Bachelet y Piñera, las principales figuras políticas en 10 años de cambios

27 de Mayo 2018 | Publicado por: Ángel Rogel
Fotografía: Agencia UNO

La médico socialista y el empresario y líder de la centroderecha han estado a la cabeza del país en el último decenio, marcado por reformas -aplaudidas y resistidas-. En la Región, la década se ha vivido de manera particular, con cartas presidenciales desplegadas en el Bío Bío, designación sorpresiva de autoridades y rivalidades entre miembros de pacto.

La imagen de la ex Presidenta, Michelle Bachelet entregando la banda presidencial al actual Jefe de Estado, Sebastián Piñera, o viceversa, ha sido una fotografía que se ha repetido tres veces en estos últimos 10 años, en materia de administración de Estado.

Y claro, el poder político del último decenio se ha concentrado en ambas figuras, los dos a la cabeza de igual número de gobiernos, y aunque son de bandos distintos, acontecimientos recientes los ponen en un mismo relato: ese que habla del término de la hegemonía concertacionista y el inicio de la alternancia en el poder entre dos bloques políticos que, desde el retorno a la democracia, han sido protagonistas de las páginas más inmediatas de nuestra historia.

Los gobiernos de Bachelet y Piñera también se han escrito en nuestra Región, por ejemplo, con cierres de campaña apoteósicos y que, en el caso del último vaticinaban un triunfo arrollador.

Aquí retratamos algunos de los hechos que fueron destacados y retratados en las páginas de Diario Concepción, desde mayo de 2008, momento en que Michelle Bachelet comenzaba a consolidar con buenos números de popularidad, su primera administración de gobierno; hasta hoy, ad portas de que el gobierno de Sebastián Piñera cumpla tres meses en el poder.

La campaña de 2009

En el último decenio fueron tres las elecciones presidenciales: 2009, 2013 y 2017. La primera de las mencionadas se vivió con particular intensidad en la Región del Bío Bío. Dicha contienda enfrentó a Sebastián Piñera, Eduardo Frei, Marco Enríquez –Ominami y Jorge Arrate.

Todos desplegaron importantes giras por Concepción y alrededores. De hecho, todos realizaron cierres de campaña en la capital regional.

La contienda presidencial de ese año fue peculiar, además, por los altos índices de popularidad que alcanzó la Presidenta Bachelet.  En algunos sondeos la socialista llegó a rozar el 80% de aprobación. Este hecho se apreció en el despliegue de los candidatos a sucederla, pues nadie la criticó públicamente. Todo cambió con el terremoto y tsunami del 27 de febrero de 2010. La centro derecha culpó a la Mandataria de su mala gestión al momento de la emergencia. Esas críticas se acentuarían particularmente, en 2013, en su segundo (y exitoso) intento por llegar a La Moneda. Pero esa es otra historia.

Sobre las campañas de los candidatos, fueron 34 veces, en total, las que estuvieron los candidatos en Bío Bío. Sebastián Piñera fue el que más veces visitó la Región, trece en total y cubrió las cuatro provincias.

ME-O estuvo en 12 ocasiones y cerró con un gran espectáculo musical en el Parque Ecuador el lunes 7 de diciembre de 2009, con el apoyo de 10 mil personas. Además, estuvieron el senador de la Circunscripción Costa, Alejandro Navarro, y el entonces diputado, Álvaro Escobar.

Más sobria fue la despedida de Arrate, carta del bloque Juntos Podemos, quien el miércoles 9 de diciembre, tras un banderazo por las calles de Concepción, cerró con un evento en Sala Dos.

Para la anécdota queda el primer intento del senador Navarro por llegar a La Moneda, quien ante la evidencia de los sondeos, donde no logró superar el 3% se sumó al comando de ME-O.

Dos elecciones más tarde, en 2017, tras renunciar al PS, haber fundado y renunciado al Movimiento Amplio Social (MAS), y luego crear PAIS, Navarro compitió en la elección presidencial. Obtuvo un 0,36% de la votación.

