Día del Arquitecto

16 de Julio 2025 | Publicado por: Diario Concepción
Fotografía: Cedida

Rodrigo Lagos Vergara
Expresidente del Colegio de Arquitectos
Delegación Regional Concepción (2023)


El Día del Arquitecto se celebra cada 4 de agosto, fecha que conmemora la creación del Colegio de Arquitectos de Chile en 1942 para desarrollar la profesión en el país.

Y para aquellos de Concepción, 1985 fue un año especial: se reorganiza la Delegación Regional del Colegio, en receso desde 1979 por decreto de la junta cívico-militar. De entidad de derecho público a asociación gremial, eliminando la obligación de colegiarse para ejercer y prerrogativas para regular la ética profesional, deroga su facultad para establecer aranceles de honorarios; se gradúan nuevos profesionales que partieron estudiado en la sede local de la Universidad Técnica del Estado, que desde 1981 sería la Universidad de Bío-Bío. Ese año tres arquitectos -Eduardo Rivera, titulado en la UTE, junto a dos recién titulados en la UBB- motivados por los movimientos sociales de Santiago deciden convocar a la reorganización de la delegación. Se haría para la tradicional celebración el día 04 de agosto en un lugar y un programa propicio: previo a una cena en el salón de la 7ª Compañía de Bomberos se solicitaría a cada uno un breve escrito contando su experiencia y su visión del colegio para ser compartido con los asistentes. Para esa tarde noche de invierno el programa considera brindis inicial, y paso a los comedores adornados con prismáticos candelabros de cartón con velas, a la luz de las cuales cada uno de pie daría lectura a su escrito. El de libre ejercicio de la profesión, el funcionario público común o aquel con cargo designado por el régimen, o de otros recién retornados del exilio y varios recién titulados, testimonios diversos pondrían una nota de emotividad y, no sin un cierto temor generalizado, romperían el silencio de tantos años. Al momento de las lecturas el ambiente es expectante, y el aire se puede cortar con un cutter. Los asistentes escuchan atenta y empáticamente a cada expositor y finalmente, por aclamación, resuelven conformar una directiva de acuerdo a los estatutos vigentes. Luego vendría cena y bajativos de rigor.


No fue fácil encontrarlos con experiencia y dispuestos a poner la cara, recién colegiados como Gonzalo Cerda y yo no clasificábamos. Dos dispuestos y decididos cumplían requisitos: Luz Sobrino y Eduardo Rivera. Faltaba una persona para cargo directivo y asumir la presidencia. El generoso ofrecimiento de Ricardo Hempel permite encabezar la primera directiva para este nuevo período, y el pago de cuotas y la reactivación del SAT aportan recursos necesarios para arrendar una sede y reiniciar una nueva etapa de un gremio que, pese a las dificultades, se ha mantenido activo hasta el día de hoy.

En esta fecha, y en este nuevo aniversario, un especial recuerdo a Eduardo Rivera, el adelantado, y a don Ricardo Hempel, el príncipe valiente de aquella generación.