrió en 2012 y 2014. Novedosas iniciativas impidieron los desmanes.
La instancia, coordinada por Senda, logró que no se registraran incidentes de gravedad, como ocurrió en 2012 y 2014. Novedosas iniciativas impidieron los desmanes.
Carolina Abello Ross
carolina.abello@diarioconcepcion.cl
Un caso de violación ocurrido en la Universidad del Bío Bío, en 2012, y un homicidio en la Universidad Católica de la Santísima Concepción, en 2014, fueron los hechos más violentos ocurridos en Fiestas Patrias en campus universitarios, y que hicieron que las autoridades decidieran prohibir la realización de estos festejos.
Sin embargo, no contaron con la porfía de los estudiantes, quienes utilizaban las redes sociales para organizarse y eludir la prohibición de las casas de estudios.
Eso, hasta que a fines de 2014, el Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (Senda), comenzó el trabajo para activar la Red de Prevención de Educación Superior, la que busca establecer un sistema regional de asesoría, asistencia técnica y trabajo colaborativo en materia de prevención del consumo de drogas y alcohol en población universitaria.
Y en eso, una de las principales preocupaciones son este tipo de fiestas que se desarrollan a principios de año, con las bienvenidas mechonas, y en Fiestas Patrias, donde puede ocurrir incidentes con fallecidos, heridos y desórdenes.
Días antes de la semana dieciochera, la red se reunió para coordinar acciones que evitaran estos incidentes. Y lo lograron. No hubo nada que lamentar este año.
Los planes
Una de las situaciones más riesgosas se vivió en la Universidad del Bío Bío, donde por redes sociales, específicamente por Facebook, se convocaba a celebrar en el campus.
Sin embargo, las autoridades se adelantaron a los organizadores: el acceso al campus en Concepción, que suele permanecer abierto, amaneció el día viernes 16 con rejas y barreras, y custodiada por guardias. Además, en la tarde Carabineros llegó a disuadir a los primeros manifestantes que querían entrar por la fuerza al campus.
Gustavo Marín, jefe del departamento de Salud Estudiantil de la UBB, explicó que "la organización de actividades por redes sociales son consideradas un acoso a la institución, y por eso siempre las estamos monitoreando".
A eso precisamente obedeció la instalación de rejas en el exterior del campus, para evitar el ingreso de extraños.
Además, hubo una coordinación con Carabineros, quienes se instalaron el mismo viernes en la tarde, explicó Yuri Caurapán, encargado de Seguridad de la casa de estudios, explicó que al visualizar lo masivo de la convocatoria, que podía llegar a 10 mil personas, decidieron tomar medidas más drásticas, como finalizar las actividades en la universidad el jueves a mediodía.
"Como a las 16 horas ya había gente afuera consumiendo alcohol y con carros para vender, entonces llegó Carabineros y luego Fuerzas Especiales, que los disolvió y logró que no hubiera incidentes", dijo Caurapán.
En la Universidad Federico Santa María, la opción fue controlar el ingreso de los estudiantes y para ello, junto con la Federación, repartieron pulseras de un color para identificar a sus alumnos y de otro para los de otras casas de estudios.
Alejandro Verdugo, asesor de seguridad de la USM sede Concepción, explicó que la clave fue tener también el apoyo de Senda y de la gobernación, "y tenemos experiencia en este tipo de actividades, entonces ya sabemos cómo no tener inconvenientes, y en eso ha ayudado el acercamiento con los alumnos". Agregó que el objetivo era garantizar que sólo fueran universitarios los asistentes a la celebración, "ya que era una actividad que organizaron los alumnos para ellos y sus pares".
El director regional de Senda, Bayron Martínez, realizó una evaluación positiva de la coordinación y aseguró que es el resultado de compartir las distintas experiencias de las casas de estudios.
"Hoy hemos avanzado sin intervenir, sino poniendo este espacio a disposición según las distintas realidades de educación superior. Tenemos institutos abiertos, cerrados, otros lejos de las ciudades, entonces podemos visibilizar opciones que otros pudieron copiar y adaptar a su realidad, lo que valoramos profundamente", dijo Martínez, quien aseguró que esperan terminar el trabajo proyectado a 3 años de la red con la realización de un estudio de prevalencia de consumo de drogas y alcohol en población universitaria.