Día Internacional para la Prevención del Suicidio

Fernando Bustamante Durán
Académico Ciencias Sociales UCSC

La Organización Mundial de la Salud, señala que 9 de cada 100,000 habitantes fallecen por suicidio. En Chile, estas muertes presentan su mayor tasa entre los 15 y 30 años, afectando a un grupo muy sensible dentro de nuestra estructura social.

Esta propagación del fenómeno tiene relación con lo poco que se sabe de él y la creencia de entenderlo como un suceso individual que resulta del mal manejo de una crisis. Por el contrario, el suicidio es un fenómeno complejo, donde intervienen variables diversas del ámbito biológico, psicológico, social y ambiental, tales como: la presencia de trastornos mentales, antecedentes de intentos previos, situaciones de abuso o trauma, aislamiento social, estrés crónico y acceso a medios letales.

Para enfrentarlo, los factores protectores cruciales son el apoyo social, el acceso a tratamiento especializado y la resiliencia individual, puesto que la prevención del suicidio requiere estrategias integrales y coordinadas que involucren no sólo al sistema de salud, sino también al de educación, el trabajo comunitario y las políticas públicas.

El estigma asociado al suicidio y a los trastornos mentales sigue siendo una barrera importante para la búsqueda de ayuda y el acceso a servicios de atención. Por lo tanto, es necesario fomentar una cultura de apertura, empatía y respeto, donde la conversación sobre salud mental y suicidio deje de ser tabú para convertirse en un tema de interés público desde donde se promuevan acciones comunitarias.
Importante en esta tarea es educar sobre la detección temprana de señales de alerta para intervenir oportunamente. Entre estas destacan cambios significativos en el estado de ánimo, expresiones de desesperanza o deseos de morir, conductas autolesivas, retraimiento social, alteraciones del sueño y el apetito, así como la planificación explícita de actos suicidas.

El Día Internacional para la Prevención del Suicidio, que se conmemora cada 10 de septiembre, nos llama a reforzar el compromiso colectivo de promoción de la salud mental y prevención efectiva de este, así como recordar el rol central que tienen todos los actores de la comunidad, considerándolo como multifactorial y que desafía la salud pública a nivel mundial.