¿Está en duda el factor negociador de Apruebo Dignidad?

Varias críticas surgieron en la semana tras la elección de la mesa de la Convención y apuntaron a cómo los dirigentes de la futura coalición gobernante enfrentarán su administración.

Esta semana la Convención Constitucional vivió un hito clave como fue la renovación de su mesa directiva. Los comicios no estuvieron exentos de polémica, especialmente por la cantidad de votaciones que se debieron realizar para definir al presidente o presidenta de la mesa y la forma en cómo se llevaron a cabo las negociaciones.

Ello incluyó las posturas que tomaron las dos facciones que tiene el conglomerado del futuro gobierno; una liderada por el PC, junto a otros movimientos de izquierda y que al interior de la Convención se agrupan en Chile Digno; y el otro, de los partidos agrupados en el Frente Amplio (FA).

Tras la definición, surgieron dudas de algunos sectores políticos sobre la capacidad de negociación que puede tener la futura coalición gobernante ante situaciones claves, como proyectos en el Congreso.

Al interior del FA indicaron que lo ocurrido es algo habitual en las negociaciones políticas y que la última votación solo fue una mala interpretación, pues estaban alineados para votar por María Elisa Quinteros.

En el otro extremo, el convencional Martín Arrau dijo que lo ocurrido demostraba la falta de gobernabildad del conglomerado. “Se han jactado hasta el cansancio de ser una mayoría aplastante y de tener los votos suficientes para hacer y deshacer. Pero la realidad es que no logran consensuar 78 votos, primando las mezquindades y las ansias de poder de unos sobre otros”, comentó.

Formas distintas

La académica de la Universidad del Bío Bío (UBB) y politóloga, Susana Riquelme, explicó que “es importante diferenciar las dinámicas de la Convención Constitucional con las del gobierno. La primera responde a un órgano que es reflejo de la diversidad de la ciudadanía y actores sociales, con una importante presencia de constituyentes independientes, a diferencia del gobierno y el Congreso. Ello no quita la importancia del eje político compuesto por el colectivo socialista y el FA durante los primeros seis meses, sin que ello implique quitar importancia a los liderazgos no partidistas”.

Agregó que “el próximo gobierno debiese ser de unidad y mayorías de centro izquierda, se está apelando a espacios de influencia de los partidos que no son de Apruebo Dignidad a fin de incidir en la búsqueda de mayorías en el Congreso. Esto es positivo, puesto que apunta a la construcción de acuerdos”.

El académico Eduardo Saffirio, quien fuese uno de los articuladores de la campaña de Carolina Goic en 2017, comentó “no creo que sean equiparables. Hay mucha mayor presencia de partidos políticos y más organización y capacidad de diálogo en el Congreso, mientras que la Convención está más articulada en movimientos”.

Saffirio dijo, además, que “para nombramientos de cargos unipersonales el juego es de suma cero, en discusión de políticas si hay voluntad debería ser más factible lograr acuerdos”.