El futuro del Parque Pedro del Río Zañartu

Desde que asumió la nueva dirección del recinto, hay cuestionamientos respecto a las decisiones administrativas y la continuidad de proyectos de conservación.

El Parque Pedro del Río Zañartu (PRZ) vive una compleja actualidad, con un intenso debate por continuidad de proyectos ambientales. Mientras trabajadores antiguos acusan desvinculaciones y abandono de los compromisos de conservación, la dirección del recinto defiende una administración más racional, al mismo tiempo que niegan el cierre del Centro de Flora Nativa.

Según relató Rodrigo Toledo-Román, exasesor en gestión de humedales y trabajador del Centro del Centro de Flora Nativa del PRZ, tras el cambio de administración “se han disuelto dos áreas de trabajo, y han sido desvinculados de sus funciones por lo menos 10 trabajadores, incluyendo contratos a honorarios, y sin considerar situaciones de renuncia o reasignación de funciones”. Una de las secciones más afectadas sería el Centro de Flora Nativa, vivero inscrito en el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), y pilar de proyectos de restauración. “En la práctica se ha reasignado o eliminado todo el personal capacitado para la dirección y mantenimiento del centro”, agregó Toledo-Román.

Sin embargo, Mauricio Gutiérrez, actual director del Parque, negó que su gestión haya considerado cerrar el Centro de Flora Nativa. “En ningún momento mi administración ha pensado en cerrarlo, nunca. Eso no es efectivo”, aseguró. El directivo criticó que la denuncia inicial fuera difundida a la prensa sin pasar por los conductos regulares y además destacó que, actualmente, se evalúa una alianza con la Dirección de Aseo y Ornato de la Municipalidad de Hualpén para fortalecer la producción de especies. “Creo que ambas instituciones podemos ganar, fortaleciendo el centro con la experiencia del municipio. Como contraprestación, pediríamos que nos reproduzcan especies para actividades de replantación”.

Gutiérrez detalló que el centro genera un costo alto. “El 2024 tuvo un gasto anual de alrededor de $56 millones y ventas de plantas por solo $300 mil. Eso inmediatamente da un indicativo de que económicamente es difícil soportarlo. Esto no quiere decir que dejemos de propagar especies endémicas, solamente que queremos hacerlo de una forma más racional y eficiente”, añadió.

Respecto a los otros proyectos cuestionados, el director comprometió su continuidad. “Seguiremos cuidando el Humedal Piedra del Agua, que es una iniciativa preciosa, y mejorar las instalaciones del Mirador de Laguna Verde, que encontré en pésimas condiciones cuando asumí”.

Independiente de este debate, es importante que se encuentre la forma de darle una continuidad al espacio, pues es un pulmón natural y cultural muy relevante para el Gran Concepción.