Asistencia técnica, eficiencia operativa y capacitación: los avances de la Industria 4.0 en la zona

22 de Noviembre 2025 | Publicado por: Bruno Rozas Hinayado
Fotografía: Cedida | C4i Udec

Las empresas locales aceleran su transformación gracias al Centro especializado.

En silencio, pero con efectos cada vez más visibles, la industria del Biobío está atravesando una transformación que está redefiniendo su competitividad y su proyección económica.

La adopción de tecnologías asociadas a la llamada Industria 4.0, impulsada regionalmente por el Centro para la Industria 4.0 de la Universidad de Concepción, ha comenzado a generar beneficios tangibles para empresas locales que buscan sobrevivir, escalar o reinventarse en un escenario productivo desafiante.

La reciente adjudicación del primer Centro Tecnológico de Manufactura Avanzada e Industria 4.0 del Biobío, liderado por la Universidad de Concepción en alianza con Siderúrgica Huachipato y la Universidad del Bío-Bío, representa el mayor salto regional hacia esta nueva economía digitalizada.


La iniciativa, financiada por el Programa de Desarrollo Productivo Sostenible (DPS) del Ministerio de Economía y Corfo, promete acelerar la transición de las empresas locales hacia procesos más eficientes, inteligentes y competitivos.

Un ecosistema que se expande


El centro funcionará desde el Hub de Innovación Industrial de Huachipato, emplazado en Talcahuano, donde habrá 2.500 m² destinados a laboratorios, espacios de prototipado, líneas de manufactura avanzada y equipamiento valorado en más de US$2 millones.

Además, la siderúrgica pondrá a disposición 150 hectáreas industriales para pilotaje y escalamiento tecnológico, dando forma a uno de los polos de innovación aplicada más grandes del sur de Chile.


Para Benjamín Germany Morrison, gerente del Centro de Manufactura Avanzada e Industria 4.0, esta adjudicación marca “el paso hacia la segunda etapa” de un proyecto que comenzó en 2018. Aunque celebra la aprobación, remarca que este avance “es el resultado de un trabajo largo que se consolidó en los últimos meses”, tanto con la Universidad de Concepción como con los nuevos aliados estratégicos.

El ejecutivo destaca que esta nueva etapa incluye un traslado al espacio industrial de Huachipato y una ampliación de la colaboración con la Universidad del Bío-Bío, que aportará sus capacidades en el ámbito de la construcción en madera.


Para Germany, esta articulación no sólo consolida al C4i, sino que “instala al ecosistema en un entorno donde las empresas se sienten cómodas para desarrollar tecnologías y avanzar en la incorporación real de la Industria 4.0”.

Según explica, el centro será una pieza clave dentro de un proyecto mucho más grande: el Hub de Innovación Industrial de Huachipato, que integra múltiples acciones y pretende convertirse en el corazón de una transformación económica de amplio alcance para la provincia y la región.


Una estrategia para reindustrializar el Biobío

Desde Corfo valoran que la propuesta adjudicada articule de manera equilibrada a la academia, el sector productivo y la formación técnica. Su vicepresidente ejecutivo, José Miguel Benavente, afirmó que el Centro “presenta una estructura institucional robusta, un modelo de negocios sostenible y una articulación efectiva entre academia, industria y formación técnica, que es lo que buscamos en este tipo de iniciativas”.


Benavente destacó también que el proyecto permitirá cerrar brechas en manufactura avanzada y digitalización, y fortalecerá capacidades instaladas mediante la incorporación de infraestructura tecnológica tipo C4 (comando, control, comunicaciones, computadoras e inteligencia). Esto, asegura, tiene “un alto potencial de impacto en la reindustrialización regional y nacional”.

Una visión similar comparte Carolina Parada, secretaria ejecutiva del Plan de Fortalecimiento Industrial del Biobío. Para ella, este avance es “una consecuencia directa del Plan”, que desde su diseño priorizó la instalación de capacidades tecnológicas como una de sus medidas estratégicas.


Parada subraya la relevancia simbólica de que esto ocurra precisamente en Huachipato: “Representa el paso desde la crisis hacia una nueva era de innovación, sofisticación productiva y empleos de alto valor”.

El plan, afirma, no solo acompaña al sector industrial, sino que lo “impulsa a transformarse desde su corazón siderúrgico”, articulando al Estado, las universidades y las empresas para que el Biobío avance con liderazgo hacia la manufactura avanzada.


C4i Udec.

Beneficios concretos para empresas locales


Más allá de las grandes estructuras, la transformación industrial ya está impactando a empresas concretas del Biobío. Una de ellas es OISE, compañía de servicios industriales formada por excontratistas de Huachipato que enfrentó una caída abrupta de facturación tras la crisis siderúrgica.

Su gerente general, Eduardo Osorio, relata que conocieron el Centro para la Industria 4.0 justamente en ese momento crítico: “Cuando salimos de Huachipato, el Ministerio de Economía dispuso apoyo para los contratistas afectados, y ahí nos vinculamos con el centro”, explica. El acompañamiento, afirma, ha sido “multidisciplinario y profundo”, comenzando con un diagnóstico empresarial que abordó desde la situación comercial hasta la optimización de operaciones.


Ese diagnóstico permitió identificar áreas donde el C4i podía aportar: asistencia técnica para la búsqueda de nuevos clientes, mejoras de eficiencia operativa y capacitación en temas clave para su reestructuración. “Nos ayudaron a recuperar parte importante de la facturación que habíamos perdido”, indica Osorio, destacando que este apoyo fue decisivo para sostener la continuidad de la empresa en un periodo complejo.

La colaboración no se limitó a los procesos internos. OISE también recibió apoyo en vinculación y redes, tanto con nuevos clientes como con entidades como Corfo, facilitando postulaciones a fondos y proyectos. “Además, logramos generar alianzas con otros contratistas para desarrollar trabajos conjuntos”, señala.


Uno de los proyectos emblemáticos realizados gracias a esta articulación fue el levantamiento 3D de una manzana eléctrica construida para ENAP. “Pudimos entregar al cliente un plano tridimensional de alta precisión”, relata Osorio, una capacidad que OISE no poseía antes de trabajar con el centro.

Lo que viene: más empresas, más tecnología, más productividad


En esta segunda fase, el centro profundizará el trabajo en tecnologías que hoy son esenciales en las cadenas de producción modernas. Se potenciarán los sistemas ciberfísicos para monitoreo en tiempo real, la automatización y la robótica colaborativa, así como el uso de inteligencia artificial aplicada a procesos industriales.

También se ampliará la incorporación de gemelos digitales y simulación avanzada, manufactura aditiva y técnicas de prototipado rápido, junto con nuevas soluciones de sensorización y analítica de datos. Todo ello conformará una plataforma tecnológica que permitirá a las empresas experimentar, validar y adoptar innovaciones sin asumir riesgos excesivos ni inversiones prohibitivas.