Los varios Chiles

21 de Noviembre 2025 | Publicado por: Diario Concepción
Fotografía: Cedida

¿Será mero cálculo electoral? Prefiero una lectura más optimista: es la democracia funcionando y obligando a las cúpulas a incorporar visiones excluidas y marginadas.

Florencia Alvez Marín
Abogada, Colectiva – Justicia en DD.HH.

Los modelos de análisis políticos tradicionales no vieron venir el desempeño electoral de Franco Parisi. Un 19,7% que sorprendió a muchos y que, más que un punto ciego electoral, parece el síntoma de una realidad más profunda. Los resultados de las recientes elecciones reflejan -por lo menos- tres países en uno: el Norte, marcado por una identidad pragmática y de trabajo minero; Santiago y Valparaíso, donde se concentran las elites y el debate ideológico; y el Sur, que parece responder a dinámicas de orden y certezas.


En un país segregado y desigual como el nuestro, no resulta extraño que muchos confiesen que “no conocen a nadie que haya votado por Parisi”. Así es cuando se vive en un círculo cerrado, relacionándose con quienes son medianamente iguales, reafirmando lo que creemos y nos resulta cómodo. Cruda manifestación de esto fue, hace algunos años, la declaración de un Ministro de Salud que en medio de cuarentenas por Covid declaró que “no tenía conciencia del nivel de pobreza y hacinamiento en el que viven las personas”. Este desconocimiento e incomprensión provocan que al encontrarse con una realidad desconocida, se caricaturice y desprecie al que es diferente. Pero basta una vuelta más de tuerca para que esa caricatura se desmorone: en el Chile del Norte, abandonado por el Estado, con bajas cifras en educación parece realmente otro país, diferente y distante del Chile de las elites y del poder de decisión. Al final, los extranjeros somos nosotros mismos.

En este escenario post elecciones, será interesante observar cómo los actores políticos realizan movimientos estratégicos hacia el electorado que hasta hace poco les era invisible. Se verán obligadas a legitimar y valorar demandas de grupos a los que no vieron, o no quisieron ver, hasta antes del domingo 16 de noviembre. ¿Será mero cálculo electoral? Prefiero una lectura más optimista: es la democracia funcionando y obligando a las cúpulas a incorporar visiones excluidas y marginadas. Si la desigualdad nos separó en varios países, la democracia y su necesidad de conseguir el voto fuerzan a los representantes a cruzar fronteras y reconocer la validez de las expectativas de quienes buscan representar, impulsándonos al reencuentro.