“Segunda ola”: Bonos y retiro del 10% no serían suficientes

Adicionalmente, los recursos disponibles se estarían agotando. Entre los principales sectores regionales afectados estarían el turismo, comercio y servicios. Quiebras de agosto acumulan 2.021 personas y 436 empresas entre 2019 y 2020.

Según académicos regionales, ni los bonos del Estado ni el segundo retiro del 10% serían suficientes para hacer frente a los efectos económicos de una eventual “segunda ola” de Covid-19 en Biobío.

Entre los sectores más impactados estarían el turismo, el comercio y servicios por ser considerados los más vulnerables actualmente.

Otro aspecto que inquieta es el enfoque regional con que deberían ser abordadas algunas materias.

Así lo resalta, Claudio Parés, economista de la Universidad de Concepción, al plantear que “lo que preocupa es que estamos siguiendo el análisis nacional y no el análisis local de la evolución del virus. De hecho, sólo hablar de “segunda ola” responde a la situación general y no a la situación regional”.

En este sentido, agrega que “en lo que a la Región respecta, las cifras no muestran que la situación haya amainado en algún momento y la sensación es que estamos más cerca de volver a Paso 1 de Cuarentena que de pasar a Paso 3 de Transición”.

Lo anterior, es precisamente uno de los temores manifestados recientemente por el presidente del gremio del comercio, Andrés Ananías a Diario Concepción.

Bonos y retiro insuficientes

En relación a un posible “efecto vacuna”, Parés sostiene que “si bien hay optimismo y ya comienzan a aparecer fechas, lo razonable es que la situación sanitaria se mantenga por varios meses más”.

Sin embargo, otra preocupación del director del Departamento de Economía de la UdeC es que “ya no es suficiente la entrega de bonos o retiros de fondos de pensiones para activar la economía. Esas medidas serán cada vez menos efectivas, porque en tanto la producción o disponibilidad de bienes esté limitada, tendremos que acostumbrarnos a un ‘equilibrio peor’”.

También, explica que “desde el punto de vista económico, el mundo “keynesiano”, que acostumbramos imaginar para hacer política fiscal, existe sólo en la medida que hay recursos disponibles. Esos recursos se están agotando, por lo que no quedará otra que “ajustarnos el cinturón”, sentencia.

Turismo y Comercio

Benito Umaña, decano de la Facultad de Ciencias Empresariales de la Universidad del Bío-Bío (UBB), señala que, ante una “segunda ola”, el escenario económico regional se volvería muy negativo, básicamente por la alta cantidad de meses que se está en pandemia.

“Especialmente en esta época es complejo porque se tiene la oportunidad de reactivar el sector turismo y, además, las fiestas de fin de año son particularmente importantes para el sector comercio”.

Para el decano de la UBB, una “segunda ola” representaría un entorno muy complejo, donde “se debilitaría aún más una economía local que ya viene resentida”.

Quiebras y reorganizaciones

Andrés Ulloa, académico de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas, Facea, de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (Ucsc) pone su atención en los efectos de una “segunda ola” en aquellas empresas que están al borde de una quiebra.

“Si esto se mantiene un poco más, con una segunda ola, muchas empresas que están en la “cornisa” van a quebrar definitivamente y tras esto el ciclo negativo se extiende al igual que la recuperación de estas empresas”, advierte Ulloa.

Hay que recordar que el acumulado al mes de agosto en la Región del Biobío, da una sumatoria de 2.021 personas y 436 empresas que se han acogido a la ley de Insolvencia y Reemprendimiento (Quiebra) entre enero y agosto de 2020, esto es, un 48% y 4,5%, respectivamente, más que en el mismo periodo de 2019.

Del mismo modo, según un estudio mensual a octubre sobre los Acuerdos de Reorganización en el país, Biobío presenta siete causas y más de $12 mil millones de pasivos reestructurados, el segundo más alto después de la región Metropolitana.

Otros impactos visualizados por el académico de la Ucsc, son menores cifras de crecimiento regional donde los sectores más afectados serían servicios y turismo.