El viernes 11 de diciembre este medio tituló “Concertación en pleno aterrizó en Concepción para apoyar a Frei”.

Un día antes, en un escenario especialmente habilitado en el sector Costanera, el entonces senador de la DC estuvo acompañado, entre otros, de Ricardo Lagos Escobar, que fue encargado de la arenga final. “Hay dos visiones de Chile y esas dos visiones van a estar en la papeleta el 17 de enero, y frente a esas dos visiones el país tiene que pronunciarse”, comentó el ex Presidente.

Aunque efectivamente fueron Piñera y Frei los que pasaron a segunda vuelta, la arenga de Lagos no sirvió de mucho. Por primera vez, tras 20 años de hegemonía concertacionista, la alianza de centro de derecha, no sólo se impuso en el total de la votación, sino también en la Región.

El escenario, por cierto, se vislumbraba tras el masivo cierre del presidenciable en el diagonal Pedro Aguirre Cerda. “Piñera cerró su campaña ante unas 15 mil personas. Criticó la supuesta ‘campaña del terror’ que había realizado el comando oficialista y reiteró que tiene la seguridad de que la mayoría de los chilenos le dará una oportunidad”, destacó Diario Concepción en su portada del 15 de enero de 2010.

Todo cambia

Consolidado el triunfo de la Alianza en las urnas (la UDI y RN, más el desaparecido Chile Primero), de inmediato empezaron a surgir las opciones para ocupar la Intendencia. El dirigente de RN Claudio Eguiluz fue uno de ellos.

Su nombre fue propuesto por el partido de la estrella que reconocían en el dirigente el mérito de haber impulsado la candidatura de Piñera cuatro años antes, en 2005, cuando el futuro Jefe de Estado se midió con una carta UDI: el alcalde de Las Condes, Joaquín Lavín.

La anterior, fue una de las razones que distanció, al menos por un tiempo, a Piñera de Jacqueline van Rysselberghe (JVR), la alcaldesa de Concepción que sorprendía por sus altas votaciones en una ciudad identificada con la izquierda.

Poco a poco el nombre de Eguiluz fue generando anticuerpos en la UDI, en particular, por la relación poco amigable con JVR que a esa altura ya había pactado con Piñera una relación de trabajo y colaboración. La alcaldesa, incluso, fue levantada por el abanderado como su jefa de campaña.

Así, un nombre promovido por ella, el abogado Alejandro Espinoza, contó con la venia de Palacio. Pero como está dicho, todo cambió la madrugada del 27 de febrero de 2010 con el terremoto 8,8 y posterior tsunami que afectó a las costas chilenas. En definitiva, Van Rysselberghe fue elegida para comandar los destinos del Bío Bío.

“El liderazgo asumido a minutos del terremoto, su expedita conexión con el actual jefe regional, Jaime Tohá, y el conocimiento de la intercomuna fueron vitales para que el Presidente electo la designara al frente de una de las regiones más devastadas por el sismo. Su sucesor será definido por el Concejo Municipal, pero la propuesta de Van Rysselberghe, señalan fuentes del gremialismo, apuntan a alguien con experiencia y de su plena confianza. El concejal UDI, Patricio Kuhn, cumple con ese perfil, afirman”, escribió Diario Concepción en su edición del viernes 5 de marzo de 2010, una semana antes de la asunción.

Así JVR se convertiría en intendenta, cargo del cual saldría bajo la polémica (ver nota aparte); Kuhn tomaría su lugar en la alcaldía;_y este daría paso a Jorge Condeza, un concejal que se transformaría en el principal fiscalizador y dolor de cabeza de la administración UDI.

