Productos tradicionales en el mundo municipal

09 de Agosto 2025 | Publicado por: Editorial Diario Concepción
Fotografía: Foto: Ministerio de Cultura.

Es decir, los municipios logran conectarse con su comunidad, crean redes de apoyo y, finalmente, los productores locales obtienen réditos económicos. Un círculo virtuoso.

Desde hace décadas que los municipios de todo el país y, por supuesto, el Biobío realizan diversas fiestas costumbristas donde dan a conocer todo tipo de productos, muchos con características o denominados como tradicionales de cada territorio.

En la zona, se realizan fiestas vinculadas a comidas, como la de Estofado de San Juan de Santa Juana o de la Miel en Santa Bárbara o la del Changai en Hualpén, que se suman a productos como la papa de Cañete o el Plato Willow de Penco o la papa frita de Nacimiento.

En suma, todos apuntan a una denominación de origen que tiene no solo una particularidad cultural, sino que sirve para activar la economía de las comunidades. Esto porque se publicitan para la llegada de turistas de todas partes de la Región y del país.


Lo cual, agrega un efecto positivo a estas acciones potenciadas por las municipalidades.

El alcalde de Hualqui, Ricardo Fuentes, quien preside la Asociación de Municipalidades del Biobío y cuyo municipio apunta a la miel apara potenciarla como tradicional de su zona, explicó que “la certificación no solo protege la autenticidad de nuestros productos, sino que abre nuevos caminos para la comercialización de ellos en el territorio nacional e internacional”.


Por su parte, el alcalde Rodrigo Vera afirmó que “creemos firmemente que el producto distintivo de la comuna de Penco es el emblemático Plato Willow. Su diseño, creado por Roberto Benavente Crisosto, es parte del imaginario doméstico nacional”. Así, el Museo de la Loza de Penco ya resguarda cerca de 980 piezas, muchas donadas por vecinos.

En tanto, desde la Agrupación Cultural de Amasanderas de Coronel, donde se destaca la producción del mítico Pan Minero, su presidenta Lorena Pavez detalla que “la diferencia del pan minero con el pan común, es que este último lo hacen con manteca o hasta con margarina y nosotros siempre hemos trabajado con la grasa de vacuno”.


En este camino, de relevar la tradición y denominación de origen, la cual, en todo caso, debe ser certificada por los organismos pertinentes, siendo la Piedra Cruz del Río Laraquete la única en Biobío con tal condición, solo se perciben impactos positivos para las economías locales. Es decir, los municipios logran conectarse con su comunidad, crean redes de apoyo y, finalmente, los productores locales obtienen réditos económicos. Un círculo virtuoso.