El presidente electo y el Diario Concepción: medios regionales, descentralización informativa y democracia

16 de Enero 2022 | Publicado por: Diario Concepción
Fotografía: Cedida.

¿Qué importancia puede tener el hecho de hablarle a Chile desde un medio regional independiente? Chile, como sabemos muy bien, es un país enormemente centralista.

Daniel Bello
Doctor en Estudios Americanos, IDEA-USACH

Magglio Chiuminatto
Doctor en Comunicación, Universidad Autónoma de Barcelona

El domingo pasado se publicó la primera entrevista extensa dada por el presidente electo, Gabriel Boric, a un medio escrito. Junto con los contenidos de dicha entrevista fue también noticia un gesto de gran relevancia, especialmente en el contexto social y político que vive el país: la entrevista fue dada a un diario regional que no pertenece a los dos grandes conglomerados de medios existentes en Chile.

El presidente electo justificó esta decisión argumentando lo siguiente: “Que nuestra primera entrevista extensa escrita sea con un medio regional, de una región tan importante como la del Biobío, con un medio independiente como es Diario Concepción, dirigido además por una mujer, son símbolos que marcan el sello que queremos que tenga nuestro gobierno” (Diario Concepción, 2022).

¿Qué importancia puede tener el hecho de hablarle a Chile desde un medio regional independiente? Chile, como sabemos muy bien, es un país enormemente centralista. La Región Metropolitana concentra cerca del 40% de la población nacional, buena parte de la riqueza, el poder político y la oferta de servicios (públicos y privados) en prácticamente todos los ámbitos. Es también el lugar en el que están asentados los principales medios de comunicación y desde donde se difunden masivamente las noticias y las opiniones acerca del acontecer nacional.

Este hecho genera una distorsión en la representación de la realidad nacional y en la forma de valorar los distintos fenómenos sociales que se desarrollan a lo largo del país.

En dos investigaciones recientes, pudimos mostrar que los medios nacionales suelen ser portadores y difusores de una visión más bien homogénea, basada en una limitada selección de fuentes que provienen, principalmente, del gobierno central (especialmente cuando se abordan temas de “interés nacional”) y de las élites capitalinas. En contraste, los medios regionales amplían su repertorio de miradas y voces, para incluir también autoridades regionales y locales, así como representantes de distintos grupos de la sociedad civil.

Esta diferencia tiene un impacto significativo en la forma en que se describe o, más bien, se construye la realidad social.
En nuestras investigaciones pudimos observar, por ejemplo, que para los medios nacionales la frontera norte (entre Chile y Perú) es básicamente una línea en el desierto que divide drásticamente dos países marcados por un conflicto interestatal de larga data. En contraste, para los medios regionales es una zona porosa de intercambio social, cultural y comercial (Bello y Chiuminatto, 2020).

Asimismo, para los medios nacionales, la inmigración es fundamentalmente un problema cuantitativo que genera amenazas y oportunidades (sobredemanda de servicios sociales o mano de obra barata). Mientras que para los medios regionales es también un asunto cualitativo, marcado por la presencia humana y las relaciones interpersonales y comunitarias, que debe abordarse desde sus múltiples dimensiones (Bello y Chiuminatto, s.f).

Analizar y valorar el rol de los medios regionales en la ampliación de voces —social, política y territorialmente diversas— y de temas presentes en el debate público, es de la mayor relevancia para fortalecer los procesos deliberativos y para la consolidación de la democracia en sociedades plurales como la nuestra.

Los medios de comunicación juegan un rol trascendental —partiendo por el rol histórico de la prensa— en la construcción de las representaciones compartidas y las percepciones sociales (o, si se quiere, en la creación de “la realidad” social), e incluso en la conformación y mantención de la “comunidad (nacional) imaginada”, usando el concepto acuñado por Anderson (1993). Por eso, preguntas como cuál es la configuración del ecosistema de medios, qué voces son las más escuchadas, qué fuentes las más utilizadas y de dónde provienen, son indispensables para reflexionar sobre cómo se generan las percepciones que tenemos sobre nuestra sociedad (y qué hacemos finalmente con ellas).

Es de esperar que la señal que entrega esta primera entrevista del presidente electo indique también un interés por avanzar hacia la construcción de un ecosistema de medios más diverso y pluralista, en el que las radios, los periódicos y los canales regionales tengan una mayor relevancia. Esto permitiría reducir las brechas actualmente existentes entre la realidad mediática —vista y “creada” desde el centro por las élites simbólicas— y la realidad que se vive en los distintos rincones del país.