Lilas buscan paso a Primera en el mismísimo desierto

D. Concepción está a un solo partido de volver a la serie de oro después de 17 años. Antes deberá derrotar a este Cobreloa que le sacó un empate 1-1 en Collao y dejó la llave abierta.

La tensión es máxima. Pocos habrían apostado que, en su primer año en la B y con un plantel que tuvo que armarse sobre la marcha, Deportes Concepción estaría a un partido del ascenso a Primera. Y está ahí con argumentos sólidos, con 5 partidos invicto en esta liguilla y antecedente de 1-1 en la ida ante Cobreloa. La revancha de esta tarde (20.15 horas) definirá cual de estos dos gigantes dormidos retornará por la puerta grande.

La historia en Calama habla de 28 partidos oficiales con 23 triunfos del local, 4 igualdades y solo una victoria lila: el 2-1 de 2001 con goles de Carlos Verdugo y Patricio Almendra, hoy al mando de la banca morada. En la primera rueda, los zorros derrotaron en su casa a Concepción por 2-1 con goles de Palma y Delgado más descuento de Jonathan Espínola.

Este año los mineros han disputado 17 partidos en su feudo, con registro de 10 victorias, 5 empates y solo 2 derrotas (0-1 contra Santiago Morning y 0-2 ante la UdeC), logrando un 68,6 por ciento de los puntos en juego.

Pareciera que todo está en contra del “León”, pero… ¿Cuándo no ha sido así? Como aquella vez que necesitaban un empate en Rancagua el 2004 y llegó el tiro libre Fabián Muñoz, el 2000 en Talca contra la UC cuando cayó del cielo el golazo de Luis Chavarría o esa liguilla del ’90 cuando el “León” arrancó goleado y terminó logrando la meta con el tanto de Almada a Unión Española.

Los lilas serán dirigidos por Mario Salgado, luego de la suspensión de Patricio Almendra en el partido con Copiapó, que había quedado pendiente, y decidieron viajar con el plantel completo. Sí, con los que juegan, los no citados y los que incluso están lesionados hace rato, como “Chila” Gómez, Cornejo, el “Chino” Martínez. “La idea es que estén todos. Creo que esa energía positiva nos hace bien como grupo”, comentó Almendra, que mirará el juego desde el hotel.

Los penquistas no están en Primera División desde la campaña 2008, cuando los dirigía Jorge “Peineta” Garcés y sufrieron uno de sus primeros castigos grandes. Los naranjas, en tanto, bajaron por primera vez en su historia la temporada 2014-2015, subieron el 2023 y duraron solo un año en Primera.

La dirigencia loína pidió aforo de 10.700 espectadores, con espacio para 400 hinchas visitantes. En caso de igualdad, primero habrá alargue de 30 minutos y luego penales. Almendra no practicó ejecución desde los doce pasos asegurando que “queremos avanzar sin llegar a esa instancia”. Ninguno de los dos equipos tiene ausencias respecto al juego de ida.

Las cartas están echadas: mucha historia, estilos de juego distintos, fuerzas parejas y solo uno armará la fiesta. Siete años atrás los lilas estaban en la “quinta división” de nuestro fútbol y hoy están a solo 90 minutos de volver. Que la pelota ruede luego.