Protección necesaria para aves marinas

14 de Octubre 2025 | Publicado por: Editorial Diario Concepción
Fotografía: Contexto | Katherine Sanhueza-ChileBirds

Así, como ocurre en otros aspectos de nuestra vida en comunidad, sino se colocan límites, la acción humana afecta el entorno.

El pilpilén común, una especie de ave playera, está en peligro. De acuerdo con lo que se conoce, se reproduce en playas arenosas del país, pero hoy está bajo amenaza debido a un declive en su población. Por eso es importante que haya conciencia sobre su protección.

De ahí lo relevante que se haya presentado a nivel nacional el Plan de Conservación de Aves Marinas, el cual es una iniciativa que forma parte de la Estrategia Nacional de Conservación de Aves y que busca fortalecer la protección de especies como pingüinos, golondrinas de mar, albatros y fardelas. El plan incluye 35 acciones concretas, organizadas en ocho lineamientos estratégicos que orientarán el trabajo conjunto entre el Estado, la comunidad científica y organizaciones ambientales.

“Las tendencias y proyecciones sobre la declinación de las poblaciones de las aves playeras son extremamente negativas. Se estima que se ha perdido un tercio de la población mundial de estas especies, particularmente las migratorias”, advierte en Diario Concepción el doctor Cristóbal Pizarro, académico de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Concepción (UdeC) e investigador del Instituto de Ecología y Biodiversidad (IEB).


“Chile es muy importante para la conservación de las aves marinas en el mundo. Esto no solo es relevante a nivel nacional, sino que representa una responsabilidad global”, destacó la ministra Maisa Rojas, durante la presentación del plan. Actualmente, el país alberga 135 especies de aves marinas, de las cuales 33 están en categoría de amenaza, posicionando al país como el segundo país más relevante del planeta para su conservación.

Según lo planteado por el Ejecutivo, la iniciativa aborda desafíos prioritarios como la reducción de la captura incidental de aves marinas en pesquerías, el control de especies exóticas invasoras, la protección de playas y dunas frente al ingreso de vehículos y la disminución de la contaminación lumínica que afecta sus rutas migratorias y sitios de anidación. También promueve la cooperación internacional, la investigación científica y la fiscalización ambiental para resguardar los ecosistemas costeros y marinos del país.


Sin duda, se trata de una medida necesaria, teniendo presente la amplitud de costa y especies que considera nuestro territorio. A la par, avanza un proyecto de ley que prohíbe el tránsito de vehículos motorizados en zonas no habilitadas, como playas, humedales costeros o dunas, porque ello afecta de manera severa a las aves playeras y sus hábitats.

Es decir, se trata de acciones que buscan salvaguardar especies que, por años, han estado expuestas al peligro. Así, como ocurre en otros aspectos de nuestra vida en comunidad, sino se colocan límites, la acción humana afecta el entorno. Esperemos que iniciativas como las descritas logren revertir la inconciencia de algunas personas.