¿Quién se beneficia con el cambio de medidores inteligentes?

13 de Marzo 2019 | Publicado por: Diario Concepción
Fotografía: Cedida

Luis García Santander
profesor del Departamento de Ingeniería
Eléctrica de la UdeC.

En las últimas semanas, hemos estado escuchando distintas opiniones referentes a los medidores inteligentes y la conveniencia o no de su instalación en los hogares chilenos.

¿A quién beneficia este cambio de medidores de energía?

La tecnología ha sido el impulsor del desarrollo de la humanidad y como toda innovación, ésta genera impactos positivos e impactos negativos. Debido a los graves problemas y que vemos reflejado a través del cambio climático a nivel mundial, los líderes del mundo han firmado acuerdos internacionales que buscan reducir los efectos nocivos a través del uso fuentes de energía más limpias (renovables: solar, eólica, entre otras) y de darles a éstas un uso más eficiente.

Los equipos inteligentes, permitirán obtener beneficios tanto para las empresas ligadas al mercado eléctrico como para los propios usuarios. Hoy en día los mayores beneficios se visualizan en forma directa hacia las empresas eléctricas. El primero y más notorio es el reemplazo del “lector humano” por uno automatizado y a distancia. Obtención del comportamiento en línea de todos sus clientes, con lo cual la empresa eléctrica puede y debe ser capaz de asegurar una operación más eficiente, reduciendo sus pérdidas energéticas, sus interrupciones y cortes de energía, maximizando con ello sus utilidades y una larga serie de beneficios en operación, planificación de corto mediano y largo plazo. Es importante destacar que una operación eficiente de la red eléctrica también favorece al cliente final, por ejemplo la posibilidad de reposición del servicio eléctrico cuando ha ocurrido una falla en alguna parte de la red, se puede realizar casi de manera inmediata si el grado de automatización lo permite, traduciéndose para el usuario en un pequeño tiempo sin energía.

Desde agosto 2017, se incorporan nuevas opciones tarifarias para los clientes residenciales, las cuales permiten que cada usuario en función de “curva de consumo diario” pueda analizar y optar por una tarifa que le sea más conveniente y, por ende, pagar a fin de cada mes una menor facturación. Sumado a lo anterior, la regulación chilena permite instalar sistemas de energía renovables en los hogares (típicamente paneles solares) y que por los excedentes generados la empresa eléctrica deba pagar al usuario. Una adecuada gestión por parte del usuario (conociendo su curva de consumo diario, la curva de generación solar diaria) permitirá utilizar y maximizar los beneficios de su sistema energético, siendo el equipo inteligente un actor relevante para disponer de la información casi instantánea.

En el futuro cercano, “muy cercano”, los clientes finales (residenciales) podrán ser capaces de comprar a cualquier proveedor de energía disponible en el mercado al precio que se ofrezca haciéndolo más competitivo y dándole al usuario el poder de decisión. El medidor inteligente en ese caso es pieza fundamental para identificar a quien le compro. De igual manera, la posibilidad de que el usuario pueda generar su propia energía para autoconsumo y comercializar su excedente abre un mercado para el cliente final para comprar cuando esté barato y almacenarla para luego vender cuando el precio es mayor. Un sistema dinámico donde la medición en línea será fundamental.