Probados riesgos de la legalización del consumo de marihuana

11 de Diciembre 2018 | Publicado por: Editorial Diario Concepción
Fotografía: Archivo | Diario Concepción

La experiencia uruguaya de legalizar el consumo de marihuana con fines recreativos ha resultado en una disminución ostensiblemente la percepción de riesgo en la población y en consecuencia el efecto indeseado del incremento de usuarios.

La rentabilidad electoral de lo políticamente correcto es de tal magnitud que invita a los de convicciones más elásticas, por no decir inexistentes,  a olvidar otros aspectos de las propuestas masivamente populares, como efectos negativos a corto o largo plazo, a escamotear de la información aquellas situaciones conocidas, pero inconvenientes. Así ha venido ocurriendo con la propuesta de legalización de la marihuana, de tal manera que la evidencia, la ciencia, los datos provenientes de otras latitudes son subestimados, terminando por estar en el lado perdedor, la verdad arrinconada por las falacias.

El ejemplo de la experiencia uruguaya es una muestra bastante nítida de cómo opera esta situación en la sociedad, el llamado de alerta proviene del  ministro de Salud de ese país aludiendo a dos situaciones objetivas como resultado de la adopción de la política de legalización del consumo de marihuana  con fines recreativos, la primera es que ha disminuido ostensiblemente la percepción de riesgo en la población y la segunda es la consecuencia, el efecto  indeseado del  incremento de usuarios.

Aunque las autoridades preveían que eso pasaría, reconocen la necesidad de emprender ya una campaña de información y promover el diálogo desde las familias, una declaración de dudosa efectividad, que tiene como objetivo  promover el diálogo y advertir sobre los riesgos del consumo de la cannabis.

Por otra parte, investigadores de una universidad privada uruguaya, describen un aumento de los homicidios vinculados a ajustes de cuentas entre narcotraficantes, ya que la legalización de la marihuana, que se ha venido implementando desde 2013, ha producido una disminución de parte del mercado de la droga, lo que genera tensiones por el control de los puntos de venta.  Si bien es cierto, la regulación está cumpliendo uno de sus cometidos, que era arrebatar el mercado de la marihuana a los narcotraficantes, al mismo tiempo, al incrementar el número de usuarios, ha abierto un nuevo nicho para los proveedores ilegales, aprovechando la mayor demanda y la imposibilidad del estado uruguayo de controlar la venta a la totalidad de los consumidores.

El objetivo del estado uruguayo es lo contrario de lo que ha venido ocurriendo;  disminuir la violencia generada por el tráfico ilícito de esta droga y los conflictos entre grupos criminales, se espera que una vez que sea posible cubrir la demanda total este objetivo se cumpla y las externalidades negativas actuales terminen por desaparecer, sin embargo, no puede quedar un resquicio para la delincuencia; la población que legalmente no está autorizada para el consumo.

Son otros los riesgos ocultos, sin embargo, la legalización de una droga, para uso recreacional, es un mensaje equívoco de su inocuidad, una situación de extrema peligrosidad, ya que a los efectos temporales sobre la conciencia de los adultos consumidores, que puede afectar algunas de sus comportamientos, se agregan los efectos irreversibles en el desarrollo cerebral de consumidores infantiles o adolescentes.

Las advertencias desde Senda, al observar la experiencia aludida, son suficientemente explícitas, si bien los parlamentarios tienen todo el derecho a legislar sobre lo que estimen pertinente, el debate debe estar basado no en el imaginario colectivo o la frivolidad de la opinión desinformada, sino en la evidencia cierta y probada.