Articulación es clave para disminuir riesgos de incendios forestales
20 de Agosto 2025 | Publicado por: Editorial Diario Concepción
Como siempre, también, el llamado es a que la ciudadanía muestre un aprendizaje en base a lo que hemos vivido y todos colaboremos en la prevención.
Para nadie es indiferente el cambio en el clima que hemos vivido durante los últimos años. Menos agua caída en invierno y altas temperaturas en verano han sido la constante.
Lo anterior, ha influido en que los incendios forestales hayan golpeado con dureza, especialmente, en la temporada 2023, donde se consumieron más de 200 mil hectáreas solo en Biobío.
En ese contexto y dada la proyección para la temporada de verano que se avecina es que autoridades comunales y el Gobierno han puesto su foco en organizarse y definir medidas para enfrentar los riesgos del viento y el calor de la época estival.
Según un artículo de Diario Concepción, publicado este martes, de acuerdo con un estudio técnico de la empresa Equifax, un 10% de su superficie total de la Región ha ardido al menos una vez en la última década, lo que equivale a 237.622 hectáreas. Además, Biobío concentra la mayor superficie con amenaza en la categoría “muy alta” del país: 156.270 hectáreas, equivalente al 6,5% de su territorio, principalmente en el Gran Concepción, Arauco, Lebu y Curanilahue.
El director regional de Conaf, Esteban Krause, destacó que la corporación mantiene un trabajo permanente de mitigación.
“Realizamos manejo de vegetación, quemas controladas y cortafuegos en zonas estratégicas para reducir la propagación del fuego. También capacitamos a comunidades, agricultores y escuelas rurales a través del programa Comunidades Preparadas frente a los incendios forestales”, señaló.
También confirmó que, hasta la fecha, han sostenido reuniones técnicas y de coordinación con los distintos organismos involucrados en la prevención y combate de incendios forestales.
El problema radica en que este invierno ha sido caluroso, lo que, lamentablemente, nos expondría a un escenario complejo para fin de año y comienzos de 2026. En ese sentido, es positivo que las autoridades respectivas comiencen desde ya a delinear una labor focalizada en prevenir la propagación del fuego.
Lo que no puede ocurrir es que lleguemos a noviembre y no se hayan concretado las acciones y coordinaciones respectivas para disminuir el riesgo. Como siempre, también, el llamado es a que la ciudadanía muestre un aprendizaje en base a lo que hemos vivido y todos colaboremos en la prevención.