Luchando contra la trata de personas en el Biobío

Cada 30 de julio, el mundo se une para conmemorar el Día Mundial contra la Trata de Personas, una fecha declarada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2013 con un propósito claro: concienciar sobre una de las violaciones más graves a los derechos humanos y exigir acciones urgentes de prevención, persecución y protección.

En la región del Biobío, como Seremi de Justicia y Derechos Humanos, no solo acogemos este llamado, sino que lo transformamos en compromiso concreto. Lideramos la Mesa Intersectorial Regional contra la Trata de Personas, un espacio de coordinación clave que reúne a servicios públicos, fuerzas de orden, academia, organizaciones sociales y actores comunitarios, con el fin de articular políticas efectivas y responder con unidad frente a este delito transversal.

Es fundamental que la ciudadanía conozca qué es la trata. Según la Convención de Palermo, se entiende por “trata de personas” la captación, transporte, traslado, acogida o recepción de personas mediante amenazas, uso de la fuerza, rapto, fraude, engaño, abuso de poder o aprovechamiento de una situación de vulnerabilidad, con fines de explotación. Esta explotación incluye, entre otras, la prostitución ajena, trabajos forzados, esclavitud, servidumbre o la extracción de órganos. Es el tercer negocio ilegal más rico del mundo; solo superado por el tráfico de drogas y armas.

Lejos de ser un problema lejano, la trata es una realidad que toca a mujeres, niños, adolescentes, y gente en situación de gran vulnerabilidad; muchas veces bajo falsas promesas de trabajo, estudio o una vida mejor. En este sentido, nuestra más importante herramienta es la precaución por medio de la enseñanza. Uno como autoridad, reitera nuestro deber: continuaremos trabajando en la Mesa Intersectorial Contra la Trata de Personas, capacitando a entidades públicas, privadas, académicas y de la sociedad civil para que la trata no quede oculta.
Pero esta batalla no es solamente del Gobierno. Precisamos ciudadanos atentos, familias con información, comunidades vigilantes.

Juntos, podemos hacer un Biobío más justo, más amable y sin esclavitud. Porque saber es el primer paso. Hacer cosas es lo más importante.

Carlos Uslar Venegas

Seremi de Justicia y Derechos
Humanos del Biobío