VIH, un desafío latente

Por eso es importante que el Estado siga jugando un rol clave en la prevención, detección y acompañamiento de esta enfermedad.

Sin duda, pese a que la presencia del virus del Sida y su contagio sigue siendo una preocupación latente a nivel de salud estatal, en Chile y en Biobío existen avances palpables en el apoyo que existe desde el mismo Estado con quienes padecen esta enfermedad.

De acuerdo con cifras oficializadas por el Minsal, al primer semestre de 2025, en la Región del Biobío hay 3 mil 346 personas que viven con VIH y se encuentran en control activo en la red pública de salud. De esta cifra, “el 99,7% de ellos, accede de forma gratuita a terapia antirretroviral”, indica un reciente comunicado de la Seremi de Salud del Biobío.

En ese contexto, explican que, a pesar de los avances significativos alcanzados en la región, persisten brechas significativas en el acceso al diagnóstico temprano, a la PrEP, al tratamiento oportuno y al manejo de la enfermedad avanzada por VIH, que limitan el progreso para eliminar el VIH.

La jefa de la cartera regional (s) del Biobío, Javiera Ceballos, aseveró que “en contexto del Día Mundial del SIDA -conmemorado el 1 de diciembre-, queremos poner énfasis en la importancia de la respuesta del Estado, que solo en esta región, al 2025, permitió que el 99,7% de las personas que viven con VIH accedan en forma gratuita a terapia antirretroviral y que el 94,7% tenga carga viral indetectable, es decir, que no transmite la enfermedad a terceros”.

“Lo anterior da cuenta de que cuando el Estado garantiza derechos fundamentales como la salud, permite extender y mejorar la calidad de vida de las personas, impactando positivamente también en sus entornos”, agregó.

Asimismo, se informó que durante 2024 la región contabilizó 200 casos de VIH, con una tasa bruta de notificación de 20,5 casos por cada 100 mil hombres y 3,6 casos por cada 100 mil mujeres.

A nivel internacional, la OMS reconoce que a pesar de los avances significativos alcanzados en la región (Latinoamérica), persisten brechas significativas en el acceso al diagnóstico temprano, a la PrEP, al tratamiento oportuno y al manejo de la enfermedad avanzada por VIH, que limitan el progreso para eliminar el VIH.

Por eso es importante que el Estado siga jugando un rol clave en la prevención, detección y acompañamiento de esta enfermedad y también es primordial que las personas adopten medidas de autocuidado para frenar su propagación. En este escenario, tenemos un desafío latente, que debemos seguir enfrentando.