¿Debe llegar el fin de las “palomas electorales”?

20 de Noviembre 2021 | Publicado por: Diario Concepción
Fotografía: Isidoro Valenzuela

Elección tras elección surge más de una duda sobre si estos elementos visuales siguen siendo necesarios para una campaña. Además de su impacto contaminante y el importante gasto de dinero, expertos señalan que su función se justificaba en votaciones con menos candidatos.

Con el período legal de propaganda finalizado es muy común ver por las principales calles y avenidas de cada ciudad una gran cantidad de “palomas electorales” de quienes se postulan al Senado, la Cámara o al Consejo Regional.

Si bien el Servel para cada elección entrega una nómina de las plazas y parques u otros lugares públicos de cada comuna que están autorizados para efectuar propaganda electoral, la labor de las “palomas”, con sus repercusiones contaminantes, están cada día más puestas en duda por la opinión pública y especializada.

Paulina Pinchart, especialista en marketing político y académica de la Universidad del Bío-Bío (UBB), explicó que en la actualidad las palomas han perdido su valor político. “Las palomas, para hacer presencia, siempre aportan. Sin duda, hoy aportan menos del 50 % de lo que hacían antes de la pandemia. Esto se debe a que las personas se acostumbraron a, con la cantidad de elecciones que hemos tenido, informarse sobre la política a través de otros medios y porque se está frecuentando menos los centros de las ciudades. Entonces, los lugares donde antes se ponían las palomas son sitios que antes tenían un flujo mucho mayor al de hoy”, señaló.

Si bien la Ley 18.700 indica que todo tipo de propaganda debe ser retirada de las calles antes de la medianoche del jueves, esa actividad es responsabilidad de cada candidatura para evitar problemas de cara a la elección.

No obstante, muchas veces estos elementos visuales no son retirados y se transforman en basura contaminante. De hecho, durante la jornada de ayer, en horas de la mañana, se vio a personal municipal retirando la propaganda.

“Creo que es un gasto innecesario de dinero para una campaña. Estas palomas generan una invasión en el espacio público y son poco respetuosas con el medioambiente, considerando que son de PVC y eso no es nada cuidadoso”, manifestó Felipe Vergara, analista y especialista en marketing político.

En su opinión, “no hay ningún efecto deseado en ver 30 palomas o más de distintos candidatos en una plaza. Lo que hacen las palomas es reforzar una marca, en este caso, de un candidato o candidata, pero todos terminan metidos en la misma plaza o en la misma esquina”.

La evolución del votante

En opinión de Jorge Rojas, profesor y director del departamento de Sociología de la Universidad de Concepción (UdeC), “estamos viviendo con una ciudadanía que es mucho más despierta. Las diferencias que se pueden ver son múltiples y eso no se puede reflejar en una simple paloma o en algún tipo de información que sea breve , sino que ahora se necesitan conversaciones directas”.