La cruda historia de algunas mujeres que trabajaron en astronomía y matemáticas

02 de Junio 2022 | Publicado por: Diario Concepción
Fotografía: Cedida

Sigue habiendo brechas entre géneros, nos queda mucho por avanzar aún, pero es importante que sepas que tus sueños, con trabajo duro, nunca más serán opacados.

Katherine Henríquez Brocal
Lcda. y Magíster en Astronomía
Universidad de Concepción.

Hace poco más de 100 años nadie sospechaba siquiera que las mujeres no solo querían o necesitaban estudiar, el incuestionable destino que tendría todo el género femenino sólo sería ser dueña de casa y esposa. Afortunadamente, el intelecto sobrepasa las reglas establecidas para la época. Mujeres que, a pesar de tener a la sociedad en su contra, no se rindieron ante la adversidad.

Hipatia de Alejandría (nacida en 355 ó 370 a.c) fue una destacada matemática y generó grandes aportes a la astronomía, mejoró el astrolabio, instrumento para poder ubicar los objetos en el cielo e inventó un densímetro. Tuvo la oportunidad de enseñar a un grupo muy selecto de personas, pero lamentablemente murió asesinada por cristianos, en una época en la que ser pagano era objeto de linchamiento. Más aún si una mujer mostraba tal intelecto.

Carolina Herschell (nacida en 1848), astrónoma, descubrió 8 cometas, 3 nebulosas y junto a su hermano William descubrieron más de 1.000 estrellas, destacado es el hecho de que ella no tenía educación formal, sin embargo, su dedicación y esfuerzo hicieron que el rey Jorge III de Inglaterra le asignará un salario para poder vivir.

Emmy Noether (nacida en 1882), es considerada como una de las más grandes matemáticas de la historia, donde su mayor contribución fue el teorema relacionado con la ley de conservación. Se le prohibió hacer clases, ya que algunos profesores de la facultad de filosofía de la Universidad de Gotinga, pensaban que los alumnos hombres se sentirían mal debido a que una mujer les enseñara. Tiempo después los directivos le permitieron hacerlo, pero solo si las cátedras se anunciaban bajo el nombre de un hombre (David Hilbert), tristemente y a pesar de hacer docencia, no percibía salario. En los documentos oficiales, ella solo figuraba como una ayudante.

Cecilia Payne-Gaposchkin (nacida en 1900), tuvo que abandonar Cambridge e ir a los Estados Unidos, ya que, por ser mujer, no se le permitía obtener un título universitario. Una de sus más relevantes contribuciones fue realizar uno de los trabajos doctorales más grandes de la época, donde aplicó los conocimientos que se tenían de la teoría de la ionización para relacionar y clasificar los espectros de las estrellas con sus temperaturas absolutas. La tesis estableció que el hidrógeno era el componente principal de las estrellas. Hoy en día, el hallazgo es utilizado ampliamente en astronomía.

Vera Rubin (1928), astrónoma que contribuyó a uno de los descubrimientos más importantes de la historia: la materia oscura. En un principio se le impidió estudiar en la universidad de Princeton, ya que no se admitían mujeres en la facultad de astrofísica, tuvo que irse a otro sitio, la Universidad de Cornell. Afortunadamente, después obtuvo el mérito que se merecía.

La historia está marcada por mujeres que tuvieron que poner sus descubrimientos a nombre de sus esposos, hermanos o algún hombre cercano. Guerreras silenciadas que entregaron una gran contribución en sus áreas, sin las cuales el mundo sería muy distinto. Se necesitaron de estas rebeldes, que nunca se rindieron, para moldear el futuro.

Hoy, sigue habiendo brechas entre géneros, nos queda mucho por avanzar aún, pero es importante que sepas que tus sueños, con trabajo duro, nunca más serán opacados.