Encuentro de infraestructura y transporte en el Biobío: ¿para qué?

Óscar Ferrel Bustos
Jefe de División de Infraestructura y Transporte, Gobierno Regional del Biobío

Con la certeza de que la Región del Biobío puede más es que hemos liderado la organización del Encuentro Nacional de Jefaturas de División de Infraestructura y Transporte, que tendrá lugar en nuestra zona los días 3 y 4 de marzo. Pero, ¿para qué nos juntamos? En simple, con el objetivo de dialogar sobre las atribuciones y recursos necesarios para que la descentralización en materia de infraestructura se note y así mejore la calidad de vida de las personas que viven en regiones.

También, para compartir experiencias y modelos de gestión exitosos, muchas veces distintos a lo largo de un territorio tan extenso y abundante en diversidad. Igualmente, para estudiar y adaptar a la realidad regional aquellos programas y/o planes que ha resultado en otra región del país y, finalmente, para prospectar nuevas políticas públicas que permitan aumentar el ámbito de acción de las decisiones locales.

Ejemplifiquemos entonces desde las particularidades de la Región del Biobío. La región cuenta con un retraso importante en infraestructura, la ribera sur del río Biobío es un claro ejemplo ya que no cuenta con fluidez de tránsito y ello merma la calidad de vida regional. Sin embargo, la cartera de proyectos concesionados es extensa y madura. La más emblemática, Ruta del Itata, posee una valorización actual neta mayor a USD 450 millones. Sólo como dato, el Fondo Nacional de Desarrollo Regionl (Fndr) Biobío completo del año 2022 es USD 112.5 millones.

Por la envergadura de la cartera actual y para poder gestionar un modelo concesionario 2.0, es necesario contar con una unidad regional de concesiones regionales, que adicionalmente de soporte a una declaratoria de interés público, de potestad del gobernador regional. Así, podríamos adelantar inversión pública en materias como corredores de transporte público, teleféricos, monorrieles, estacionamientos subterráneos, edificios consistoriales, puertos secos, espacios públicos, infraestructura insular y otras concesiones menores.

Es hora, entonces, de construir infraestructura verde, para apalancando el patrimonio regional que se ha construido en estos 30 años, emprender una agenda pública privada en línea con los problemas de movilidad y nuestro déficit de infraestructura histórico. Por eso hemos llegado hasta acá y en el Biobío, nuevamente, tendremos una discusión nacional con gran perspectiva de futuro.