El arquitecto Víctor Lobos del Fierro, fue quien tomó la posta en la Intendencia del Bío Bío, y destacó por su sobriedad y buena relación con el empresariado regional. Generó, además, muy buenos nexos con el Consejo Regional (Core), que entonces estaba liderado por importantes e históricos figuras concertacionistas en la Región.

Reconstrucción

Por los efectos del terremoto, Piñera debió basar su gestión en la reconstrucción. Si bien su primer gobierno es recordado por el rescate a 33 mineros que quedaron atrapados tras el derrumbe de una mina cerca de Copiapó, lo cierto que muchas de las informaciones y noticias que generó la administración Piñera en Bío Bío se relacionaron con el proceso de reconstrucción (incluyendo un polémico monumento que costó $2 mil millones).

Con la elección presidencial, a la vuelta de la esquina, y sin un candidato fuerte en la centro derecha, la ex Presidenta, Michelle Bachelet, parecía alzarse como la más segura ganadora de los comicios de 2013. Antes debió sortear una primaria que la enfrentó con Andrés Velasco (ex ministro de Hacienda), Claudio Orrego (DC) y José Antonio Gómez (PR).

“Un líder deber estar donde lo necesitan, donde sirva  y pueda poner  su experiencia a disposición  de las personas”, dijo Bachelet a Diario Concepción en la edición especial  del sábado 29 de junio de 2013, donde todos los candidatos a las primarias entregaron su parecer sobre el desafío.

Pablo Longueira, quien debió asumir la candidatura de la UDI, cuando Laurence Golborne bajó su opción (se le cuestionó haber omitido en su declaración de patrimonio ser parte de la empresa Sunford SA, con inversiones en el paraíso fiscal de Islas Vírgenes), se impuso en la interna del entonces bloque oficialista. Sin embargo, la carrera a La Moneda de Longueira fue corta. Decidió no persistir ante un cuadro depresivo.

La carta designada por la UDI fue Evelyn Matthei y, al menos en las urnas, no fue rival para Bachelet. La doctora socialista se impuso con un 62,17% de la votación.

Un dato, no obstante, que refleja la baja participación ciudadana, considerando el inminente triunfo de Bachelet (cuyo gobierno destacó por impulsar reformas profundas que no fueron bien recibidas por todos los sectores), fue su cierre de campaña en Concepción donde “solo” cinco mil personas se congregaron frente a la Plaza de la Independencia. Comparado con los apoteósicos cierres de 2009, la cifra es menor.

A diferencia de su antecesor, que debió asumir en medio réplicas por el terremoto del 27/F, la asunción de Bachelet fue menos traumática y de la misma forma la conformación del gabinete regional. Rodrigo Díaz, un DC que había cumplido un destacado desempeño como seremi de Gobierno y gobernador de Concepción en la administración Lagos, fue designado intendente y se mantuvo los cuatro años en el puesto.

Su mirada estuvo puesta en la cultura, el turismo y el emprendimiento, destacando la realización del festival Rock en Concepción (REC) y los acuerdos de negocios entre Bío Bío y China.

La elección de 2017, enfrentó a Sebastián Piñera por Chile Vamos; Alejandro Guillier, por La Nueva Mayoría; y Beatriz Sánchez, del naciente Frente Amplio. Tras su categórico triunfo en segunda vuelta, Piñera se volvió a calzar la banda presidencial y a poco andar su gobierno ya tiene hitos que destacar. También hay temas pendientes. Muchos de ellos, probablemente, sean parte de su primera Cuenta Pública ante el Congreso este viernes 1 de junio.

La polémica salida de Van Rysselberghe y la relación UDI – RN

En medio de una reunión con vecinos de Aurora de Chile, la entonces intendenta Jacqueline van Rysselberghe aseguró “haber inventado una historia” a las autoridades del gobierno central, para lograr que personas que no cumplían con ciertos requisitos, pudieran acceder a beneficios de vivienda.

