Informe Económico Regional: 65% de la exportación de primer semestre fue forestal

21 de Septiembre 2025 | Publicado por: Edgardo Mora
Fotografía: Universidad de Concepción

La Facea de la Universidad de Concepción presentó la edición 57.

En la edición 57 del Informe Económico Regional (IER) de la Universidad de Concepción, el Ph.D. Iván Araya Gómez junto con el Dr. Claudio Parés Bengoechea presentaron un análisis de la evolución económica de la región del Biobío.

El estudio sostiene que la zona destaca por ser una región exportadora, donde la demanda externa constituye uno de los principales motores del crecimiento económico regional.
De acuerdo con el informe al comparar el primer semestre 2025 con el mismo período de 2024, se evidencia una variación negativa del 6,5% en las exportaciones regionales. “Esto refleja un inicio de año moderado, con una contracción en las exportaciones, a pesar de que en los meses de marzo, abril y mayo presentaron mayores niveles de exportaciones. Este escenario viene dictado por el panorama de incertidumbre internacional y la contracción económica de nuestros socios comerciales”.


Así también se lee en el documento que al desagregar los datos de exportaciones por producto y sector productivo, se observa que la canasta exportadora de la Región sigue estando fuertemente concentrada en productos como la celulosa, paneles y marcos de madera y otros relacionados que pertenecen al sector forestal.

Adicionalmente, la publicación señala que para este primer semestre 2025 el sector forestal representa un 65% de las exportaciones totales de la Región, mostrando su relevancia en la demanda externa del Biobío. En la evolución de las exportaciones en el corto plazo, y considerando el alto grado de concentración del sector exportador de la Región del Biobío en productos forestales, el precio internacional de la celulosa tiene una incidencia significativa más allá del quantum exportado, versa el informe.


A diferencia del patrón observado en años previos, este repunte no fue liderado por los servicios, sino por una vigorosa expansión del sector de producción de bienes en 3,68%, lo que podría sugerir una recomposición del crecimiento hacia actividades con mayor contenido industrial.

Este cambio de eje es relevante, ya que interrumpe la tendencia de terciarización dominante de la última década y reabre la discusión sobre el potencial productivo del Biobío. En contraste, el sector servicios mostró una desaceleración marcada, lo que podría estar anticipando un agotamiento de su impulso expansivo. El comercio, por su parte, sigue mostrando escasa tracción, aunque su estabilidad ha contribuido a amortiguar los vaivenes del ciclo económico regional.


Otro aspecto relevante para el análisis tiene que ver con que las principales exportaciones de la Región que se encuentran sujetas a las consolidaciones de las importaciones realizados por EE.UU. y China, donde es necesario conocer y analizar las proyecciones del PIB de ambas economías, las cuales incidirán en la evolución del entorno económico del Biobío, al ser una región exportadora.

Respecto a lo más relevante del informe, Claudio Parés, lo resumió en que a pesar de que los augurios parecían halagar poco el escenario, la Región y el país han evitado los peores escenarios económicos. “Aunque moderada, la demanda interna ha sabido mantenerse en números azules y las exportaciones se han mantenido mejor de lo que la guerra comercial desatada por EE. UU. podría haber generado. Además, aunque las tensiones políticas internas han ido al alza, la inversión parece anticipar que los resultados electorales no cambiarán demasiado el panorama y comenzamos a ver algunas señales de inversión”.


Lamentablemente, a nivel nacional, siguió el profesor de la Facea de la UdeC, el empleo no vuelve a los niveles previos a la pandemia, “pero en la Región sí lo hace. El mercado laboral parece estar ajustándose a una nueva realidad. El ajuste ha sido más lento que doloroso en términos económicos y, aunque queda dilucidar cuál será la ruta final, las cifras parecen mantenerse cerca de la tendencia: crecimiento del PIB en torno al 2,5%, desempleo algo por encima del 8% e inflación en 4% para lo que queda del año”, proyectó.

Por su parte, el Dr. Jorge Dresdner, académico de la Facea de la UdeC, profundizó en el informe sobre el mercado laboral. Al respecto, presentó que, al ver los datos trimestrales disponibles, es posible observar que la tasa de desocupación en la Región del Biobío se incrementó de 7.1%, a finales del año 2019, a la cifra de 11,0%, a mediados del año 2020”.


Además, el académico de la UdeC hace foco en el cierre de actividades productivas a raíz del Covid-19 que, “claramente, fue un factor que influyó en este resultado. Posteriormente, esta tasa se redujo paulatinamente hasta alcanzar un valor de 6,3% a finales del año 2022, para comenzar nuevamente a mostrar una tendencia creciente, llegando en la última lectura oficial disponible, a 9,3% en el trimestre móvil abril-junio 2025. No cabe duda de que estos datos son preocupantes y esto nos lleva a preguntarnos: ¿Qué está pasando con el mercado laboral regional?”.

En resumen, Dr. Jorge Dresdner, planteó que es posible inferir que “los efectos del Covid, en términos de destrucción de oportunidades de trabajo, aún persisten en el mercado laboral regional y la economía regional no está generando suficiente nuevas oportunidades laborales en relación con la demanda por estas oportunidades. En este contexto, es de primordial importancia impulsar el crecimiento de la economía regional para que se generen nuevos puestos de trabajo y oportunidades de desarrollo laboral para los habitantes de la región. Para ello se requiere definir propuestas concretas que permitan impulsar la inversión productiva en el territorio y el desarrollo regional”, concluyó.