Los discursos de apertura y el deber de humanizar

07 de Noviembre 2021 | Publicado por: Diario Concepción
Fotografía: Cedida.

Tammy Pustilnick
Convencional Constituyente del Distrito 20.

Fueron cuatro días desbordados de emociones. Con cinco minutos, cada convencional procuró generar un mensaje acorde a sus ideas, principios y valores, espacio que sin duda ha permitido humanizarnos frente a la sociedad que espera ansiosa ver frutos concretos de nuestro trabajo. Es que sin duda, estoy agradecida y desafiada de ser parte del órgano más democrático y diverso que hemos tenido en la historia de nuestro país.

Relatar los problemas sociales actuales como la salud, educación, vivienda, acceso al agua o la nefasta centralización de nuestro país es realmente necesario, no por una cuestión de victimización, sino que por el contrario, porque generan espacios que no sólo sirven para debatir y avanzar, sino que visibilizan estas causas que históricamente se han relegado de estos espacios públicos o, peor aún, que se han desconocido como problemas reales.

En mis cinco minutos, mostré con nombres cada uno de los temas que considero relevantes a tratar dentro de la propuesta de Nueva Constitución y que son realmente la causa y motivación que me llevaron a participar y formar parte de este proceso constituyente, lo que engloba principalmente los derechos de mujeres, niñas y niños y disidencias sexo-genéricas; como asimismo, el profundo centralismo nacional e interregional.

Tener la oportunidad de escuchar a cada convencional, cada uno de los discursos y permitirnos emocionarnos con ellos, sin duda, es dar espacio a humanizar sobre todo en un órgano tan diverso como la Convención; hubo mucho llanto, de emoción, de desesperación, de recuerdo, de rabia y de esperanza de lo que este proceso puede significar en la vida de millones de personas.
Se recurrió de una forma muy cálida a la familia y aquellas personas que ya no están y que no tuvieron la oportunidad de ver el desarrollo de este proceso democrático, pero que lo deseaban con ansias. Por ellas es que muchos hoy estamos acá, y me emociona sólo pensar el orgullo que sentirían en estos momentos y vislumbrar que sus peleas no fueron en vano.

Sin duda, quienes integramos la Convención saldremos con tremendo aprendizaje personal y profesional, y en esos cuatro días de discursos que además dan cuenta de estos cuatro meses de trabajo desde la instalación, soy testigo de cómo esos cambios se empiezan a vislumbrar, donde cada discurso nos permitió una vez más volver a recordarnos no sólo el porqué estamos acá, sino el tremendo desafío que ello significa para nuestro país.