Ofician a intendencias por futura ubicación de Delegados Presidenciales

Mientras, parlamentarios y organismos se mostraron contrarios a la propuesta que se ejecuta desde el Ministerio del Interior para que ambas autoridades compartan, en el caso de la Región, el edificio de calle Prat.

Diversas reacciones generó en el escenario político la intención del Ministerio del Interior para instalar en el edificio del Gobierno Regional (Gore) al delegado presidencial.

De acuerdo al comodato que está tramitando el intendente Patricio Kuhn, sería el cuarto piso del edificio, en donde actualmente funcionan las dependencias de la Intendencia y la Seremi de Gobierno, donde se instalaría la autoridad dependiente del Presidente, mientras que los tres primeros pisos quedarían para el Gore.

El tema no es muy distinto en otras zonas del país, es por ello que desde el Congreso pidieron los antecedentes a las 16 intendencias, pero siete no han respondido, entre ellas Biobío.

En un principio, se pensó que la persona designada por el Ejecutivo se instalaría en las dependencias de la actual gobernación de Concepción, emplazada en la calle Aníbal Pinto, frente a la Plaza de la Independencia. Pero desde Intendencia, informaron que, de prosperar la idea, esas dependencias también serían ocupadas por funcionarios de la delegación provincial.

“Aquí decidimos”

En el mundo parlamentario, la propuesta realizada desde el nivel central generó molestia. La diputada Joanna Pérez (DC) señaló que “ningún intendente puede tomar este tipo de decisiones, sino que debe ser conversado con el Core. Lo más lógico es que el gobernador se quede en ese edificio y el delegado presidencial se traslade a la gobernación provincial”.

El senador Alejandro Navarro (PRO) tildó la medida como centralista. “Esta cohabitación entre ambas figuras va a resultar inviable, que el delegado presidencial, que nadie lo ha elegido, esté en el cuarto piso por sobre el gobernador regional es una ofensa inaceptable. Ya lo hemos dicho, el presidencialismo quiere mantener la tuición sobre las regiones y esta es una iniciativa más. Espero que el gobernador (a) electo tenga la fuerza suficiente y acá decidir dónde estará el gobernador y no en Santiago”.

Más pragmático fue el diputado Enrique van Rysselberghe (UDI), quien adujo que “lo medular está en cómo se lleva el proceso y no dónde están las oficinas. Mi foco está en cómo poder seguir empoderando a nuestras autoridades de nivel regional, aumentando sus presupuestos y facultades, y en cómo aumentar de modo significativo el presupuesto que manejen nuestros gobiernos locales”.

Simbolismo

Desde Corbiobío miran con cautela estas modificaciones, aunque igual las tildaron de centralistas.

“Se trata de una nueva institucionalidad a la cual parece no asignarse la relevancia que merece en el contexto de un hito dentro del proceso de descentralización, que requiere de potenciar los equipos de trabajo regionales, dotándolos de una disponibilidad de equipamiento e infraestructura dedicada y funcional al ejercicio de sus labores”, comentó Ariel Yévenes, analista de la institución.

Agregó que con esta medida también hay un simbolismo, ya que “la señal puede ser la de generar coordinaciones entre gobierno regional y delegado del nivel central, más bien parece una decisión de corte centralista, que sigue sin poner en primer lugar el poder de decisión de las regiones y sus nuevas autoridades democráticamente electas respecto a la utilización de los recursos e infraestructura regional”.