Natalidad en Chile: Autonomía y protección a la maternidad

15 de Mayo 2025 | Publicado por: Diario Concepción
Fotografía: Cedida

Camila Contreras Pereira
Seremi de la Mujer y la Equidad de Género Biobío

Según cifras del INE, el promedio de hijos por mujer descendió a 1,97 en 2024, muy por debajo del nivel de reemplazo poblacional de 2,1; además de tener una baja en el porcentaje de mujeres entre 15 y 49 años con hijas o hijos, llegando a un 56,6%; estos son 14,1% menos que lo registrado por el CENSO de 1992. Es ineludible que las cifras demuestran importantes avances en la autonomía de las mujeres, tenemos una significativa disminución en la cantidad de embarazos adolescentes, pasando de un 14,2% a un 2% en 30 años. Reconocemos también a numerosas mujeres que han decidido no tener hijos por proyectos de vida distintos a la maternidad, aumentando a su vez su participación en el mercado del trabajo y un mayor acceso a la educación formal y universitaria. La baja en la tasa de natalidad es sin duda un tema de interés y preocupación pública, implica transformaciones profundas las políticas públicas. Sin embargo, abordar la baja natalidad como una crisis sin entender sus causas reales es un error.


En los últimos años, Chile ha impulsado reformas que amplían la protección de la maternidad. Estas no son concesiones, son derechos conquistados, fruto de luchas de feministas y trabajadoras que pusieron sobre la mesa la urgencia de repensar el rol del trabajo reproductivo en nuestra sociedad, denunciando el mandato de madre y esposa que yace sobre nuestros hombros y la invisibilización del trabajo doméstico y los cuidados. Los avances son importantes porque reconocen que la maternidad no es un asunto privado, sino un hecho social que merece protección y acompañamiento. Como gobierno tenemos la convicción de que hemos sostenido políticas públicas coherentes y profundas en esta materia, como un Sistema Nacional de Apoyos y Cuidados; las políticas de conciliación de la vida laboral, familiar y personal, la ley de pago efectivo de deudas de pensiones de alimentos, la Ley TEA, la Ley de 40 horas, el Plan de Emergencia Habitacional y una gran tarea pendiente de nuestro país que esperamos este 2025 cumplir con la aprobación del proyecto de Sala Cuna para Chile que permitiría la universalización del acceso para trabajadores y trabajadores dependientes e independientes. No basta con “premiar” o convencer a las mujeres: debemos transformar cómo se organiza el trabajo, el cuidado y la vida en común en nuestro país. La hoja de ruta es construir un Chile donde tener hijos sea una decisión libre, segura, digna y acompañada; y en esa senda estamos trabajando como gobierno.