Mundiacult 2025: los desafíos planetarios de la cultura

Pablo Gaete Villegas
Magíster en Arte y Patrimonio UDEC
Director de Balmaceda Arte Joven Biobío

Con la presencia y participación de 163 países representados por sus Ministros y viceministros de cultura, se realizó entre el 29 de septiembre y el 1 de octubre la Conferencia Mundial de la UNESCO sobre Políticas Culturales y Desarrollo Sostenible MUNDIACULT 2025 en la ciudad de Barcelona, sede que fue acogida y patrocinada por el gobierno español. En la instancia, que lamentablemente no fue cubierta por los medios nacionales, se debatieron temas fundamentales para desarrollo humano como los Derechos Culturales, Tecnologías Digitales, el vínculo entre Cultura y Educación, Inteligencia Artificial y Economía de la Cultura entre otros, y se propuso establecer una agenda global de la cultura para los próximos años.

Previo a la cita, y también en Barcelona, se programaron una serie de encuentros y jornadas alternativas donde participaron representantes de diversas organizaciones culturales que desarrollan su trabajo en diversos territorios desde la sociedad civil, quienes en el caso de Chile formaron una delegación que encabezó la subsecretaría de cultura y que contó con el apoyo de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) a través de su Programa Iberoamericano de Industrias Culturales y Creativas, y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), instancias que invitaron a debatir el rol de los países de Iberoamérica como actores protagónicos en las discusiones globales sobre cultura y desarrollo sostenible.

El documento final, aprobado por unanimidad, reclama el reconocimiento de la cultura como un Objetivo de Desarrollo Sostenible de la ONU, independiente del acceso a la salud y a la educación. Con ello la Unesco ha querido reivindicar desde Mondiacult la vigencia del multilateralismo como herramienta para coordinar respuestas globales. La agenda de este encuentro mundial también buscó poner sobre la mesa los grandes desafíos actuales de la humanidad: desde las nuevas tecnologías y su impacto en la creación artística, con especial atención al avance de la inteligencia artificial, hasta la construcción de una cultura de paz como herramienta frente a los conflictos bélicos y las polarizaciones sociales. También se abordó cómo prevenir y proteger la cultura y el patrimonio en situaciones de crisis y emergencia y bajo la emergencia climática.

Lo importante es que estas recomendaciones que expresa la declaración final de MUNDIACULT 2025 sean efectivamente adoptadas como políticas de Estado por los países miembros, independiente de los gobiernos de turno; y se comprometan a implementar las medidas, políticas, recursos y mecanismos para hacer de la cultura un pilar del desarrollo sostenible. Y que se cumpla la letra y el espíritu del texto firmado por los altos representantes de los más de 160 países, y que señala: “Nosotros, los Ministros, las Ministras y Autoridades responsables de cultura, reunidos en Barcelona, afirmamos nuestro compromiso con un multilateralismo fortalecido, en el cual la cultura es piedra angular de la cooperación mundial, de la solidaridad y del respeto de los derechos humano”.