2022: el año donde Chile fue declarado oficialmente un país con envejecimiento avanzado

13 de Marzo 2022 | Publicado por: Diario Concepción
Fotografía: Cedida

Dra. Carola Salazar Norambuena
Académica Universidad Católica de la Santísima Concepción (UCSC)

La CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe) elabora frecuentemente reportes demográficos, con especial enfoque en el envejecimiento, considerando que la transición demográfica que estamos experimentando como región. Esta transición se caracteriza por tres aspectos: aumento de la expectativa de vida al nacer, mayor sobrevida a los 60 años, y disminución de las tasas de fecundidad. Esto quiere decir que tanto América Latina como el Caribe están en un proceso de envejecimiento de su población.

Sin embargo, los niveles de envejecimiento de cada país son distintos, pues cada uno tiene un contexto social, económico y biológico propio que lo diferencia del resto. Y acá es donde debemos prestar especial atención al último informe de la CEPAL, publicado en febrero de este año. Este reporte establece las diferentes etapas del proceso de envejecimiento de América Latina y el Caribe, donde Chile se sitúa dentro de la categoría “envejecimiento avanzado”; es decir, que más 16% de la población es mayor a los 60 años.

Lo que llama la atención desde un punto de vista demográfico y social, es que estos cambios se han manifestado en Chile con mayor rapidez en comparación con otros países de la región. De hecho, de acuerdo a las estimaciones de la CEPAL, en 5 años más, es decir, el 2027, el 21% de la población total de Chile serán personas mayores. Esto es en la mitad del tiempo en que lo alcanzarán otros países de la región, como Brasil y Colombia.

Si bien estas cifras pueden parecer alarmantes, la verdad, es que no lo son. Lamentablemente, en muchos sectores se percibe un aumento de la población de personas mayores como un problema. Eso se denomina “Demografía Apocalíptica” y hace referencia a que se considere como una carga para las sociedades el hecho de que las personas vivamos más años. Efectivamente, un aumento acelerado de cualquier grupo etario puede traer consecuencias, pero estas se deben percibir como un desafío, no una carga.

Por lo mismo, la tendencia en los estudios sociodemográficos es hacia un enfoque positivo: donde se “considera las mejoras en la esperanza de vida para calcular la edad umbral de la vejez, como alternativa del uso de una edad fija como los 60 o 65 años” (Rivero-Cantillano y Spijker, 2015). Como todos los países presentan diferentes contextos sociobiológicos, esta opción parece más apropiada para calcular cuándo estamos frente a un país con envejecimiento avanzado.