Explican detalles de proyecto de reconversión de vertedero de cenizas de Bocamina

Es un espacio industrial de aproximadamente 10 hectáreas ubicadas en Coronel. Incluye plan de revegetación de la superficie.

Una de las preocupaciones que planteó la comunidad de Coronel respecto del futuro desmantelamiento de la planta Bocamina I era el futuro del vertedero de cenizas.

Tal y como lo adelantó Diario Concepción, la empresa Enel Generación S.A., quien es propietaria de la Central Bocamina I, afirmó que la compañía llevó a cabo la reconversión del depósito de cenizas de Bocamina en un área verde. “Este proyecto desarrollado junto a especialistas de la Universidad de Concepción transforma un espacio industrial de aproximadamente 10 hectáreas en un ecosistema vivo, contribuyendo a la regeneración y resiliencia del entorno y convirtiéndose en un nuevo pulmón verde para la comuna de Coronel”, destacaron.

Más en contexto, se trata de una afirmación realizada por la compañía con ocasión de haberse acogido recientemente a trámite, por parte del Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) regional, de la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) presentada por la firma para proceder con la propuesta de desmantelamiento de Bocamina I.

Dado lo anterior, especialistas de la UdeC, quienes participan del proyecto de revegetación, y un investigador del Departamento de Recursos Hídricos de la Facultad de Ingeniería Agrícola de la misma casa de estudios superiores dieron detalles del proyecto de reconversión y analizaron las variables involucradas como, por ejemplo, las posibilidades de contaminación de napas por efecto de las cenizas.

El proyecto desarrollado por la empresa energética junto a especialistas de la Universidad de Concepción es parte de un trabajo continuo en que la academia y el sector privado logran hacer alianza para promover avances en distintas áreas de la Región.

Hay que señalar que José Barra, presidente de la Unión Comunal de Juntas de Vecinos de Coronel manifestó que “hay varias cosas puntuales que deberíamos saber cómo, por ejemplo, los efectos del vertedero de cenizas del Cerro Millabu sobre napas subterráneas de agua o si se considera la reposición de empleos, entre otros”.

Cabe señalar además que el alcalde Coronel, Boris Chamorro, expresó que, a través de la Mesa de Transición Socioecológica Justa, solicitará “conocer los avances y los antecedentes respecto al (ex)vertedero de cenizas del Cerro Millabu que también es una preocupación que hemos tenido como alcalde y que también existe desde la comunidad”.

Es por lo anterior que, consultado por este medio, el Dr. José Luis Arumí, Ingeniero Civil Ph.D., profesor titular, director del Departamento de Recursos Hídricos de la Facultad de Ingeniería Agrícola e investigador principal del Centro Fondap CRHIAM, entre otros cargos en instituciones de índole nacional e internacional, sostuvo que la reconversión del depósito de cenizas de Bocamina en un área verde es una noticia sumamente interesante. “En lo personal me ha tocado conocer experiencias similares tanto en Estados Unidos como en Alemania y es impresionante ver como el resultado favorece la calidad de vida de los vecinos”, destacó.

Sobre si un vertedero de cenizas puede contaminar las aguas subterráneas, el director del Departamento de Recursos Hídricos de la Facultad de Ingeniería Agrícola explicó que “esto depende de la antigüedad del vertedero y de las características del lugar donde este está ubicado. Antiguamente los vertederos se construían sin considerar la protección de los acuíferos y por eso se registraron casos de contaminación como los ilustrados en películas como Erin Brockovich. Pero Endesa hacia bien las cosas, por lo que supongo que el vertedero fue construido considerando proteger los acuíferos”.

El investigador principal del Centro Fondap Chriam UdeC dijo además que es importante destacar que ningún sistema construido en los últimos 25 años ha recibido su autorización sino cuenta con medidas de protección de las aguas subterráneas como la impermeabilización del fondo usando geomembranas u hormigón. “Por lo mismo, si hay una resolución ambiental favorable, estoy seguro de que, tanto ENEL como la autoridad, consideraron el monitoreo de la calidad de aguas subterráneas en el proceso de seguimiento de reconversión de la planta”, dijo.

Desde Enel Generación indicaron que, finalizadas las operaciones de la Central Bocamina, el vertedero inició su propio proceso de cierre, según su respectiva Resolución de Calificación Ambiental. “Así, desde 2019 se ejecutó un plan de cierre y revegetación inédito en Chile que supera ampliamente los estándares regulatorios, mediante un sistema integral de impermeabilización con tecnología de vanguardia en geosintéticos. Este incluye cinco capas sucesivas: geoceldas, geodrenes, geomembranas, relleno con sedimentos y sustratos, que garantizan el confinamiento definitivo de las cenizas inertes y la protección del terreno a largo plazo”, explicaron.

Del mismo modo la empresa del sector energético contó que el diseño del sustrato final permitió plantar especies endémicas seleccionadas por su raíz no invasiva y su capacidad para estabilizar el suelo, generar cobertura permanente y favorecer la biodiversidad.

“El proyecto fue desarrollado junto al programa Iniciativa Foresta de la Universidad de Concepción, transformando las 10 hectáreas del ex vertedero en un ecosistema resiliente que mejora la conectividad ecológica, reduce riesgos de erosión e incendios y entrega a la comuna de Coronel un nuevo pulmón verde de alto valor ambiental y paisajístico, aportan beneficios concretos y duraderos a la comunidad y entorno”, agregaron.

Plan de Revegetación

Soledad Salas, jefa de Conservación de la Biodiversidad y Restauración Ecológica del Laboratorio de Ecología de Paisaje de la Facultad de Ciencias Forestales de la UdeC, detalló que entre 2018 y 2024 se ejecutó el plan de revegetación del vertedero de cenizas de la Central Termoeléctrica Bocamina, en el marco del Convenio de Colaboración entre Enel y la Universidad de Concepción, a través de un equipo de la Facultad de Ciencias Forestales.

De esta manera, en el año 2019 se implementó un plan piloto para evaluar distintas especies nativas bajo diferentes coberturas y regímenes de riego. “Desde 2020, con un enfoque de restauración ecológica, levantaron ecosistemas de referencia en la Estación Biológica del Parque Pedro del Río Zañartu de la comuna de Hualpén, caracterizado por un bosque nativo del ecosistema esclerófilo mediterráneo costero. Allí se instalaron parcelas permanentes para definir el patrón espacial de las especies nativas, el cual fue replicado en el vertedero sobre rellenos de tierra de 1 y 2 metros de profundidad mejorados con sustrato de pino compostado en los primeros 30 cm en algunos sectores”, dijo la jefa de Conservación de la Biodiversidad y Restauración Ecológica del Laboratorio de Ecología de Paisaje de la Facultad de Ciencias Forestales de la UdeC.

De acuerdo con Soledad Salas, específicamente, se plantaron especies arbóreas, arbustivas y herbáceas. “Se controló la erosión con la colocación de geomantos de fibra de coco, aplicación de hidrosiembra y ubicación de barreras de contención. En total, se plantaron 66.352 individuos de 33 especies nativas en una superficie de 8,4 hectáreas”.

Otro punto relevante es que “durante el convenio con Enel, el equipo de la Facultad de Ciencias Forestales definió las especificaciones técnicas para: la instalación de coberturas, la adquisición de plantas, el diseño y ejecución de la plantación en clúster (basado en el patrón espacial de los ecosistemas de referencia), la siembra de pasto, el diseño del sistema de riego, la necesidad de replante y resiembra, la evaluación de la sobrevivencia y la mantención del plan de revegetación”, concluyó la especialista de la UdeC.