Cultivos de ostras y pelillo: la apuesta sustentable para la economía local en la costa del Biobío

02 de Noviembre 2025 | Publicado por: Bruno Rozas Hinayado
Fotografía: Carolina Echagüe.

Productores locales apuestan por un futuro sostenible desde el mar.

En las orillas de Coliumo, comuna de Tomé, y en las aguas tranquilas del estuario del río Lenga, en Hualpén, dos historias distintas confluyen: la de una economía local que crece desde el mar, pero sin romper su equilibrio.

Allí, el cultivo sustentable de ostras y pelillo no sólo genera empleo, sino que también redefine el futuro productivo de la Región del Biobío, demostrando que el desarrollo y el respeto ambiental pueden ir de la mano.

La mujer que cultiva el mar


Jessica Cabrera Torres, fundadora de Granja Marina Cabrera y Guaquin Ltda., es la única mujer acuicultora de pequeña escala en toda la Región del Biobío. Desde su concesión en 2007, en la bahía de Coliumo, ha levantado una empresa familiar que produce ostras japonesas. Su historia está marcada por la perseverancia y por una visión clara: hacer del mar un aliado económico sin agotar sus recursos.

El 27F, las marejadas y los temporales no lograron derribar su proyecto. Con esfuerzo y apoyo técnico, reconstruyó su centro de cultivo, que hoy alcanza una superficie de once hectáreas y una capacidad productiva cercana a las cien toneladas anuales. “He tenido bastantes requerimientos de clientes a nivel nacional y regional, pero no estábamos en condiciones de aumentar la producción.”, comenta Cabrera con orgullo.


Su empresa produce cerca de 100 mil ostras al año y abastece principalmente a restaurantes de Santiago. Jessica se ha propuesto fortalecer la base del cultivo nacional de ostras. “En Chile tenemos un problema con las semillas, ya que el principal productor dejó de generarlas. Para resolverlo, llegamos a un acuerdo con un laboratorio en Dichato, donde producimos ostras japonesas. Ahí abastecemos nuestros cultivos y también vendemos excedentes a otros pequeños acuicultores”, detalla.

Con la ampliación de ese laboratorio, espera cubrir parte del déficit nacional y consolidar un circuito de producción local. “Queremos aportar alimentos de calidad a las comunidades y generar algo bueno con esto”, resume.


Acuicultura sostenible: una oportunidad para la región

El caso de Jessica Cabrera no ha pasado desapercibido para las autoridades. Según el Seremi de Economía, Fomento y Turismo, Javier Sepúlveda, su experiencia representa el tipo de emprendimiento que la región necesita para avanzar hacia una economía más diversificada y sostenible.


“Jessica Cabrera es un caso emblemático del Biobío. Ha demostrado que se puede innovar y crear valor desde la pequeña escala, aportando al desarrollo productivo regional. Su trabajo refleja el espíritu del emprendimiento innovador que impulsamos desde el Ministerio de Economía y nuestras agencias de fomento como Corfo e Indespa”, sostuvo el representante.

Sepúlveda agregó que este tipo de iniciativas están en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas y con la agenda del Programa de Desarrollo Productivo Sostenible que lidera el ministerio. “Lo que hace Jessica es acuicultura sustentable en su esencia. Permite generar valor compatible con el entorno y el cuidado del medio ambiente, y contribuye a diversificar nuestra matriz productiva con el uso de nuevas tecnologías”, explicó.


Carolina Echagüe.

Pelillo en Lenga: tradición que florece con el cuidado del ecosistema


A unos kilómetros de Coliumo, en el estuario del río Lenga, otra historia de sustentabilidad se teje sobre las aguas. Desde fines de los años 80, José Merino Sanhueza y su hijo Rodrigo cultivan y recolectan pelillo, un alga roja apreciada por su alto contenido de yodo y su uso como espesante natural en las industrias alimenticia y farmacéutica.

La familia Merino convirtió lo que antes era recolección artesanal en un cultivo organizado, formalizado y ambientalmente responsable. “Cumplimos con toda la normativa hasta lograr la concesión marítima que nos permitió sembrar semillas cerca de nuestra casa en Lenga”, recuerda José, hoy de 76 años. Su concesión actual cubre 12,5 hectáreas de estuario, un área que manejan sin motores, sin boyas y sin mallas.


“Trabajamos sólo con bote a remo, todos los días, cuidando el entorno”, dice Rodrigo Merino, quien además preside el Sindicato de Pescadores Artesanales de Lenga, afiliado a Ferepa Biobío. El resultado es un sistema productivo de bajo impacto que convive armónicamente con las aves migratorias y la fauna del sector. “Tratamos de provocar el menor impacto posible; las aves se acercan porque sienten que no les hacemos daño”, explica.

En la práctica, el modelo de la familia Merino encarna la idea de economía circular costera: se aprovechan los recursos naturales sin agotarlos, se reinvierten los ingresos en el territorio y se conserva la biodiversidad local. “Desde hace más de dos décadas usamos semillas de Chiloé, lo que ha mejorado la calidad del pelillo. Es un recurso noble, con muchos usos, y puede seguir creciendo si se cuida como corresponde”, enfatiza José Merino.


Gracias a su labor, el pelillo de Lenga abastece mercados tanto nacionales como internacionales, aportando a la economía local y a la preservación del borde costero de Hualpén.

Cultivo de ostras en Laraquete


Tras casi un año de trabajo constante, el Sindicato de Trabajadores Independientes de Buzos Mariscadores de Caleta Laraquete, perteneciente a la provincia de Arauco, alcanzó un importante hito: la primera cosecha de ostra japonesa (Crassostrea gigas) desarrollada en su Área de Manejo y Extracción de Recursos Bentónicos (AMERB), ubicada en esta localidad de la región del Biobío.

La iniciativa se llevó a cabo bajo una autorización de acuicultura experimental entregada por la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura, cuyo propósito fue analizar la viabilidad técnica y productiva del cultivo de esta especie en el sector.


Carolina Echagüe.

Respecto a este logro, Claudia Leal, presidenta del sindicato, señaló que “Hoy estamos viendo los frutos del trabajo realizado por tantos meses, junto a nuestros socios y las instituciones que nos están colaborando, por lo que invitamos a todos a degustar estos productos locales, apoyando el esfuerzo de pescadores y pescadoras”.


Por su parte, Verónica Zárate Guzmán, ingeniera senior de Calidad y Cultura Ambiental de Empresas Arauco, destacó que “estamos muy contentos con los resultados de este proyecto, como ha sido abordado y desarrollado por el sindicato de buzos de Laraquete”.

A su vez, el director de PREGA, Renato Quiñones, subrayó al respecto que “este es uno de los sindicatos que tiene más experiencia en acuicultura de la región, además de apreciar un importante avance en la diversificación de cultivos bentónicos”.


Finalmente, la Directora Regional de Sernapesca Biobío, Ana María Fernández, agregó que“esta experiencia que se está llevando a cabo en Caleta Laraquete, nos permitirá recopilar información valiosa sobre el crecimiento, sobrevivencia y calidad del recurso, aportando al desarrollo de nuevas estrategias de manejo y acuicultura a pequeña escala en la región del Biobío”.