Gabriela Mistral hoy: a 76 años del Nobel de Literatura

29 de Diciembre 2021 | Publicado por: Diario Concepción
Fotografía: Nidia Smith

Poco se ha sabido de su requerimiento por la incorporación de vacaciones de invierno, su batalla por abrir las escuelas para todas las clases sociales, la incorporación de asignaturas enfocadas al cultivo y el reciclaje, su abierta oposición a la educación privada y su objeción a los bajos salarios docentes. Su vida, su pensamiento social - político, su andar como gestora de una educación pública y democrática, son también aristas que hoy en día ad portas de una nueva constitución se pueden comenzar a descifrar.

Nidia Smith Oñate
Historiadora – Académica Ucsc

La contingencia de lo presente nos ha enfrentado a ideas que forman parte de lo cotidiano como la equidad de género y la emancipación de los roles femeninos, el respeto de los derechos y la reflexión frente a la necesidad de un nuevo paradigma social. Sin embargo, a principios del siglo XX estos no eran términos recurrentes en la discusión social.

La historia es prolija cuando de exclusión femenina en el campo educacional se trate, aún así, existieron mujeres que se negaron a seguir el itinerario de la tradición, definiendo el futuro mas allá de su posibilidad como madre o esposa. Este fue el caso de Lucila de María del Perpetuo Socorro Godoy Alcayaga, alias Gabriela Mistral.

El día 10 de diciembre de 1945, cuando Mistral es galardonada con el Nobel, su bagaje literario se componía de 3 libros de poesía y más de 400 textos publicados en diferentes latitudes del mundo, escritos destinados a problematizar sobre el rol de la educación pública y el Estado, la educación femenina, los profesores, la pedagogía y la niñez.

Poco se ha sabido de su requerimiento por la incorporación de vacaciones de invierno, su batalla por abrir las escuelas para todas las clases sociales, la incorporación de asignaturas enfocadas al cultivo y el reciclaje, su abierta oposición a la educación privada y su objeción a los bajos salarios docentes. Su vida, su pensamiento social – político, su andar como gestora de una educación pública y democrática, son también aristas que hoy en día ad portas de una nueva constitución se pueden comenzar a descifrar.

La educación pública, comprendida como aquella provista y gestionada en sus decisiones fundamentales bajo alero del Estado, tendría que dejar de observar modelos educativos foráneos e intentar reconocer lo propio, no somos una sociedad finlandesa ni noruega, somos sudamericanos, y desde allí, con nuestros propios referentes e intelectuales, se debiese esbozar nuestro sistema educativo. Las semillas de nuestra educación germinaron desde poetas, pensemos que la Universidad de Chile fue fundada por un poeta venezolano, Andrés Bello. La maestra era consiente de aquello, creando el concepto de “poética de la educación” que percibía el instruir como el acto poético más solemne.

Con audacia y principios sólidos, Mistral dibujó una redefinición de educación pública fundada en la diversidad cultural, de ideas y causas, con la participación protagonista de los sujetos que la componen. Una educación donde puedan converger las distintas realidades sociales en la sala de clases, con la profesora como maestra en la magnitud de la palabra, para así dominar las profundas desigualdades sociales que se redoblan en nuestra educación y sociedad, que, además, son el origen del egoísmo actual.

Este mes, cuando conmemoramos un nuevo aniversario del mayor galardón que ha recibido una mujer de nuestra tierra, con una pandemia que acentuó la crisis de nuestro sistema educacional y el instante en que se discuten las bases legislativas de enseñanza, es momento de abrir paso al pensamiento de esta madre intelectual que nunca hemos sabido comprender correctamente. La enseñanza es un flujo poético de ideas y estructuras que prometen y anuncian nuevos caminos de comprensión y empatía, las escuelas son el lugar donde la lucidez del conocimiento abre espacio a la experiencia de lo bello, del ideal desde donde emana el futuro, la esperanza y nuestros versos del mañana.