Matías Sauterel: “Me encantaría jugar un mundial y no estoy tan lejos de ese objetivo”
15 de Septiembre 2025 | Publicado por: Ricardo Cárcamo
Cursa tercero medio en el Colegio Almondale San Pedro y juega hockey por el Deportivo Alemán. Además, es seleccionado y va todos los viernes a entrenar a Santiago.
“Mamá, yo voy a jugar en esta cancha algún día”. Matías Sauterel Ward le dijo eso a su madre Christine mientras veían un entrenamiento de los Diablos, la selección masculina adulta de hockey, en los Panamericanos Santiago 2023. Ese ambiente,
ese entorno, esa pasión despertó en Matías la motivación por volver a un deporte que practicó desde los cinco a los ocho años, y que justamente el desinterés en un momento lo llevó por otros caminos. Hoy, con dos temporadas desde su retorno, ya es seleccionado y apunta alto en esta disciplina.
De sus inicios, el alumno del Colegio Almondale San Pedro comentó que “empecé a los cinco años por mi hermana. Después lo dejé como a los ocho y volví en 2023, a los 14. Me fui porque todos jugaban fútbol, no había nombres y me aburrí, perdí interés. Pero cuando vi ese entrenamiento de los Diablos todo cambió, me dijo que quería estar ahí y volví a entrenar”.
En ese momento, Matías se unió al Deportivo Alemán. “Partí desde lo más abajo, siendo probablemente uno de los peores. Y ahora estoy de titular, así que bacán. Aparte con hartos amigos, todo bien”.
Y actualmente no sólo defiende a los germanos en las categorías Sub 16 y adulta, sino que también es parte de la selección a nivel junior. “Entreno la mayoría de los días. Lunes, martes, jueves y los viernes voy a Santiago, a la selección. Estoy ahí
desde mayo, llamaron a mi entrenador, que después le dijo a mi papá y ahí me contaron la noticia. Muy contento, aunque es sacrificado: me voy los lunes en la mañana y me regreso en la noche, el mismo día. Es cansador, pero divertido”, señaló.
Sueña en grande
Obviamente, Matías tiene como objetivo llegar a los Diablos, la selección mayor. Al momento de describirse como jugador, aseguró que “lo que más me gusta es que soy polifuncional, puedo jugar en distintas posiciones. La que prefiero es de lateral, pero si me necesitan de delantero, lo hago sin problemas. ¿Qué quiero mejorar? Los arrastres y los flicks, los pases aéreos”.
Con su exigente rutina, ¿Cómo lo hace con el colegio? Con gran sinceridad, aseguró que “estudio re poco (ríe), me he dedicado a entrenar nomás. Igual tengo buen promedio, trato de poner harta atención en clases”.
En sus pocos espacios libres, dijo que disfruta de jugar FIFA. Y aunque está ya en tercero medio, no tiene claro qué le gustaría estudiar en la universidad. “Aún no pienso en eso, pero creo que podría optar a una beca deportiva. Igual, si se da la opción, me encantaría irme a jugar al extranjero”.
Y hablando de sueños, tiene otros bastante claros. “Me encantaría jugar un mundial, y creo que tampoco estoy tan lejos, porque por la junior no me quedan tampoco muchos años. Estar en un mundial o un Panamericano igual podría ser”.
En este proceso de muchos viajes, entrenamientos y partidos, su familia ha sido fundamental. “Están ahí siempre. Están todos los días, me llevan a todos lados, me van a dejar, a buscar. Los fines de semana son de puro hockey al final. Y cuando tengo partidos han hasta viajado conmigo para acompañarme”, dijo Matías.
Su mamá Christine comentó que “la rutina es agotadora. Porque Matías entrena en dos categorías, Sub 16 y adulta. Y esta última a veces terminan muy tarde, a veces cerca de las 23.30 horas, entonces es harto sacrificio. Pero bueno, Matías
es feliz en la cancha”.
Además, agregó que “la logística de los viajes a Santiago ha sido bien desgastante llevarlo, traerlo. Incluso juegan partidos por la federación en Santiago. Entonces, hay ocasiones que se tiene que quedar allá. Hace poco también participó de un campeonato internacional en Córdoba, Argentina, representando a Chile. Es pesado, bien sacrificado pero sabemos que está cumpliendo sus
sueños”.
Pero más allá de ese esfuerzo, Christine se muestra orgullosa de lo que está haciendo su hijo. “Por mucho tiempo nosotros le dijimos que volviera a hockey cuando lo dejó. Y cuando fuimos a los Panamericanos y tomó la decisión, de querer estar ahí, ha sido todo muy rápido por su sacrificio y dedicación. Y está como seleccionado en tan poco tiempo porque le puso mucha tinca, todo su corazón. Es harto sacrificio, horas de entrenamiento con frío, lluvia, pero siempre quiere estar”.