Premiado como patrimonial y típico de Penco: la historia del reconocido conejito dulce

Masa azucarada fue reconocida en 2022 por el Municipio. Producto suma más de 80 años de antigüedad y el negocio familiar que lo fabrica genera trabajo a 26 personas, a través de sus dos locales.

En medio de la celebración religiosa católica de la Pascua de Resurrección de 2022, una positiva noticia, como una de tantas, puso en relieve a la comuna de Penco. Se trató del reconocimiento como patrimonio y comida típica a un producto elaborado solo en la comuna pencona: el conejito dulce.

Una receta tradicional y, por supuesto, antigua y atesorada por la Familia Riffo, cuyos integrantes son propietarios de un local ubicado a escasos metros de la playa y de la Plaza de Armas de Penco, la Panadería Riffo.

Esta rica masa, de sabor azucarado y con notas de la conocida trenza, que seguramente muchos y muchas hemos probado, tiene un lugar en el corazón de los habitantes de la comuna, cuyo consumo ha pasado y traspasado generaciones, desde personas mayores a jóvenes y también a niñas y niños.

Son varias décadas que el ya tradicional “conejito” de la Panadería Riffo de Penco ha sido parte de la vida de estudiantes, quienes aún lo compran como parte de su colación diaria, de lunes a viernes, a 350 pesos.

Local familiar

En Maipú # 185, a metros de la plaza de Penco, se erige un amplio local que luce renovado, luminoso y pulcro donde no dejan de entrar clientes de todas las edades.

Carolina Velásquez Riffo, administradora e hija de una de las dueñas, contó que su madre, Damiana Riffo, junto a sus hermanos Jorge, Carmen, María, Marcelino, Mario, Armando y Hernán (Q.E.P.D.) fueron quienes dieron continuidad a las panaderías que inicialmente eran de propiedad de la familia Jofré.

De acuerdo con la administradora trabajan actualmente en la firma un total de 26 personas, en Lirquén son 6 y en Penco 20 personas. Entre ellos, un pilar importante es quien ha estado detrás de la elaboración de los tradicionales “conejitos”. Se trata del pastelero que se encarga principalmente de esta labor y de elaborar unas deliciosas empanadas.

“Soy pastelero y llevo 30 años aquí. Cuando llegué, tomé la posta que dejó mi predecesor, quien me enseñó cómo elaborar los conejitos que son una de las atracciones del local”, indicó don Leonardo, quien ostenta, además, el ser uno de los trabajadores más antiguos de la empresa.

Sobre cuáles han sido los hitos más relevantes en todos estos 30 años de funcionamiento, Carolina Velásquez lo resumió en un punto, “la perseverancia”.

En este sentido, explicó también que el “conejito” nació a finales de la década 1940, con la panadería Jofré (dueño anterior), “nosotros quisimos seguir con la tradición, ya que esta masita dulce con forma de conejito era una atracción para que los niños llevaran de colación al colegio. Además, es un producto económico y saludable”.

Actualmente, la producción y venta diaria de este producto es de, aproximadamente, más de 350 conejitos diarios, cuya elaboración le valió un reconocimiento por parte de la Municipalidad. “Es un reconocimiento a la labor de la panadería, por mantener la tradición del conejito dulce de Penco por tantos años, además de reconocerlo como producto típico de la comuna, el conejito dulce es también una marca registrada”, acotó la administradora.

Acerca de cuáles son actualmente los desafíos más relevantes para la panadería Riffo, desde la empresa dijeron que es seguir con las tradiciones. “Aún tenemos una producción de pan en horno a leña, nuestras tortas tradicionales de piña y otros sabores, empanadas y berlines, entre otros. Queremos perdurar en el tiempo con las futuras generaciones y hacer más conocido al conejito dulce”, expresaron.

Hoy día lo más vendido son las empanadas de pino carne ($2.200); berlinés con crema pastelera ($950); conejitos ($400); Torta piña (15p$ 17.900) y el queque grande ($3.690) detalló la mandamás del negocio. ‎

El alcalde de Penco, Rodrigo Vera, señaló que “La tradicional Panadería Riffo, ubicada en pleno centro de Penco, representa no solo un ícono del comercio local, sino también una muestra viva del patrimonio gastronómico de la comuna. Su reconocido “conejito”, un pan dulce que ha acompañado por generaciones a las familias pencones, simboliza el arraigo y la identidad de nuestros emprendedores”.

“Desde el municipio, valoramos profundamente este tipo de iniciativas que, además de deleitar a vecinos y visitantes, fortalecen la actividad económica barrial. Por eso, en el marco del Plan de Revitalización del Centro de Penco, iniciativas como la mejora de fachadas, iluminación comercial y señalética peatonal buscan justamente potenciar este tipo de negocios emblemáticos, generando un entorno más atractivo, seguro y dinámico para el desarrollo del comercio tradicional”, finalizó diciendo la autoridad comunal.

Clientes

Eduardo González, cliente de la panadería comentó que lleva años disfrutando de la pastelería. “Compro pasteles ya sea trozos individuales o tortas clásicas para varias personas para los cumpleaños, como soy vecino de Penco de hace varios años que conozco esta panadería que la prefiero por la calidad de sus productos y por la buena atención que tienen. De sus pasteles me gusta que para mi gusto no son tan dulces”, mencionó.

Omar Bello estaba terminando de pagar su pan en la caja y gentilmente comentó su experiencia como visitante asiduo y desde hace varios años al local. “Me gusta la calidad porque es un buen pan ya sea que lleve el especial o el francés. Llevo más de 30 años viniendo a comprar así que también conozco los conejitos donde lo que más valoro es que no han variado en calidad, sabor y contextura”, concluyó.