El video y audio “viralizado” por el senador, Alejandro Navarro, constató el hecho y dio paso al caso “falsos damnificados” que terminó por pasarle la cuenta a la ex jefa comunal penquista, pese a contar con el apoyo del Presidente Piñera.

Fue entonces cuando tuvo que dejar su cargo. Ello, pues siempre contó con el respaldo de La Moneda, incluso, cuando desde RN la acusaban de adueñarse del Gobierno Regional, porque la mayoría de las autoridades designadas eran de su confianza, de su grupo cercano.

El hecho evidenció la difícil relación que la UDI y RN siempre han tenido en la Región del Bío Bío.

Así, por ejemplo, tras el primer triunfo del Presidente Sebastián Piñera, el gremialismo en pleno se reunió para celebrar en la Plaza de la Independencia, mientras, a sólo metros de ahí, en el Hotel Araucano, los militantes del partido de la estrella hacían lo propio. Ahí estaban todos, incluso, Claudio Eguiluz y Frank Sauerbaum se confundían en un abrazo, una imagen que en la actualidad sería inimaginable.

Con la presencia de Víctor Lobos la crítica de RN bajó de intensidad. Influyó el hecho que hayan ingresado al Gobierno algunos militantes de sus filas. No obstante, la tensión se produce cada cierto tiempo, sobre todo, en época electoral.

En la actualidad, con un nuevo gobierno de Piñera, el escenario sigue siendo igual. Ahora los dardos de RN han apuntado al ex diputado e intendente en ejercicio, Jorge Ulloa. Las críticas, incluso, han provenido de la dirigencia nacional.

“En la Región del Bío Bío, el intendente no ha logrado comprender que somos una coalición. No ha estado bien el actuar del intendente y yo lo lamento mucho”, dijo hace unos días a Diario Concepción, Mario Desbordes, diputado y presidente nacional de RN.

El gobierno regional, no obstante, sigue su proceso de instalación.

El cambio al sistema de elección y las otras reformas

Aunque los cuatro años de la última administración de Michelle Bachelet estuvo marcada por hechos relacionados con faltas a la probidad (casos Caval, SQM y Corpesca, entre los más bullados y que siguen estando abiertos), en lo referido a la administración del Estado, fue también el gobierno de las reformas, como la tributaria y la educacional.

La primera entró en régimen este año y fue resistida, al menos por un tiempo, pues fue una de las primeras en las hubo acuerdos. ¿El objetivo? Recaudar un 3% del PIB para financiar el gasto comprometido en educación y salud, y mantener a raya el déficit fiscal.

La última de las mencionada, se sigue discutiendo, en medio de su proceso de implementación. Abarca cambios estructurales en carrera docente, desmunicipalización y formación superior, donde radica el mecanismo de “gratuidad”.

No obstante, desde el punto de vista políticos el cambio más importante fue el cambio al sistema electoral binominal que imperaba desde el retorno de la democracia.

Encabezado por el entonces ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, hijo del Bío Bío y que debió salir del gabinete por cuestionamientos al financiamiento de campaña de la Presidenta Bachelet, el sistema binominal dio paso a un proporcional o de listas.

El nuevo modelo aumentó a 155 el número de diputados y a 50 el de senadores, con el objetivo de mejorar la representatividad de los distritos y circunscripciones del país, los cuales también fueron rediseñados. En ese contexto, se redujeron los distritos de diputados de 60 a 28 y se resolvió que cada región constituirá una circunscripción senatorial.

El nuevo modelo electoral tuvo su debut a fines de 2017 y posibilitó el ingreso a un nuevo bloque político al Congreso, Frente Amplio, con 20 diputados y un senador.  También, mermaron las opciones de la DC, quien ve disminuida su representación a 14 diputados, cifra ínfima considerando sus mejores años a inicios de la década del 90.

El sistema, no obstante, llegó para quedarse, y en la Región del Bío Bío tendrá su debut en la senatorial el 2021.

Foto | Archivo | Diario Concepción

Carolina Echagüe M.